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Cambio climático: ¿puede el invierno ser el nuevo verano?

Seis expertos analizan el impacto del cambio climático en la programación de las temporadas de vacaciones tradicionales.

Los récords de calor en los principales destinos turísticos europeos durante este verano han revalorizado un debate inédito en el sector: ¿El cambio climático acabará pateando el tablero de lo que hasta ahora conocemos como las “vacaciones de verano”?

Cuando el calor no es una buena noticia

Lejos de ser apenas un verano caluroso para Europa, los especialistas prevén que temporadas estivales cada vez más abrasadoras serán la norma. Un informe distribuido por Belvera Partners reunió la voz de seis expertos del sector turístico para analizar cómo creen que impactará en la industria y los destinos.

"Si alguien piensa que el aumento del calor es una buena noticia para los destinos de playa tradicionales, debería pensarlo de nuevo”, alertó Carlos Cendra, director de Ventas y Marketing del proveedor de inteligencia de viajes Mabrian, quien explicó: “Durante la ola de calor de este verano en Europa hemos visto un claro descenso en los niveles de satisfacción de los visitantes”.

Cendra recordó que el clima es uno de los factores contextuales más importantes para el sector turístico. Esto ha hecho que cientos de destinos vacacionales del Mediterráneo y el norte de África hayan basado tradicionalmente su desarrollo turístico en unas condiciones meteorológicas favorables. “Ahora esto está cambiando, y más rápido de lo que pensamos. Es probable que esto cambie las tendencias de los viajes a nivel mundial en los próximos años, así que será mejor que analicemos sus efectos en las expectativas y preferencias de los viajeros”, sugirió el director de Mabrian.

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"Si alguien piensa que el aumento del calor es una buena noticia para los destinos de playa tradicionales, debería pensarlo de nuevo”, alertó Carlos Cendra (Mabrian)

¿Qué pueden hacer las agencias ante el cambio climático?

Matthew Chapman, CTO del proveedor de tecnología de viajes Vibe, señaló que las agencias de viajes online y otros puntos de venta digitales “deberían considerar la posibilidad de añadir un filtro que permita a los usuarios buscar por temperaturas medias para las fechas de viaje”.

Del mismo modo, Chapman dijo que los hoteles, los proveedores de experiencias, e incluso las aerolíneas y los aeropuertos, deberían empezar a considerar la posibilidad de incluir en su contenido información sobre el aire acondicionado, las zonas de sombra, entre otros, y hacer que ese contenido se pueda buscar y filtrar en el proceso de reserva. “Cada vez más gente se interesará por esos detalles en la fase de búsqueda y reserva”, completó el CTO de Vibe.

¿Cómo influirá el calor en las estrategias hoteleras?

Desde los inicios del turismo de masas en la década de 1960, las tarifas hoteleras -entre otras- se definieron desde el enfoque de temporada alta de verano. Por eso, según Alex Barros, director de Marketing e Innovación de Beonprice, plataforma de gestión para el sector hotelero, el cambio climático es un factor potencialmente enorme para la gestión de los ingresos de los establecimientos. "Habrá que investigar más sobre el impacto de las temperaturas en la demanda de los consumidores. ¿Cuál es la temperatura ideal para la fijación de precios máximos? ¿Se ve afectada por la volatilidad temporal de las temperaturas o solo por las medias a largo plazo? Todo ello influirá, por supuesto, en la forma en que los hoteleros aborden la construcción y apertura de nuevos establecimientos, no solo en lo que respecta a la ubicación, sino también a los edificios y zonas comunes con temperatura controlada”, planteó el ejecutivo de Beonprice.

Adaptarse al clima no es una opción, es una necesidad

En este sentido, Bruno Martins, director de Producto del proveedor global de tecnología hotelera Shiji Group, comentó: “Los hoteles y complejos turísticos de los lugares más calurosos tendrán que replantearse sus zonas de descanso al aire libre, tal vez poniendo fin a las piscinas "exteriores" o, como mínimo, colocando algún tipo de cubierta en la parte superior, y haciéndolas también más acogedoras por la noche, incluyendo servicios de salvamento, o tal vez incluso cobrando en las horas punta. También habría que replantearse los centros de spa, posicionándolos más como un lugar para ir a refrescarse, con menos saunas y más baños de hielo".

Martins también puso como ejemplo lo que sucedería con los campos de golf: “Son una atracción popular para los lugares cálidos y también se verán afectados, ya que no se puede cubrir todo un campo de golf con pantallas y se necesitará más riego en un momento en que el agua es más escasa. Una vez más, los golpes de salida nocturnos, o al menos a primera hora de la mañana, tendrán una mayor demanda”.

¿Cómo influirá el calor en las tarifas?

Frente a tales cambios, el directivo de Shiji Group dijo que la tecnología va a ser el hilo conductor de la adaptación, “ya sea a través de aplicaciones que permitan a los huéspedes programar mejor esos momentos de frescor, un software de precios que maximice los ingresos en función de la temperatura, o pulseras electrónicas que permitan a los huéspedes acceder (o no) a determinados lugares a ciertas horas en función de la demanda. Básicamente, los hoteles ya pueden empezar a optimizar los ingresos de las actividades en función de la hora del día, donde la demanda aumentará y mejorará la gestión de los ingresos de las tarifas”.

Desde la perspectiva de cómo impactará en los hábitos de los consumidores, Fabián González, cofundador del evento de turismo de lujo Forward_MAD, afirmó: "Los hoteles y resorts de lujo mejor posicionados para adaptarse a los retos del cambio climático, ya que cuentan con los recursos necesarios para invertir en lo que hace falta y tienen clientes más exigentes en cuanto a expectativas de sostenibilidad, seguro podrán pagar por ello. En cambio, los proveedores de turismo de masas, con márgenes reducidos, tienen que pagar esos costes, que suponen la diferencia entre los beneficios y las pérdidas”.

Según González, otro cambio dispar según el segmento de viajeros será que “a medida que se extiendan sus vacaciones a lo largo de todo el año, adaptándose a la "invernada" en lugar de a la "veranada", mayor será la conveniencia para muchos hoteles boutique y de lujo más pequeños, con un número limitado de habitaciones, a los que les sería más fácil llenarlas en los meses normalmente más tranquilos. Además, los viajeros de alto poder adquisitivo suelen ser más flexibles en cuanto a las fechas de sus vacaciones”.

Por último, Janis Dzenis, director de Relaciones Públicas de la web de comparación de precios de vuelos WayAway, dijo que a corto plazo el clima continuará impulsando la conciencia ecológica entre los viajeros. “Así que querrán saber qué hacen los destinos y los hoteles para luchar contra esto, y los que no tengan una respuesta convincente irán perdiendo terreno”.

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