La industria aérea internacional se prepara para un cambio histórico: la eliminación definitiva de las tarjetas de embarque en formato papel. Así lo ha anunciado la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que ya trabaja en un marco regulador global para que en menos de tres años todos los procesos aeroportuarios sean completamente digitales.
La OACI prevé el fin de las tarjetas de embarque físicas
Los check-in online en los vuelos de todo el mundo relegará a las tarjetas físicas en menos de tres años, según OACI: ¿está garantizada la inclusión?
Tarjeta de embarque fisica.
El reciente anuncio de Ryanair, que dejará de emitir tarjetas de embarque físicas a partir de noviembre, es solo un anticipo de un movimiento más amplio que afectará a aerolíneas, aeropuertos y pasajeros de todo el mundo. El objetivo: un ecosistema sin papel, más eficiente, seguro y conectado a las nuevas demandas tecnológicas. De fondo, y como elemento también primordial, el ahorro de millones de dólares en personal, tecnología y papel asociado a la emisión física de boletos.
Una transformación sin precedentes en menos de tres años, según la OACI
La llamada “creencia digital”, en la que trabaja la OACI, busca integrar en un único soporte digital toda la documentación que el viajero necesita para volar: desde la tarjeta de embarque hasta el pasaporte. De este modo, bastará con el teléfono móvil para gestionar un viaje completo, desde la reserva hasta el embarque, pasando por el control de seguridad y migración, en aquellos aeropuertos que dispongan de sistemas de reconocimiento facial.
El sistema permitirá actualizar en tiempo real cualquier cambio operativo del vuelo (como horarios o puerta de embarque) y ofrecerá una experiencia de tránsito fluida, sin necesidad de mostrar documentos físicos.
Más comodidad, menos papel
Se supone que para los viajeros esta digitalización traerá ventajas: menor tiempo de espera, trámites más ágiles y reducción de errores. Según Amadeus, uno de los principales proveedores de tecnología para el turismo, esta es la mayor revolución desde la llegada del billete electrónico a comienzos del milenio.
Además, las autoridades destacan la mejora en la seguridad, ya que los sistemas digitales dificultan la falsificación de documentos y permiten una trazabilidad más precisa de los pasajeros en todo el recorrido aeroportuario.
Pero el camino hacia la desaparición total del papel no está exento de desafíos. Uno de los principales será garantizar que todos los pasajeros puedan acceder a este sistema, incluyendo aquellos que no usan smartphones o no están familiarizados con la tecnología. También preocupa la protección de los datos personales, un aspecto que "requerirá mecanismos robustos y auditables para evitar brechas de seguridad", según reconoce la propia OACI.
De hecho, el organismo de Naciones Unidas prevé que en menos de cinco años los aeropuertos serán escenarios completamente digitales, donde el teléfono móvil será la única llave necesaria para volar. La cuestión ahora no es si este cambio llegará, sino cómo garantizar que llegue para todos: ¿vale todo por incrementar ganancias?