Las principales aerolíneas estadounidenses prevén un panorama "preocupante" para 2025, con previsiones a la baja en sus beneficios y una posible ralentización de la demanda de vuelos. Compañías como Delta Air Lines, American Airlines, Southwest Airlines y United Airlines han ajustado sus expectativas financieras ante un contexto marcado por la desaceleración económica y cambios en los hábitos de consumo.
Las aerolíneas empeoran sus previsiones para 2025: ¿habrá "efecto contagio"?
Una posible menor demanda de vuelos y el auge de costes disparan el miedo en las aerolíneas: los expertos creen que podría afectar al resto del sector.
Pantallas de información del aeropuerto Adolfo Suarez-Madrid Barajas.
Uno de los principales indicadores de esta tendencia es la caída en la confianza del consumidor, que en febrero registró su mayor descenso desde agosto de 2021, según datos de The Conference Board. A esto se suman las restricciones fiscales y las tensiones comerciales con socios clave como Canadá, México y China, lo que podría traducirse en una reducción del gasto turístico y de las visitas internacionales a Estados Unidos.
De acuerdo con un informe de Tourism Economics, el gasto turístico entrante en el país podría caer un 10,9 %, lo que supondría pérdidas cercanas a los 18.000 millones de dólares. En términos generales, el impacto en el sector de viajes podría alcanzar los 64.000 millones de dólares en 2025, lo que golpea directamente los ingresos de las aerolíneas.
La negatividad del sector aéreo puede "contagiarse"
Lorraine Sileo, analista sénior y fundadora de Phocuswright Research, afirmó que la incertidumbre en torno a las implicaciones de las políticas gubernamentales, las fluctuaciones del mercado bursátil y la inflación está generando cautela entre los viajeros.
“La confianza del consumidor cayó en febrero, lo que afectará a todo tipo de gasto, al igual que la reducción de personal gubernamental y un mayor escrutinio sobre los viajes gubernamentales”, declaró Sileo. “También existe la amenaza de prohibiciones de viaje, y las agencias de viajes ya están observando que algunos viajeros internacionales están cambiando sus planes”.
Y asegura que la posibilidad de que esta “negatividad” en el sector aéreo acabe contagiando a la cadena de valor turística es “muy elevada”.
Ajustes operativos y menor capacidad en los vuelos, lastres del crecimiento aéreo
Para contrarrestar el efecto de la caída de la demanda, varias aerolíneas han comenzado a reducir su capacidad operativa. Delta, United y American Airlines han ajustado sus itinerarios para el segundo trimestre del año, mientras que Frontier y JetBlue han cancelado parte de sus vuelos programados para el verano. Estas medidas buscan evitar una caída en las tarifas aéreas y proteger los márgenes operativos.
Por otro lado, la incertidumbre también afecta al turismo internacional hacia EE. UU. Canadá, Reino Unido y Alemania han emitido advertencias sobre viajar al país debido a cuestiones fronterizas y tensiones políticas. Esto ha provocado una reducción del 70 % en las reservas transfronterizas entre Estados Unidos y Canadá hasta septiembre de 2025.
¿Qué soluciones debe aplicar el sector de las aerolíneas?
A pesar del clima de incertidumbre, algunos analistas sostienen que la situación podría estabilizarse si se alivian las tensiones comerciales y se aplican políticas económicas más favorables. Factores como una recuperación del mercado bursátil o una bajada en los precios de vuelos y hoteles podrían incentivar nuevamente la demanda.
Las agencias de viajes online (OTAs) también enfrentan desafíos, en especial aquellas con un fuerte enfoque en el mercado estadounidense, como Expedia. Sin embargo, plataformas más diversificadas globalmente, como Booking Holdings o Airbnb, podrían resistir mejor los efectos de la crisis. En este sentido, la integración de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial se perfila como una herramienta clave para adaptarse a la volatilidad del mercado.
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