Las empresas de gestión de viajes corporativos o turismo MICE (TMC, por sus siglas en inglés) atraviesan una crisis estructural que cuestiona su papel en la industria. En un sector donde la tecnología y la automatización avanzan a gran velocidad, muchas de estas compañías se han quedado atrás, atrapadas en modelos operativos desfasados y sistemas ineficientes que generan más problemas de los que resuelven. Así lo recoge Phocuswright en un informe clave para comprender la evolución de este subsector turístico.
Phocuswright: ¿cómo gestionar el turismo MICE en 2025 y no morir en el intento?
Según Phocuswright, las agencias de viajes de turismo MICE deben reforzar sus plantillas y apostar por la digitalización ante el auge de la demanda.
El MICE resulta vital para las agencias de viajes.
Según esta consultora, lejos de simplificar la organización de viajes de negocios, las TMC han introducido una capa adicional de complejidad. Las empresas que dependen de sus servicios se ven obligadas a reforzar sus propios equipos internos para suplir las carencias de estas agencias de viajes, lo que incrementa los costes y diluye el valor que deberían aportar.
En lugar de garantizar experiencias de viaje fluidas, muchas TMC se han especializado en la gestión de crisis y la resolución de incidencias, dejando de lado la prevención y la optimización de procesos.
¿Cómo pueden las agencias de viajes MICE interpretar los datos y no fracasar intentándolo?
Uno de los mayores desafíos es la gestión de datos. A pesar de contar con una gran cantidad de información sobre tarifas aéreas, tendencias de gasto y comportamiento de los viajeros, la mayoría de estas agencias no aprovecha estos recursos para mejorar la toma de decisiones. En su lugar, siguen dependiendo de motores de reserva rígidos y sistemas de gestión de gastos obsoletos, lo que dificulta la implementación de políticas de viaje dinámicas y adaptadas a las necesidades reales de las empresas, según Phocuswright.
La falta de innovación no es solo culpa de las TMC. El ecosistema de viajes corporativos presenta "conflictos estructurales que dificultan el cambio". Por un lado, aerolíneas y hoteles presionan a las agencias con márgenes ajustados, mientras que las plataformas de reserva directa "están captando cada vez más cuota de mercado".
La falta de inversión en tecnología explica el caos actual
Por otro lado, las empresas que contratan estos servicios imponen requisitos exigentes a través de procesos de licitación (RFP) que priorizan el coste sobre la calidad del servicio. A esto se suma una inversión insuficiente en tecnología por parte de la industria, lo que ha llevado a la consolidación de procesos manuales ineficaces y sistemas poco conectados entre sí.
¿Qué soluciones deben adoptar las agencias de viajes corporativas?
Para sobrevivir en este nuevo escenario, las TMC deben abandonar su enfoque basado en la mera gestión de transacciones y apostar por soluciones más ágiles e inteligentes. Esto implica la integración de plataformas API que permitan la reserva de viajes en múltiples canales, la automatización de políticas de aprobación mediante inteligencia artificial y la incorporación de sistemas de control de gastos en tiempo real que reduzcan las pérdidas económicas.
El sector de la gestión de viajes corporativos no necesita una evolución gradual, sino una transformación radical. Aquellas empresas que no logren adaptarse a esta nueva realidad corren el riesgo de quedar obsoletas ante la creciente competencia de plataformas de digitalización más flexibles y eficientes.
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