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Manual Cruceros

Cruceros, el ave Fénix de la industria turística

Los cruceros siguen batiendo récords e insisten -así y todo- en que “los mejores días están por venir”. Los desafíos de la macroeconomía y la sostenibilidad.

Los números de 2024 se alejan tanto del récord prepandémico que la comparación ha quedado anacrónica. Esa resiliencia templa hoy los ánimos de los ejecutivos que no desconocen que la incertidumbre geopolítica y macroecónomica actual es una marea a contracorriente, al igual que el enorme desafío que plantea la sostenibilidad para una industria que convive con el estigma del sobreturismo y la contaminación.

La confianza que dan los récords de facturación

La industria global de cruceros alcanzó el año pasado un récord de 34,6 millones de pasajeros. Esto implica la friolera de 3 millones más de clientes que en 2023, cuando -por cierto- el segmento ya había batido cómodamente las cifras de 2019 (mientras que el turismo en general seguía un 12% abajo).

Es más, para 2025 se proyecta alcanzar los 37 millones de pasajeros, en una curva ascendente que para 2028 llegaría a los 42 millones.

“Esto no solo demuestra que crecemos, sino también nos llena de optimismo. Estamos en una excelente posición y en una industria cuyos mejores días están por venir”, declaró Bud Darr, presidente y director ejecutivo de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA, por sus siglas en inglés), en la reciente conferencia Seatrade Cruise Global, celebrada en Miami Beach.

“No es sólo el optimismo de las empresas propietarias de los barcos, sino también de la comunidad inversora lo que respalda estas decisiones de capital a largo plazo, las cuales muy costosas”, añadió Darr en referencia al incremento de la oferta.

¿Y el tsunami de la geopolítica?

Pese al actual armisticio que tiene fecha de vencimiento, la guerra comercial desatada por el gobierno de Donald Trump por las subas de aranceles recíprocos desató fantasmas de un rebrote inflacionario y -como mínimo- un enfriamiento de la economía.

Durante el primer trimestre, las sombras de ese escenario obligaron a quemar las previsiones de muchos sectores e industrias que descontaban un crecimiento sostenido para 2025. ¿Acaso los cruceros son inmunes a este escenario de incertidumbre?

Para nada, los ejecutivos de las navieras reconocieron un primer trimestre con altibajos. De hecho, esta marejada coincidió con el momento del año en el que se realizan la mayor cantidad de reservas a futuro. También en Seatrade, Josh Weinstein, presidente y director ejecutivo de Carnival Corp, señaló: “Creo que descubrimos algo que, lamentablemente, ocurre con frecuencia en nuestro negocio: la macroeconomía a veces influye en la vida de las personas”. De todos modos, el ejecutivo dijo que el efecto fue pasajero: “Afectó al principio, pero luego las reservas volvieron a aumentar, incluso superando las expectativas para 2026 y 2027 (...) La gente se acostumbró a la nueva normalidad, la asimiló”.

Para Weinstein, la industria de cruceros no es inmune a una recesión, “pero es muy resiliente”.

La paradoja del precio de los cruceros

Un dato no menor de la resiliencia de los cruceros es que no sólo crecen las reservas, sino que también lo hacen a tarifas más altas que nunca.

“Cuando los tiempos son más difíciles, la gente busca cómo hacer que su dinero rinda más y eso encaja increíblemente bien con lo que buscamos ofrecerles”, afirmó el ejecutivo de Carnival.

Efectivamente, pese a la suba de tarifas de las navieras, las vacaciones en crucero siguen estando a un mejor valor que las que son en tierra. Según un informe de JPMorgan, la diferencia de precio entre los itinerarios en barcos y las alternativas en tierra se sitúa entre el 25% y el 30%, cuando antes de la pandemia no superaba el 15%.

“Las navieras se han centrado en mejorar las experiencias sin reducir la calidad ni el servicio a pesar de la inflación”, comentó Matt Boss, jefe de Ocio y Venta Minorista de la entidad, que en su research advierte un entorno más cauteloso por parte de los consumidores: el 45% prevé reducir su gasto discrecional en los próximos 12 meses.

El optimismo que cuenta: la inversión en barcos

Lo interesante de ese optimismo que se campea por la industria es que va de la mano de un aumento proporcional de la oferta. Según el informe anual 2025 de Cruise Industry News, la cartera de pedidos de cruceros oceánicos mundiales es de 73 buques, valorados en US$ 63.500 millones y que entrarían en servicio en lo inmediato y hasta 2033.

En promedio, cada nave sumaría 2.423 pasajeros a la capacidad total de la flota, que se espera que crezca un 6,5% para fines de este año, otro 6% en 2026, y caiga al 4% en 2027.

A esto habría que sumar las multimillonarias inversiones en ampliación de la oferta en servicios terrestres, que va desde islas privadas a destinos de playa exclusivos para los pasajeros de las navieras.

Los nuevos cruceristas

Lejos de aquella mirada de los cruceros como producto eminentemente atractivo para los adultos mayores, en los últimos años se está verificando una evolución pronunciada de la participación de población más joven. De hecho, la edad promedio de los pasajeros es de 46 años, siendo un 36% de los cruceristas menores de 40 años. Y eso es una buena noticia para el futuro de la industria.

Según CLIA, “los millennials son los más entusiastas a la hora de planificar unas vacaciones embarcados”. Dato confirmado por Royal Caribbean International que señaló que la mitad de sus clientes son millennials o menores.

Según el informe del JPMorgan, esto tiene que ver con el aumento del patrimonio neto de los millennials, que permitió que su capacidad de gasto creciera cerca de un 50% desde 2019.

En esa línea, un reciente informe de CLIA arroja datos sorprendentes de la transformación y “rejuvenecimiento” del mercado de cruceristas:

  • El número de recién llegados a los cruceros está aumentando. El 27% de los pasajeros de los dos últimos años fueron debutantes en esta modalidad de turismo, lo que supone un crecimento del 12% interanual. Para Carnival Cruise Line las reservas de primerizos para 2025 incrementaron un 30%.
  • Por otra parte, los cruceros se han convertido en una opción privilegiada para los viajes multigeneracionales: más del 30% de las familias viajan en crucero con al menos dos generaciones, mientras que el 28% de los cruceristas embarcan en grupos compuestos entre tres y cinco generaciones.
  • En este sentido, no llama la atención que los cruceros de expedición y de exploración (centrados en brindar una experiencia de aventura en destinos remotos) sean los de más rápido crecimiento en la industria, con un aumento del 71% en los pasajeros de 2019 a 2023.
  • Las excursiones accesibles también están al alza, con un 45% de los pasajeros de cruceros reservando itinerarios accesibles.
  • Otra tendencia que cada vez atrae más a los clientes son los viajes en solitario. Por ese motivo, las empresas están aumentando el número de cabinas individuales en los nuevos barcos y modernizando los ya existentes para incluir más opciones para quienes viajan solos.

Las “fábricas” de cruceristas

A nivel de composición geográfica de la demanda no hay demasiadas novedades. Norteamérica sigue reforzando su condición de principal mercado de origen, siendo la usina de más del 57% de los cruceristas (la enorme mayoría de Estados Unidos). De hecho, más que duplica la cantidad de pasajeros europeos transportados, que son la segunda principal fábrica a nivel global.

La porción de Sudamérica en el pastel de la industria sigue siendo marginal. En materia de demanda el aporte de cruceristas sudamericanos ronda el millón, o sea, poco más del 3% del total. Lo interesante es que esa cantidad crece año a año. El mercado de origen más importante de la región -por lejos- es Brasil (único en el top ten global), que en 2023 generó 740 mil pasajeros.

El desafío de la sostenibilidad

El reto para la industria es doble. Por un lado, demostrar su aporte a las comunidades locales y empezar a despegarse de ser uno de los responsables del sobreturismo en algunos destinos icónicos. Y por otra parte, limpiarse el estigma de contribuir a la contaminación de los mares.

Sea por la cancelación de los pasajeros o los destinos, la vocación sostenible de los cruceros ya no tiene un carácter voluntario. Ya que las empresas son conscientes de que, más allá de las cuestiones éticas, el mercado se va volviendo hostil a los productos que no puedan demostrar un compromiso ambiental palpable.

Los datos de CLIA muestran que la inversión en tecnologías y combustibles alternativos por parte de las navieras hablan de un aceleramiento del avance de la agenda medioambiental.

Los datos de la cartera de pedidos de nuevos buques evidencian que las líneas de cruceros continúan invirtiendo en nuevas tecnologías de motores (aptos para ser propulsados por GNL, metanol y otras fuentes de energía renovable) de cara a alcanzar en 2050 el objetivo de cero emisiones de carbono.

Sin embargo, la solución definitiva no depende de las navieras.

“Al final todo dependerá de tres cosas: el combustible, el combustible y el combustible”, ironizó Darr, quien defendió la postura de la industria: “No nos dedicamos a producir nuevos combustibles ni a desarrollar cadenas de suministro inexistentes para que se entreguen (...) No es falta de voluntad, ni de capital. Observen nuestra cartera de pedidos de buques, cuyo diseño incluye motores que podrán funcionar con un combustible futuro y ecológico que aún no se comercializa”.

En cuanto al aporte a las comunidades locales, Jason Liberty, presidente y director ejecutivo de Royal Caribbean, planteó que muchas veces el estigma que carga la industria se debe más a la falta de formación y conocimiento del aporte de la actividad por parte de algunos líderes: “Normalmente, cuando tenemos la oportunidad de interactuar con ellos escuchamos atentamente y educamos. Finalmente, nos terminan ubicando en el lado correcto”.

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