Cierra los ojos e imagínate un galeón español que navega velozmente en el medio de un mar enfurecido y oscuro, y el rugido de un vendaval que lo empuja hacia un arrecife. El buque se hunde, y el oro y otros tesoros a bordo desaparecen con él en las profundidades.
Destinos de playa para amantes de la historia
Florida es el hogar de la ciudad en actividad más antigua de Estados Unidos, del primer asentamiento europeo y hasta del bar que lleva más años abierto al público. Además, a pocos pasos de estos lugares sobresalen verdaderos tesoros históricos.
Imagínate a soldados de diferentes países izar sus banderas, construir fortalezas y enfrascarse en sangrientas guerras.
Imagínate una búsqueda febril para encontrar un elíxir mágico que conserva la eterna juventud.
Esto y mucho más forma parte de la verdadera historia del Estado del Sol. Te invitamos a revivir ese fascinante pasado en cinco de sus pueblos playeros.
AMELIA ISLAND.
Este centro vacacional del nordeste de Florida, hogar de la histórica Fernandina Beach es un relajado lugar donde podrás explorar muchos kilómetros de amplias y tranquilas playas oceánicas, con estacionamientos gratis y la distintiva hospitalidad sureña. Conocida como la “Isla de las ocho banderas”, el ajetreado pasado de Amelia Island incluye el paso de indios tamucanes, piratas, camaroneros, nobles y confederados.
Para David Edwards, dueño y operador del trolebús de Amelia Island, uno de los principales puntos de interés es el Palace Saloon, el bar más antiguo del estado en operación permanente; la posada Florida House, que en su rubro ostenta igual mérito; y el faro de Amelia, el más añoso de Florida en funcionamiento.
"Fernandina Beach ha sido cuidadosamente mantenida para conservar su encanto y atmósfera acogedora, razones por las que todo el mundo se enamora de ella”, asegura Edwards.
La isla también cuenta con un museo de historia; un parque estatal, el Fort Clinch; y la American Beach, establecida por Abraham Lincoln Lewis, el primer millonario floridano de la raza negra.
CAYO HUESO.
La ciudad más al sur de Estados Unidos es famosa por varias razones: su personalidad extravagante y vivaz, gallinas que deambulan por las calles, gatos con seis dedos, mansiones de jengibre, casas con techos de caracoles, las celebraciones a la puesta del sol y abundante vida nocturna. Pero Cayo Hueso también cuenta con un pintoresco pasado que la escritora Carol Shaughnessy, quien reside aquí desde hace 30 años relata como nadie. “Este es el hogar, subraya, de los más importantes distritos históricos, predominantemente de madera, del país; tres fortalezas de la era de la Guerra Civil y lo que se cree es el único cementerio para refugiados afroamericanos. Además, es donde está la casa de Ernest Hemingway y el Museo Mel Fisher Maritime, que atesora valiosos elementos y tesoros de dos galeones españoles que naufragaron en 1622.”
Un dato particularmente fascinante: durante la edad de oro de la navegación a vela, más de un centenar embarcaciones al día navegaban por las peligrosas aguas de los Cayos de Florida. Y en promedio, al menos una embarcación naufragaba por semana. Los “raqueros” iban entonces como bólidos hacia los arrecife para rescatar a los tripulantes y los cargamentos. La mercancía salvada se vendía se subastaba en tierra y los raqueros eran premiados generosamente por los tribunales, lo que hizo que Cayo Hueso fuera la ciudad más rica del país en la década de 1830.
PENSACOLA.
Fue el sitio elegido por los europeos para establecer su primer asentamiento. Situada al nordeste del Estado del Sol, a lo largo de las aguas esmeralda y centelleantes del golfo de México, su perfil actual evoca modernidad, pero su pasado es un remolino de soldados, conquistadores y huracanes.
Valeria L. Palmertree, de Visit Pensacola, recomienda subir a lo alto del faro. “Tiene 150 años, la vista es impresionante y se puede ver la ruta por la que los españoles navegaron por nuestras islas en 1559”, explica.
En el Museo de la Aviación Naval Nacional podrás operar emocionantes simuladores de combate aéreo, caminar por entre más de 150 aeronaves clásicas y observar, en ciertos momentos del año, practicar a los célebres escuadrones de los Blue Angels. Todo gratis. Además, en la Historic Pensacola Village podrás visitar casas con muebles de época, museos y una de las iglesias más antiguas del estado. Y sobresale también el bello y evocador Fuerte Barrancas, que tras un pasado de varios siglos fue desactivado en 1947 y designado Sitio Histórico Nacional en 1960 bajo control del Servicio de Parques Nacionales.
ST. AGUSTINE.
Es una de las comunidades playeras con más rica historia en Florida. Se trata, de hecho, de la ciudad más antigua del país ininterrumpidamente ocupada, verdadera cuna de Estados Unidos, donde en 1565 nace la América colonial europea.
Para explorarla, puedes comenzar por el Parque Arqueológico Fuente de la Juventud, caminar por la misma orilla en que lo hizo el explorador Pedro Menéndez de Avilés e incluso escuchar los disparos de los cañones. Inolvidable.
Guarda energía para explorar las angostas calles de adoquines del distrito histórico del centro, donde se puede cenar al aire libre, ir de compras y disfrutar de un helado rodeado de iglesias, museos y edificios históricos. Sube hasta lo alto del faro de St. Augustine por su interminable escalera de caracol, explora el fuerte Matanzas y el castillo de San Marcos, y no dejes de solearte sobre las doradas arenas de su amplia playa de cara al Atlántico.
STUART.
Esta relajada ciudad está en el mismo corazón de la Costa del Tesoro de Florida, así conocida en recuerdo a los galeones españoles que naufragaron en sus costas en los siglos XVII y XVIII, dejando en las profundidades del mar los botines que llevaban a bordo.
No dejes de visitar Gilbert's Bar House of Refuge, un rincón para sobrevivientes de naufragios construido sobre escarpadas formaciones de piedra caliza. “Lo fascinante es que ha estado aquí desde 1876 y es el único refugio en su tipo que queda en el país”, dice Jim McCormick, el guardián de la casa. “Con la luz correcta, desde el portal se pueden ver secciones del Georges Valentine, un bergantín italiano que naufragó cerca de la costa”, añade. Se puede hacer snorkel o bucear en torno al naufragio.
Y no dejes de explorar el Museo de Niños de la Costa del Tesoro y darte una zambullida en la pintoresca Jensen Beach. En 1895, este pueblo exportaba más de un millón de cajas de piñas anuales, por lo que fue proclamada “Capital mundial de las piñas”.
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