Las estafas en el turismo no son nuevas, pero sí más sofisticadas. Desde anuncios falsos hasta cargos inflados en restaurantes, los delincuentes aprovechan cada etapa del viaje. Según Mastercard Economics Institute (MEI), los fraudes en este sector se disparan durante las vacaciones y afectan especialmente a agencias de viajes, plataformas y destinos populares.
Estafas en el turismo: ¿cómo evolucionan y cómo protegerse?
Las estafas en el turismo se vuelven más sofisticadas cada año, con más fraudes en agencias de viajes, alojamientos y taxis que se disparan en temporada alta.
Las estafas en el sector turístico se disparan en temporada alta. Agencias, taxis y alojamientos informales concentran los mayores niveles de fraude.
En la etapa de planificación, los viajeros son un blanco fácil. En 2024, la tasa de fraude en servicios vinculados a reservas y planificación aumentó más del 12% respecto al año anterior. Imágenes manipuladas, enlaces engañosos o sitios web falsos aprovechan la ansiedad del consumidor por conseguir ofertas.
Así mismo, las agencias de viajes y tours presentan una tasa de fraude más de cuatro veces superior al promedio mundial. También resaltan los servicios de taxi y alquiler de vehículos. En contraste, los sectores de transporte y alojamiento formal reportan niveles más bajos.
Ciudades más vulnerables ante estafas
El riesgo de estafa varía considerablemente entre ciudades. Los reportes más bajos se concentran en San Francisco, Dublín, Seúl, Budapest y Edimburgo. Por el contrario, los turistas declaran mayor incidencia de fraude en lugares como Cancún, Hanói, Daca y Bangkok.
Además, el tipo de fraude cambia según la ciudad. En destinos como Cancún, Delhi o Hong Kong, las estafas se concentran en agencias. En Phuket y Antalya, se relacionan más con alojamientos. Mientras tanto, en Raid, Manila y Los Ángeles, los servicios de restauración son el foco principal.
El rol de la temporada alta y la alta presión económica
El volumen de transacciones y el entusiasmo de los viajeros en períodos de alta demanda amplifican las estafas. En verano, las tasas de fraude en destinos turísticos crecieron más del 18%; en invierno, en puntos fríos de alto flujo, el alza fue del 28%.
Este fenómeno se potencia en contextos económicos desafiantes, donde los viajeros, más sensibles al precio, buscan descuentos agresivos sin validar las fuentes.
Impacto en decisiones y medidas preventivas
La exposición al fraude modifica comportamientos, ya que los turistas ajustan destinos, implementan medidas de seguridad o eligen medios de pago con protección. Entre ellas, destacan las billeteras móviles con tokenización, que reemplazan los datos reales de la tarjeta por identificadores únicos y reducen el robo digital.