La Bodega Funckenhausen lanzó recientemente al mercado la etiqueta Funckenhausen Red Blend 2014. Se trata de un vino de corte que busca resaltar las bondades del terroir del sur mendocino a partir de las cepas malbec, bonarda y syrah. Elaborado por el enólogo Mauricio Lorca, se comercializa en un formato de 1 l.
El nombre Funckenhausen enfatiza el bagaje histórico-familiar; sin embargo, en este caso el vino presenta un formato original y una estética moderna. Desde la bodega buscaron reflejar la coexistencia de diferentes generaciones trabajando en un mismo proyecto: Kurt Heinlen, su fundador y presidente; junto a su nieto Alejandro Leirado Heinlen, gerente general del emprendimiento.
"Desde el inicio se buscó que cada botella exprese el potencial de nuestra tierra a través de distintas líneas de vino", explicó Alejandro Leirado Heinlen. "Esto lo logramos enfocando el trabajo desde el viñedo y con una premisa: la uva debe ser la protagonista. Con Funckenhausen Red Blend quisimos brindarle al consumidor un vino con identidad, frutado y amable, que invite a una segunda copa", agregó.
Por otra parte, cabe recordar que la bodega es un proyecto familiar boutique, que nació de la fusión entre la identidad alemana y la argentina. La familia Funcke emigró desde Funckenhausen a Argentina en el siglo XIX. En 2003, a sus 74 años, uno de sus integrantes Kurt Heinlein decidió recorrer Mendoza buscando un terruño para concretar su viejo anhelo: establecer un emprendimiento vitivinícola que rindiera tributo a sus antepasados y conformara un legado para las generaciones futuras.
Después de cinco años la bodega lanzó la primera etiqueta y, en la actualidad elabora cuatro líneas de vino bajo la marca "La Espera": La Espera Gran Reserva Blend Kurt Heinlein, La Espera Reserva, La Espera Roble y La Espera Extra Brut Chardonnay-Viognier.
FICHA TÉCNICA.
Funckenhausen Red Blend es un vino amable y equilibrado. La cosecha 2014 está compuesta por 50% de malbec, 35% de bonarda y un 15% de syrah.
En la búsqueda de elaborar un vino intenso, balanceado y de una acidez vibrante. A continuación un detalle de las ventajas que cada una de las tres cepas aporta:
• Malbec: en boca se puede apreciar la presencia de sabores a ciruelas y taninos dulces y suaves. Es lo que brinda la elegancia al vino.
• Bonarda: aporta el color a fruta roja; además de estructura y volumen.
• Syrah: en boca brinda un sabor a menta y especias, excelente acidez y un final fresco.
“Los vinos de corte y sus ventajas” POR ALEJANDRO LEIRADO HEINLEN, GERENTE GENERAL DE LA BODEGA FUNCKENHAUSEN
El arte de realizar vinos de corte o blends se apoya fuertemente en la premisa que el todo es mayor que la suma de las partes.
Si bien bajo la palabra blend generalmente asociamos la mezcla de diversos varietales o mismos varietales de diferentes regiones, no debemos olvidarnos que la técnica se encuentra ampliamente difundida en las bodegas al realizar cortes de una misma uva sometida a distintos protocolos de elaboración (tanto de fermentación, maceración y maderización, entre otros).
El objetivo en última instancia es trabajar de manera más controlada sobre las ventajas y desventajas que deriven tanto de la uva como de todos los procesos que intervienen en la elaboración, para potenciar una sensación gustativa y el resultado final. El uso de distintos varietales aporta profundidad a la alquimia en la que el enólogo trabaja.
La técnica más difundida de elaboración de vinos de corte consiste en determinar el perfil de vino buscado y, así, definir el varietal principal que se utilizará. Vinificados por separado, los varietales luego son combinados hasta obtener el resultado buscado por el enólogo.
Dadas las bondades del malbec (perfil aromático vinculado a frutas rojas y/o floral y la dulzura de sus taninos, entre otras características) y el hecho de ser la cepa insignia de nuestro país, es esperable que muchos cortes trabajen con una mayor proporción de esta cepa.
Otro varietal de relevancia, como el cabernet sauvignon, aporta estructura, taninos y complejidad aromática. Un bonarda potencia el perfil aromático, sumando notas a frutos del bosque, toques especiados y amplía el volumen en boca del vino, manteniendo la suavidad de los taninos. Finalmente, el syrah aporta estructura, especias y notas mentoladas, con un final en boca más fresco.
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