Nuevas normas en la UE para potenciar el SAF y la electrificación

Por Borja Cameselle

Europa quiere llevar la batuta en el desarrollo del SAF, el combustible sostenible que viene a revolucionar la industria aeronáutica y en la electrificación de los vehículos personales: esta semana el Consejo de la Unión Europea, bajo la presidencia de España, aprobó una nueva normativa para impulsar el desarrollo de este combustible, para que se fabrique, distribuya y exporte con la marca “UE” (Unión Europea), así como nuevas normativas para potenciar la construcción de estaciones de carga para vehículos eléctricos.

Por un lado, el gobierno comunitario da luz verde a que, a partir de 2030, todas las aerolíneas estén obligadas a usar un 1,2% de combustibles SAF. Algo que muchas aerolíneas ya están probando y que, para dentro de siete años, tendrá que ser obligatorio.

Se trata de un Reglamento sobre la Infraestructura para los Combustibles Alternativos, para que en los próximos años se instalen más estaciones de recarga para potenciar la electrificación. Un reglamento en el que, además se añaden mayores facilidades para que este tipos de combustibles ecológicos lleguen (adaptados) a los ciudadanos, a sus vehículos eléctricos e híbridos, mediante nuevas estaciones de recarga.

”El nuevo Reglamento es un hito del paquete de medidas "Objetivo 55", que prevé una mayor capacidad pública de recarga en las calles, las ciudades y las autopistas de toda Europa”, subraya Raquel Sánchez Jiménez, ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana de España, y líder del ramo en el gobierno europeo.

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Raquel Sánchez, ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

“Confiamos en que, en un futuro próximo, los ciudadanos puedan cargar sus coches eléctricos con la misma facilidad con la que repostan ahora en las gasolineras tradicionales”, subrayó Sánchez.

En cuanto al SAF de las aerolíneas, Iberia y la consultora PWC aseguran que actualmente se está produciendo el 0,05% de la demanda de este tipo de combustibles ecológicos, por lo que Europa (y en especial España) deberán invertir unos 20.000 millones de euros para producir 5 millones de toneladas de SAF anuales que abastezcan la demanda.

Además, este tipo de combustibles se pueden mezclar con el queroseno tradicional, ya que no hace falta modificar los sistemas de suministro de combustibles de los aeropuertos (ya que pueden compartirse entre ambas fuentes), lo que facilitará su implementación gradual en todo el continente.

¿Cuáles son los objetivos de la electrificación para 2025 y 2030?

El texto del Reglamento establece objetivos específicos de implantación de electrolineras (estaciones de carga eléctricas) que deberán cumplirse en 2025 o 2030, en particular:

A partir de 2025, deben instalarse estaciones de recarga rápida de al menos 150 kW para turismos y furgonetas cada 60 km en los principales corredores de transporte de la UE, la denominada «red transeuropea de transporte (RTE-T)»;
Las estaciones de recarga para vehículos pesados con una potencia disponible mínima de 350 kW deben implantarse cada 60 km en la red básica de la RTE-T y cada 100 km en la red global de la RTE-T más amplia a partir de 2025, y la red tendrá que tener una cobertura completa para 2030;
Las estaciones de repostaje de hidrógeno que presten servicio tanto a automóviles como a furgonetas deben implantarse a partir de 2030 en todos los nodos urbanos y cada 200 km en la red básica de la RTE-T.
Los puertos marítimos que acojan un número mínimo de grandes buques de pasaje o buques portacontenedores deberán suministrar electricidad en puerto a dichos buques de aquí a 2030;
Los aeropuertos deben suministrar electricidad a las aeronaves estacionadas de aquí a 2025 en todas las puertas, y de aquí a 2030 en todos los puestos de estacionamiento remotos;
Los usuarios de vehículos eléctricos o de hidrógeno deben poder pagar fácilmente en los puntos de recarga o repostaje con tarjetas de pago o dispositivos sin contacto sin necesidad de suscripción, y los precios deben ser totalmente transparentes;
Los operadores de los puntos de recarga o repostaje deben proporcionar a los consumidores información completa a través de medios electrónicos sobre la disponibilidad, el tiempo de espera o el precio en diferentes estaciones.