“En la Unión Europea nos estamos tomando muy en serio las noticias sobre la nueva variante de Covid-19 altamente mutada. Sabemos que las mutaciones podrían conducir a la aparición y propagación de variantes aún más preocupantes del virus que podrían extenderse por todo el mundo en unos pocos meses”, comenzó diciendo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. “La Comisión Europea ha propuesto hoy a los Estados miembros activar el ‘freno de emergencia’ en los viajes desde países del sur de África y otros países afectados para limitar la propagación de la nueva variante”, agregó la funcionaria europea.
La Unión Europea prohíbe vuelos desde el Sur de África
La preocupación por una nueva cepa cierra los cielos de la Unión Europea a vuelos de Sudáfrica, Botswana, Eswatini, Lesotho, Mozambique, Namibia y Zimbabwe.
En definitiva, la prohibición de vuelos alcanza a Sudáfrica, Botswana, Eswatini, Lesotho, Mozambique, Namibia y Zimbabwe, y Hong Kong. “Todos los viajes aéreos a estos países deben suspenderse. Deben suspenderse hasta que tengamos una comprensión clara del peligro que representa esta nueva variante. Y los viajeros que regresan de esta región deben respetar estrictas reglas de cuarentena”, detalló Von der Leyen.
La decisión surgió del denominado Mecanismo Integrado de Respuesta a la Crisis (IPCR) de la Unión Europea, que se puso de acuerdo en las medidas a tomar.
La una nueva variante, conocida como B.1.1.529 u “Omicrón”, fue detectada por estos días en Bélgica. Se trata de una variedad que cuenta con “al menos diez mutaciones”, todo un cambio si se toma en cuenta que la variante Delta tenía apenas dos variaciones respecto de la cepa original, y la Beta, tres. En los días previos, algunos países del bloque como España, Francia Alemania, Italia y República Checa ya habían tomado medidas en el mismo sentido.
Los temores del gobierno europeo se contagiaron a los mercados financieros de todo el mundo, que cerraron sus sesiones semanales en franca caída. Y producto de esa situación, las acciones de materia primas (las petroleras, por ejemplo) se desplomaron y lo mismo sucedió con los títulos de empresas del sector turístico, especialmente de aerolíneas.
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