Salas VIP en aeropuertos: ¿lujo democratizado o exclusividad en crisis?

Programas como Priority Pass y LoungeKey, junto con tarjetas de crédito Premium, han permitido que más viajeros disfruten de estos espacios que antes estaban reservados para pasajeros de primera clase o élite.

Según un informe de Global Growth Insights, se espera que el mercado de salas VIP alcance los US$ 14.098 millones en 2032, reflejando una tasa de crecimiento anual compuesta del 14,1% durante el período 2024-2032.

Esta expansión ha llevado a una mayor saturación en algunas salas, generando críticas por parte de viajeros frecuentes que sienten que la experiencia exclusiva se ha diluido. Usuarios en foros como Reddit han expresado su descontento, señalando que "ahora todo el mundo tiene acceso a las salas VIP. Está abarrotado. Ya no vale la pena".

La respuesta de las aerolíneas y bancos

Ante la creciente demanda y las críticas por la saturación, algunas aerolíneas y bancos han comenzado a revisar sus políticas de acceso a las salas VIP. Por ejemplo, en 2025, varios bancos han "empeorado" las condiciones de acceso bonificado a estas salas, limitando la cantidad de ingresos gratuitos o aumentando los requisitos para obtenerlos.

Además, algunas aerolíneas han invertido en mejorar la calidad y exclusividad de sus salas VIP, ofreciendo servicios como spas, menús gourmet y áreas de descanso privadas. Estas mejoras buscan atraer a pasajeros dispuestos a pagar por una experiencia Premium y diferenciada.

¿Un nuevo paradigma en la experiencia de viajes?

La evolución en el acceso y oferta de las salas VIP plantea interrogantes sobre el futuro de la experiencia de viajes e incluso para los viajes de lujo. ¿Es posible mantener la exclusividad y calidad en un contexto de democratización del lujo? ¿Cómo equilibrar la accesibilidad con la experiencia premium que muchos viajeros buscan?

La respuesta podría estar en una segmentación más clara de las ofertas, donde coexistan salas de acceso general con espacios verdaderamente exclusivos para quienes buscan y están dispuestos a pagar por un nivel superior de servicio. Así, se podría satisfacer la demanda creciente sin comprometer la calidad y exclusividad que definen la experiencia VIP.