Los acompañamientos de café sueles ser pequeños bombones o petit-four. Estos últimos son preparaciones de pastelería y confitería muy diversas. El término es genérico y con él se denomina a una gran variedad de productos en pastelería, básicamente todos tienen algo en común: se pueden comer en uno o dos bocados, ya que siempre son pequeños. PETIT FOURS, EL INICIO DE LA HISTORIA. “La palabra petit fours, con la cual se los denomina desde el siglo XVIII, significa pequeños fuegos y deriva de la manera en que eran cocidas estas piezas. Como necesitaban un fuego bajo, al ser los hornos muy grandes y con una gran concertación de calor, se cocinaban una vez apagado el horno y hacia el final del día cuando el calor remanente era muy bajo, evintado el riesgo de quemarlos”, explicó Alicia Berger, directora académica de la Escuela Superior de Cocina Alicia Berger. Lo primero que se consideró como un petit four son los bombones, peladillas, mazapanes, pralinés y frutas confitadas, muy de moda durante el Renacimiento. Después aparecieron otras elaboraciones más imaginativas, prácticamente obras de arte en miniatura. Actualmente, existen dos categorías de estos bocados: -Petit fours secos: esto corresponde a las masas secas, alfajores (chicos), lengüitas de gato y magdalenas, entre otros. -Petit fours frescos: aquí podemos ubicar los profiteroles, los eclairs, las tarteletas de crema o frutas, pasta choux y duquesas. Esta categoría incluye los glaseados de diferentes formas, que normalmente tienen una base de bizcocho esponjoso. Soportes de chocolate, glaseados de fondant y cremas pasteleras. “Muchas veces también se ubica como petits fours a bocados de mazapán. En la actualidad los petit fours se han modernizado mucho, sirviéndose en pequeños shots o en cucharas de cerámica blancas, dejando lugar a una presentación moderna. Los ingredientes que marcan tendencia son las cremas y mousses, que conforman mini postres”, expresó Alicia Berger. Estos pequeños bocados servidos con el café y otras infusiones, se llevan todas las miradas y siempre suelen desaparecer rápidamente del plato. Entre los franceses es conocida la frase: “a los petits-fours los carga el diablo”, el que no sepa degustarlos con estilo nunca tendrá fama de dandy y de cosmopolita. El caballero distinguido y la dama discreta deberán manejar con cuidado esas pequeñas delicias que el camarero deja sobre la mesa. Hay todo un lenguaje gestual para acercarse al petit-four con estilo: se toman con dos dedos y se muerden levemente; incluso es de buen tono dejar la mitad en el platillo. La manera en que se utiliza la cucharilla de café, la forma de tomar la copa de brandy, la ceremonia de encendido del habano y el modo de degustar un petit-four son varios elementos del ballet silencioso de las buenas maneras. ALGO MÁS QUE UN BOCADO… Los acompañamientos de café actualmente pueden ser galletitas, obleas, chocolate y pequeños alfajores, entre otros. Pero no solo de delicias hipercalóricas se trata. Café El Bohio hizo una incorporación en este segmaneto: el valor nutricional. La empresa distribuye de manera oficial las barras de cereales de Natural Valley. Se trata de snacks en sus sabores Almendras Tostadas, Avellana y Miel, Manzana y Almendra, Frutos del Bosque y Almendra y fruta. No solo son un buen complemento en cuanto al sabor, sino que también son un aporte a la buena alimentación. No contienen colorantes artificiales, conservantes, ni edulcorantes; están elaboradas con un 52% de avena integral que aporta hidratos de carbono y minerales como el magnesio, el hierro, el cinc y el fósforo. Reducidas en calorías y con un bajo contenido en grasa, equilibran sabor y salud. Por otra parte, Café El Bohio distribuye en el mercado hotelero y gastronómico acompañamientos para las infusiones. Si bien es un producto que tercerizan, prestan especial atención a los sabores que eligen para realzar más aún el gusto del café. Se trata de cookies a base de manteca que pueden estar saborizadas con vainilla, naranja, almendra o chocolate, entre otros sabores. A pesar de su pequeño tamaño, no descuidan la decoración y el diseño. Por otra parte, los petit fours son algo más que un bocado. Si se los analiza como una herramienta para la estrategia comercial, brindan una amplia variedad de beneficios: -Fidelizan a los consumidores. -Generan diferenciación con la competencia. -Agregan valor a los productos de cafetería. -Transmiten distinción y elegancia. -Otorgan un conjunto de sensaciones al consumidor, que acompañan a la experiencia vivida en el lugar seleccionado, como por ejemplo: gratitud, sorpresa y la sensación un trato personalizado. La tendencia actual es ofrecer un producto de alto valor agregado, tanto en el diseño organoléptico como en el packaging de alta calidad. EL MARIDAJE PERFECTO. Es curioso como dos ingredientes de orígenes tan lejanos como el chocolate y el café logran una sinergia tan exquisita. “La combinación de los dos productos es perfecta, por eso tomar café invita siempre a querer comer chocolate. Con Café Fundador desarrollamos un chocolate con leche mezclado con el mejor café espresso de la firma que dio como resultado un producto premium. Además, comercializamos las tres variedades de tabletas finas que podemos personalizar con el nombre de la cafetería. Al tener un bajo costo, su valor se solventa con el precio de las infusiones”, comentó Diana Drimer, titular de Drimer Chocolates. Esta empresa se caracteriza por la calidad de su materia prima y la creatividad de sus elaboraciones y packagings. La línea que mayormente comercializan para sus clientes hoteleros y gastronómicos son las Tabletas Finas de 5 gr. Las tres variedades de su presentación son Chocolate semiamargo 70% Cacao, con Hojitas de menta y con Cascaritas de naranja. Por su parte, Café Cabrales tiene fábrica de chocolate propia en su parque industrial de Mar del Plata. La línea gastronómica está compuesta por el Chocolate semiamargo (bombón tacita). Se presenta en sobres individuales de 3gr. y es un bocadito pensado en base a la combinación del sabor típico del café (ácido y amargo) y el del chocolate (amargo dulzón) muy agradable al paladar. Los Chocolate Mentitas, ideales para acompañar variedades de tés; Chocolate Sabor Naranja, a base de chocolate con leche y esencia natural de naranja; y Chocolate Sabor Cappuccino, elaborado con chocolate semiamargo y esencia de canela y cappuccino, dedicado a quienes prefieren las notas exóticas. Finalmente, están los Granos de Café al Chocolate. La firma selecciona granos de café, los tuesta en su punto justo y los cubre con capas de chocolate semiamargo. Finalmente, Café Cabrales elabora chocolate con leche, amargo, con almendras y pimienta para la venta en sus locales de Mar del Plata y Buenos Aires.
Tendencias Horeca
Dulce compañía
“Mozo… un café”, frase conocida y reiterada que trae un código tácito con quien está atendiendo las mesas. El pedido no es de café simplemente, también incluye un dulce acompañamiento. Estos clásicos y siempre esperados bocados a base de masa o de chocolate, favorecen la degustación de las infusiones, generan un atractivo en los clientes y brindan un valor agregado al local gastronómico.
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