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Un hotel para ir de camping

Una vez más: sobre gustos no hay nada escrito. Pero cuánto hay hecho... Una de las locas propuestas de la hotelería (¿la hotelería?) tiene lugar en Neukölln, Berlín. Allí se emplaza el Hüttenpalast, un establecimiento cuya modalidad de alojamiento consiste en acampar bajo techo, o bien dormir en una casa rodante o en una cabaña, sin salir de la ciudad. Es decir, un concepto idéntico al del camping tradicional, pero todo adentro de un hotel.
Silke Lorenzen y Sarah Vollmer son las fundadoras y autoras intelectuales de este llamativo concepto, que nació casi sin habérselos propuesto. Ellas viven en esa ciudad desde hace más de siete años. Llegó un momento en el que la sala de estar de su hogar les resultó demasiado pequeña para recibir a sus numerosos invitados, por lo que resolvieron buscar un lugar más grande donde habitar.
Así, buscando propiedades, se toparon con una vieja fábrica de aspiradoras; se enamoraron del edificio, lo compraron y decidieron convertirlo en un pequeño hotel.
Dada su magnífica arquitectura, quisieron preservarla, y lo lograron estableciendo diversos espacios en su interior, separados unos de otros. Ideales para acampar, por lo que la idea de las carpas no tardó en ser implementada.
Sin embargo, consideraron que era importante también crear un sector donde la gente pudiera encontrarse. Pensaron que una buena idea era incorporar pequeñas chozas de madera en el hall. Y lo hicieron.
No conformes con eso, consideraron que los cambios en ese sector debían ser constantes. Entonces, decidieron colocar ruedas debajo de las chozas, aunque en ese momento se dieron cuenta de que ya existía un concepto que se asemejaba: las casas rodantes. Tampoco dudaron en sumarlas a la propuesta bajo techo.
Las fundadoras comentaron que la filosofía del Hüttenpalast se basa en las palabras del ilustrador y escritor estadounidense Maurice Sendak: "Debe haber en la vida algo más que tenerlo todo". "En realidad, todo es bastante para nosotros. Pero no quisimos conformarnos con menos que todo en el verano de 2009. Entonces, decidimos crear un espacio en el cual podamos hacer todo, tener todo y experimentar todo. Trabajando con todas las habilidades que tenemos, moviendo de cosas, compartiendo entusiasmo y creando espacios para lograr cambios creativos. Un lugar donde la gente del mundo entero se encuentre y se sienta bien. Queremos ser anfitriones y diseñadores al mismo tiempo", explicaron.
En concordancia con esa línea, los desayunos "evitan los impersonales buffets de los grandes hoteles, que olvidan los sabores locales". Y durante los meses de verano el Hüttenpalast cuenta con un bar al aire libre en el patio interior del edificio.
En tanto, para los huéspedes que prefieren mayor intimidad y espacios más convencionales, se ofrecen seis cuartos localizados en otro sector de la vieja fábrica. Inundados de luz natural, disponen de baño en suite y toques de diseño.

FUENTE: un-hotel-para-ir-de-camping

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