Hotel Ritz: un clásico que apuesta a la tecnología

Inaugurado el 1° de junio de 1898, el hotel Ritz marcó un hito en París; causó sensación en el todo el país y en poco tiempo su prestigio se extendió por el mundo.
Charles Chaplin, Eva Perón, Orson Welles, Greta Garbo, Oscar Wilde, Truman Capote y Jean Cocteau son solo algunos de los huéspedes ilustres que tuvo el establecimiento, además de varios reyes y Ernest Heminway, para quien un barman mezcló vodka y jugo de tomate, creando el afamado Bloody Mary.
Asimismo, el Ritz fue el hogar de Coco Chanel desde 1934, quien llegó a ocupar dos habitaciones.
Decretado Monumento Histórico de Francia, el hotel es uno de los más aristocráticos y prestigiosos del mundo. Perteneciente al millonario egipcio Mohammed Al Fayed, está emplazado en el 15 de Place Vêndome, en lo que fuera una suntuosa mansión del siglo XVIII, muy cerca de las más reconocidas casas de diseño de moda de la ciudad.
Sin embargo, frente a una competencia más fuerte que nunca en la hotelería de lujo, y por las exigencias cada vez mayores de sus huéspedes, recientemente cerró sus puertas para realizar obras durante más de dos años. De modo que volverá a abrirlas recién en el verano europeo de 2014, tras una renovación que costará € 140 millones.
La restauración del Ritz -la primera de importancia que realiza desde 1979- contempla la incorporación de tecnologías ultramodernas y la creación de un restaurante de verano bajo un techo de vidrio móvil.
Días antes del cierre, casi todas las habitaciones y suites habían sido reservadas, fundamentalmente por sus clientes habituales, a un precio inicial de € 850 la noche, y se alcanzaron los € 10 mil por la suite Coco Chanel.
También se preparó un menú especial de € 240 en el restaurante L'Espadon, que incluyó foie gras, bogavante y, por supuesto, el afamado postre pêche Melba, creado en 1893 por Auguste Escoffier, el primer chef del Ritz.
Asimismo, la dirección del Ritz hizo una fiesta para los 460 empleados del Ritz, quienes tenían la garantía de recuperar su empleo cuando se reabrieran las puertas, aunque 320 optaron por el retiro voluntario.
El Ritz es uno de los 5 estrellas que no obtuvo la nueva marca "Palacio", concedida por primera vez en Francia el año pasado. Por lo que espera obtenerla después de los trabajos de renovación.
En ese sentido, vale mencionar que París acoge desde 2010 a tres marcas de lujo asiáticas, reconocidas mundialmente por la calidad de su hotelería: el Royal Monceau, el Shangri-la y el Mandarin Oriental. Además, se espera la apertura del Peninsula en 2013.
Por tal motivo, la renovación del Ritz no es la única en el sector. El Crillon, ubicado en la plaza de la Concordia, también cerrará durante dos años. Mientras que el Bristol y el Meurice fueron renovados dos veces, aunque sin dejar de operar.
En tanto, el Plaza-Athénée compró tres edificios al lado del actual palacio, y aún trabaja en proyectos de ampliación.