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El glamour nómada de los hoteles pop-up

Comencemos por la definición: un hotel pop-up es aquel que se caracteriza por ser temporario; por permanecer en determinada locación por un corto periodo de tiempo. Son establecimientos nómades y modernos, y vienen marcando tendencia en Europa, ya que generalmente permiten pernoctar en sitios a los que no llegan los hoteles tradicionales, como festivales de música o circuitos de Fórmula 1.

El concepto surgió de las llamadas pop-up stores, tiendas que abren sus puertas durante un puñado de días para ofrecer productos muy puntuales y especiales.

Cautivados por dicha modalidad, comenzaron a aparecer los restaurantes pop-up, cuya oferta gastronómica también es particular y con fecha de caducidad.

Y de un tiempo a esta parte, considerándola una fórmula exitosa, son los empresarios hoteleros los que han decidido trasladar el concepto a su negocio. De esa manera, inversores europeos decidieron apostar por los hoteles pop-up, a cuyo encanto por lo caduco le incorporaron el uso de materiales ecológicos, diseño y glamour.

El primero de ellos fue The Pop-Up Hotel, que “abrió sus puertas” en 2011 en el marco de Glastonbury, popular festival de música inglés. La compañía consideró la propuesta pensando en el público, que suele dormir en carpas y compartir baños. ¿La oferta? Tiendas de campaña totalmente equipadas y con un diseño cargado de glamour para los melómanos más exigentes. ¿Los resultados? Éxito total y crecimiento exponencial. De hecho, las 20 “habitaciones” iniciales se convirtieron en caravanas, tiendas y suites que suman un total de 130 plazas. ¿Las tarifas? Altas. Quien pretenda alojarse en el The Pop-Up Hotel durante los cuatro días de duración del evento deberá desembolsar € 2.000.

Otra compañía británica con una propuesta similar es Snoozebox, solo que en este caso las habitaciones se montan en contenedores de barcos, ofreciendo así espacios más pequeños pero bien equipados. Y, al igual que el anterior, lleva su oferta a Glastonbury, el Festival de Edimburgo y eventos deportivos, como el circuito de Fórmula 1 de Silverstone.

Asimismo, la firma belga Sleeping Around cuenta con habitaciones de hotel portátiles que se trasladan por todo el país. También recicla contenedores de barcos, aunque dotados de más comodidades, como aire acondicionado incluso en el baño.

El Sleeping Around ofrece desayuno y sauna, ambos servicios en otros contenedores adaptados para tales fines. Y la tarifa es más accesible: € 199 por noche.

Por su parte, los arquitectos daneses de Pink Cloud trabajan en un proyecto que llama la atención de todo el sector hotelero: la instalación de hoteles pop-up en oficinas desocupadas. La puesta en marcha sería en Nueva York.

 

 

FUENTE: el-glamour-nomada-de-los-hoteles-pop-up

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