Entre marzo de 2012 y octubre de 2013 se perdieron 16 mil puestos de trabajo en todo el país. La mayoría de ellos corresponde al sector gastronómico, mientras que la hotelería logró mantener, en mayor medida, el nivel de empleo. Esta pérdida tuvo que ver con el cierre de establecimientos y con reducciones en la plantilla de personal.
El sector está pasando por una situación crítica y una de las principales causas es el cepo cambiario, una medida que hace que Argentina no sea un destino turístico competitivo y que haya una caída en la llegada de extranjeros. Estamos teniendo una balanza negativa en turismo, no sólo en la cantidad de arribos sino también en el promedio de gasto. Diría que, por cada turista que ingresa, dos argentinos pasan sus vacaciones en el exterior.
Asimismo, el turista internacional paga su estadía con tarjeta de crédito y a un dólar a $ 6. Sin embargo, de ese importe al hotelero se le deducen las comisiones bancarias. Por lo tanto, recibe mucho menos.
En conclusión: Argentina es cara para el extranjero y no da ganancias al empresario. Antes los establecimientos llegaban al punto de equilibrio con el 57% de ocupación; ahora lo tienen después del 70%, un porcentaje difícil de mantener.
Además, hay que considerar los altos niveles de inflación, que redefinen toda la estructura de costos de un negocio.
Este modelo económico produjo un desfasaje de precios. Antes un pasaje en colectivo, el diario y un café valían lo mismo. Hoy el transporte público está subsidiado; y el boleto sale $ 1,60, mientras que el café está $ 14. De modo que es muy complicado hablar de negocios que sean rentables.
De modo particular, en la Ciudad sucede que el turismo, la hotelería y la gastronomía conforman el 14% del PBI y no reciben ayuda ni del gobierno local, ni del nacional.
Este gobierno tiene la política de subsidiar a empresas deficitarias. Pero en este sector no existen restaurantes que, como Aerolíneas Argentinas, puedan permitirse perder millones de pesos.
Asimismo, la presión tributaria es desmedida. Se trata de ingresos para el Estado que son utilizados para financiar sus campañas de promoción y sus planes sociales.
Otro reclamo que tiene que ver con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es la implementación de los feriados puente, que perjudican la actividad del sector. Por cada 100 turistas que llegan, viajan 150. Mientras que en otros destinos se rompió con la estacionalidad. Eso reconvirtió la manera de manejar el negocio y la contratación del personal, fomentando el trabajo en negro. El empresario que trabaja solamente los sábados y domingos no puede mantener personal fijo.
Para este calendario de feriados se copió el modelo europeo, sin tener en cuenta que la realidad de Argentina es distinta según las regiones, y que no contamos con las mismas comunicaciones ni transportes.
En cuanto a las negociaciones paritarias, entiendo que hay aumentos salariales que no podemos pedir porque los empresarios no los podrían pagar. Sin embargo, considero que los acuerdos ya no deberían hacerse de manera anual porque la inflación supera el ajuste de los sueldos.
Finalmente, pienso que 2014 será un año difícil y que continuará esta tendencia de pérdida de puestos de trabajo y de caída de la rentabilidad. Dos de las medidas que podrían favorecer al sector -liberar el tipo de cambio y descomprimir la carga tributaria-, no se tomarán. La política turística actual es asquerosa, aunque muchos empresarios no se animen a decirlo.
FUENTE: se-perdieron-16-mil-puestos-de-trabajo-en-todo-el-pais
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