Para la gestión del desgaste profesional o "burnout" existen diferentes procedimientos que son utilizados en la prevención y abordaje de este síndrome y que operan en distintos niveles:
• Nivel individual:
1. No trabajar más tiempo, sino más inteligentemente. Realizar el trabajo de una manera menos estresante, más llevadera y más eficiente.
2. Establecer objetivos profesionales realistas.
3. Evitar la rutina. Hacer las mismas tareas de una manera distinta y en forma creativa.
4. Hacer pausas en el trabajo para "darse un respiro" o para reflexionar sobre la manera en que estamos realizando las tareas.
5. Evitar jornadas de trabajo excesivas y frecuentes que puedan generar agotamiento emocional y hostilidad hacia los clientes y colegas.
6. Hacer un cambio de turno o tomar unas pequeñas vacaciones cuando se detectan síntomas precoces de agotamiento.
7. Respetar las vacaciones anuales reglamentarias.
8. Viajar por motivos laborales puede permitir desconectarse: workshops, congresos, entre otros.
9. Tomar las cosas con más distancia. Evitar la sobreimplicación con los clientes.
10. Cuidarse a sí mismo, además de a los demás.
11. Concentrarse en los aspectos positivos de las situaciones.
12. Conocerse a sí mismo. Analizar las propias reacciones y reflexionar sobre el por qué de las mismas. El autoanálisis debe ser constructivo y no transformarlo en una autocondena.
13. Aprender a relajarse física y mentalmente es de gran ayuda, pero identificar y resolver las causas del estrés es lo más significativo.
14. Utilizar eficientemente el tiempo libre.
15. Establecer una separación definida entre la vida laboral y familiar.
16. Las buenas relaciones laborales con los superiores y los colegas (contención y reconocimiento) son un factor de prevención importante. Los superiores pueden señalar a sus colaboradores sobre los riesgos del "burnout", indicando los factores problemáticos (situaciones de excesiva tensión emocional) y alertándolos sobre las señales de peligro (comentarios muy críticos sobre los clientes, irritabilidad permanente, ausentismo, entre otros). Si los superiores hablan de sus propias experiencias personales o de las personas que conocen, contribuyen a impedir que el colaborador interprete erróneamente sus reacciones como signo de debilidad o de incapacidad. Por otra parte, los superiores pueden dar un refuerzo positivo valioso y muy significativo a sus colaboradores subrayando los aspectos positivos de su trabajo y no solamente los negativos.
15. Formar grupos para analizar conjuntamente la problemática del burnout en el lugar de trabajo.
16. Cambiar de trabajo, lógicamente, es la última alternativa cuando los abordajes anteriores no resultaron efectivos.
• Nivel social:
En situaciones de agotamiento, una buena contención del cónyuge, del resto de la familia o de los amigos es importante, pero casi siempre resulta más útil la ayuda de los propios compañeros que conocen los problemas que condujeron a esa situación. Con frecuencia ellos mismos pueden tener o haber tenido sensaciones similares. Pueden ayudar reduciendo la tensión emocional, actuando directamente sobre la fuente de estrés o induciéndolos a afrontar la situación de una manera más eficaz.
• Nivel organizacional:
La satisfacción en el trabajo y el estrés ocupacional son el resultado de una interacción dinámica entre la persona que lleva a cabo el trabajo y el entorno en el que se desempeña. Se pueden modificar las condiciones del puesto de trabajo en los aspectos organizacionales y ambientales. En las actuales circunstancias de crisis económica es conveniente analizar las formas de mejorar las situaciones con los recursos disponibles.
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