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Rentabilidad en terapia intensiva

La pérdida de rentabilidad es un denominador común del sector a la hora de analizar la situación por la que atraviesan los establecimientos hoteleros y gastronómicos. En ese sentido, Hospitalidad & Negocios consultó a referentes de la actividad de todo el país, quienes comentaron su experiencia.

El incremento en los costos de operación, la inflación, la falta de combustible en algunos destinos, la escasa conectividad y el valor del dólar -que hace que Argentina pierda competitividad frente a otros mercados- provocaron una pérdida de rentabilidad en el sector hotelero-gastronómico. En algunos casos es nula e, incluso, se llega a trabajar a pérdida.
La baja en la ocupación hotelera va de la mano con la caída en la cantidad de extranjeros que visitan el país, situación que se agrava con el crecimiento del turismo emisivo. Aunque algunos destinos señalaron verse beneficiados por el cepo al dólar.
"Definitivamente se ha perdido rentabilidad y nuestra actividad necesita recuperarla, para la reinversión que siempre requiere este sector", sentenció Oscar Ghezzi, presidente de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra) y de la Cámara Argentina de Turismo (CAT), añadió: "Hay un sinfín de motivos por los que se da esta situación, y hay que encontrar una solución para cada uno, partiendo de un análisis pormenorizado de la situación. Las devaluaciones son paliativos que se traducen en pan para hoy y hambre para mañana".
Asimismo, Alejandro Secchiaro, subdirector ejecutivo de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT), señaló que "lo que ocurre tiene que ver con una situación coyuntural que en el corto plazo se solucionará. Argentina no tiene una crisis particular, sino que el mundo está en crisis. Hoy no estamos en la misma situación que en 2002 ni tampoco en el contexto de 2007/2008. En Argentina ya vivimos este tipo de situaciones con la valuación del peso. Por lo que considero que una devaluación ya no es una solución para seguir siendo competitivos en el mercado internacional. Debemos evolucionar hacia otro tipo de escenarios, analizando cuánto valen nuestros productos en el mercado, ante una misma situación de convertibilidad que los destinos más demandados. Es decir, pensar dónde estoy parado frente a una realidad que no sea meramente una diferencia cambiaria. Hoy el diferencial ya no pasa por un estándar de servicios que casi todos tienen, sino en vender un concepto de hospedaje y tener flexibilidad para adaptarse a la demanda cambiante".
Por su parte, José Ignacio de Mendiguren, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), manifestó en diálogo con El Cronista TV: "Cuidado con creer que los temas competitivos se resuelven solo con el tipo de cambio; la competitividad no se está perdiendo por un problema, sino por muchos. Por ejemplo, la logística, la energía, el sistema tributario, el sistema laboral, la litigiosidad laboral... y uno de ellos es la política cambiaria. Históricamente se apeló a la magia devaluatoria".
Sin embargo, Graciela Fresno, presidenta de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (Ahrcc), consideró que "hoy la Ciudad resulta cara para el turismo extranjero, con lo cual una devaluación sería beneficiosa para el sector, además de trabajar en lo que respecta a la inflación. La operatoria viene dificultosa -hay menos ventas y ocupación- y la rentabilidad cayó. Mientras que los costos aumentaron, fundamentalmente los laborales y de servicios".
Para esta nota consultamos a referentes del sector de todo el país, quienes comentaron su situación.


CABA: ¿QUE RENTABILIDAD?
• Narciso Muñiz, titular del Hotel Bristol (CABA): "Ya empecé a olvidarme de lo que es la rentabilidad. Eso es muy preocupante, porque sin rentabilidad no hay reinversiones. Y sin reinversiones empezamos a decaer en servicios. Es un círculo vicioso en vez de uno virtuoso.
En la Ciudad existe una enorme oferta en hotelería, y la demanda no alcanza a cubrirla, lo que conlleva a una reducción notable en los precios cuando los costos se encuentran en crecimiento. Es un cóctel explosivo.
La ocupación bajó, pero no tanto. Incluso puedo decir que hay buenos niveles de ocupación hotelera, pero no hay rentabilidad. Hoy un punto de corte entre ingresos y costos operativos requiere de, como mínimo, un 70% de ocupación para comenzar a tener rentabilidad. Si los costos continúan creciendo, con las tarifas sin poder actualizarse, y aun manteniéndose la ocupación, vamos hacia situaciones de déficit. Los sectores que no pueden transferir la inflación a sus tarifas pierden.
La devaluación me parece una mala herramienta y no debería ser el camino a seguir. En tal caso, habría que corregir el atraso cambiario, pero no necesariamente tiene que ser a través de una devaluación".

• Antonio Gómez, titular del Galerías Hotel y del Gran Hotel Buenos Aires (CABA): "Hubo una caída muy fuerte de la rentabilidad; es más, en este momento no la hay. No podemos subir las tarifas por el nivel de competencia que tenemos. En cambio, los costos se incrementaron exponencialmente. Trabajamos prácticamente al costo, y a veces con pérdida. Necesitamos llegar a un porcentaje muy elevado de ocupación porque las tarifas se mantuvieron estables, pero lo cierto es que la ocupación bajó. El turismo brasileño cayó un 50% o más. Estamos transitando una época difícil. Además, los salarios subieron casi un 100% en los últimos tres años. Hay que tener espalda para pasar esta situación. Tratamos de bajar los costos, pero es muy difícil".

• Carlos Gutiérrez García, propietario de La Biela (CABA): "La rentabilidad es muy baja, y algunos locales gastronómicos trabajan a pérdida. Las ventas en las mejores plazas cayeron un 20%, en relación al mismo período del año anterior, y llegan hasta un 30% en muchas zonas de la Ciudad. Esto sucede porque se frenó bastante el turismo internacional y porque la gente se cuida en los gastos. Lo primero que se suprimen son las salidas. Pero lo que más nos afecta es el turismo. Somos caros para los extranjeros, pero no podemos bajar los precios porque nuestros costos son más altos que en los países limítrofes. Los alquileres de los locales también son muy altos. Habría que trabajar en el tipo de cambio y controlar la inflación. No puede ser que sea mayor al 20%. No hace falta ser economista para ver eso".

• Germán Pérez, gerente general del Grand King Hotel (CABA): "La rentabilidad de este año es muy acotada. No hay que olvidarse que las tarifas en realidad bajaron con respecto al año anterior. Por otro lado, todos los costos fijos -sueldos, luz, gas, electricidad, entre otros- aumentaron. Tendría que haber algún ajuste para que el turista extranjero vuelva a tener una oportunidad como la que tenía en 2002, en plena crisis, cuando le convenía venir a Argentina".

• Pablo D'Onofrio, gerente general del Freir's Park (CABA): "El sector perdió rentabilidad. La oferta de habitaciones supera en un 45% a la demanda, lo que no permite aplicar las tarifas convenientes. Además, en la Ciudad se debe agregar el terrible impacto que causan los alquileres temporarios de departamentos. A esta situación se suma un valor bajo del dólar en relación a los índices de inflación. Y la crisis mundial hace que el viajero busque minuciosamente la opción más conveniente en cuanto a costos".


BUENOS AIRES Y LA INFLACION.
• María Luisa Giacomucci, gerenta de Marketing del Hotel Spa República (Mar del Plata): "Se pierde rentabilidad al no poder trasladar los aumentos reales a la tarifa. En el caso de hacerlo, se corre el riesgo de no ser competitivo porque esta política no se toma en forma conjunta, o el sistema mismo no lo permite.
En Mar del Plata nos favorece la proximidad con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los alrededores, las vías rápidas de acceso, el intenso trabajo realizado para la concreción de congresos y múltiples eventos, y el aumento de los fines de semana largos. Esto en conjunto hace que el sector tenga un determinado ritmo de trabajo, que si bien no es parejo ni de forma permanente para todas las categorías hoteleras, ayuda a mantener un flujo turístico. Sin embargo, la perspectiva actual no ayuda al crecimiento del sector, ni a la llegada de más grupos de extranjeros. La política cambiaria por sí misma no es suficiente para hablar de un favorecimiento directo para la hotelería. Puede ser una de las aristas y seguramente pesa en el momento de tomar decisiones, pero lo que realmente favorecería al sector sería una política integrada, participativa y activa para todos, con una planificación a mediano y largo plazo".

• Mario Wisner, propietario del Hotel Cristal, Tandil (Buenos Aires): "En los últimos años el sector fue perdiendo rentabilidad poco a poco. La inflación aumenta nuestros costos día a día y es muy difícil trasladarlos al mostrador. Asimismo, para la hotelería y la gastronomía en nuestro país el IVA es del 21%. Y se trata de actividades que no generan crédito fiscal, ya que el 50% de sus costos son de mano de obra.
La rentabilidad cayó por los aumentos de salarios y la inflación, a lo que se sumó una leve baja en el movimiento diario. En nuestro destino no es significativa la cantidad de turistas extranjeros como para que el tipo de cambio afecte la ocupación. Las restricciones para la adquisición de divisas afectan psicológicamente por la incertidumbre que generan. En vez de viajar, la gente prefiere tomar una actitud más conservadora, y el turismo ocupa el quinto o sexto lugar en las necesidades del hombre, por lo que es una de las primeras alternativas que se deshecha. En cuanto a las comunicaciones de nuestro destino, una mejora podría ayudar pero no es detonante. En otras épocas, con la misma infraestructura había una afluencia de público más estable durante todo el año.
Por los destinos que trabajamos con turismo interno necesitamos que la política cambiaria sea estable, creíble y que no esté desfasada con relación a otros destinos del mundo".


NORTE: DIVERSOS OBSTACULOS.
• Martín Ortiz, director de Ventas del Sheraton Salta Hotel (Salta): "La rentabilidad cayó alrededor del 10% como consecuencia del alza en el costo de los insumos y a la dificultad de trasladar sistemáticamente esos aumentos a las tarifas.
Salta tiene que seguir creciendo como destino, con más vuelos, más promoción nacional e internacional, mejoras en todos los sistemas de transporte, e inversión constante en servicios y capacitación. Vivimos en un mundo globalizado donde todo afecta. De todas formas, no hay que perder el foco.
Hace un tiempo leí que para el Banco Interamericano de Desarrollo la política cambiaria argentina es inclasificable. Lo que está claro es que no hay un tipo de cambio libre. Esto afecta claramente al sector hotelero para bien y para mal, dependiendo del origen de las reservas. Creo que sería más favorable una política cambiaria más flexible".

• Juan Manuel Lavallén, gerente del Hotel Alejandro I (Salta capital): "Definitivamente el sector perdió rentabilidad en el último año. La conjunción de las variables económicas del país -tasa de cambio e inflación, entre otras- hacen que, en términos relativos, los índices de rentabilidad hayan decrecido. Si bien el destino trabaja mayoritariamente con turismo nacional, la tasa de cambio actual no favorece la llegada de viajeros internacionales. Nos coloca en una situación de competitividad reducida en relación con otros destinos, principalmente regionales. Un valor superior al actual del dólar sería lo más favorable".

• Cristián Delaporte, gerente de Operaciones del Hotel Francia (San Miguel de Tucumán): "La pérdida de la rentabilidad no comenzó hace un año, sino que se experimentó de manera constante en los últimos tres. En 2012 se acentuó la tendencia. Todos los costos aumentan y no pueden ser acompañados por incrementos proporcionales en las tarifas. Los motivos que nos afectan son múltiples, y seguramente diferentes en cada empresa. Sin embargo, se puede generalizar y enumerar: los valores promedios de las habitaciones no acompañaron el crecimiento de los costos fijos; en nuestro destino el crecimiento de la oferta hotelera no fue acompañado por un aumento de la demanda; la sobreoferta genera una disminución de los valores promedios de ventas de habitaciones; diferentes situaciones de inseguridad para el turista, tales como el desabastecimiento de combustible y cancelaciones de vuelos, determinaron una caída significativa de la ocupación; el alto costo del combustible; y el valor del dólar, que no resulta atractivo para el turista internacional".

• Néstor Cruz, encargado del restaurante Ruta 9 (San Salvador de Jujuy): "En términos generales no hemos perdido rentabilidad, debido a que en las vacaciones de invierno recibimos más clientes en comparación con el año anterior.
Para que la rentabilidad tenga un piso más alto a lo largo del año es necesario tener mayor previsibilidad en las decisiones que se toman desde los altos mandos. En cuanto a la política cambiaria, una estabilización de la relación dólar-peso y menos límites para la compra de moneda extranjera serían políticas que beneficiarían al sector, debido a que estos factores limitan la llegada de muchos turistas".


CUYO: MENOR COMPETITIVIDAD.
• Fernando Barbera, propietario de los restaurantes La Marchigiana (Mendoza capital): "En Mendoza comenzó a darse una pérdida de la rentabilidad hace poco más de un año. Uno de los principales motivos es la baja en los arribos de turistas internacionales, principalmente de Europa y Estados Unidos. Además, desde enero tuvimos un aumento en los impuestos. Los Ingresos Brutos tienen una tasa del 4% para la hotelería. Y en el caso de los aeropuertos, hubo paros durante algunos fines de semana. Mientras que con el mercado chileno nos afectó la escasez de nafta.
Por otro lado, las restricciones para adquirir divisas extranjeras nos favorecieron durante las vacaciones de invierno. A muchos turistas que planeaban viajar a Brasil, se les complicó adquirir dólares y eligieron venir a Mendoza. Nuestro segmento es similar a cualquier industria de exportación: con el precio actual del dólar ya no somos tan competitivos. Sin embargo, el problema es la inflación. Aumentan los costos y, si no se ajusta la tarifa, se achica la rentabilidad. En el caso de la tarifa hotelera, en el último año no se logró aumentar ni la mitad de lo que se incrementaron los costos. Y en el sector gastronómico el esquema es similar, con el agravante de que los costos variables son más altos. La mercadería está cada vez más cara y el impacto de la inflación es más elevado".

• Néstor De Pedro, presidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Villa de Merlo (San Luis): "Este año tenemos un 20% menos de rentabilidad en comparación con el año pasado. Para poder captar turistas tuvimos que mantener las mismas tarifas del año pasado, sin contemplar todos los aumentos de costos que tenemos a causa de la inflación. A pesar de eso, la ocupación ha mermado.
Para beneficiar al sector se debería liberar la compra y venta de dólares, permitiendo que la gente pueda decidir dónde quiere viajar. En cuanto a la valuación, al sector le beneficiaría que el dólar esté a $ 5,20 aproximadamente. Ni tan bajo como el oficial, ni tan alto como el blue".


CENTRO: MAYOR OCUPACION.
• Daniel Juan, gerente del Sheraton Córdoba (Córdoba): "En nuestro caso particular, la rentabilidad se incrementó en valores absolutos debido a una mayor actividad. Sin embargo, los márgenes son menores a años anteriores. Esto sucede como consecuencia del incremento de los costos, sobre todo salariales, y de alimentos y bebidas, y no pueden ser trasladados en la misma proporción a los precios de venta.
Por otra parte, la gran conectividad aérea de Córdoba con destinos nacionales e internacionales, sumada a la reciente habilitación de la autopista Buenos Aires-Rosario-Córdoba, generaron una facilidad adicional para el turismo. Esto se puso de manifiesto en los resultados de ocupación hotelera que se registraron en los meses de verano y en las vacaciones de invierno. Estuvieron muy por encima de los promedios históricos.
Respecto al turismo extranjero, el tipo de cambio no tuvo un gran efecto. La mayoría de los visitantes extranjeros que recibimos son viajeros de negocios.
Considero que el impacto de una política cambiaria hay que analizarlo por destinos. Aquellos que trabajan con una fuerte participación de visitantes internacionales -como pueden ser los casos de Buenos Aires o Iguazú-, generalmente definen la mayor parte de sus tarifas en dólares. Como consecuencia el encarecimiento de sus servicios produce un retraimiento lógico en la demanda. En destinos como el nuestro, la sustitución de destinos extranjeros por destinos locales seguramente nos favorecerá".

• Fabián Fábrega, director de El Castillo Hotel (Valle Hermoso, Córdoba): "Para nuestra empresa la rentabilidad no decayó, posiblemente porque ofrecemos un producto diferente a la hotelería tradicional. Además, el 100% de nuestros huéspedes son argentinos, por lo que el movimiento del turismo internacional no nos afecta. Consideramos que el desarrollo de una estrategia competitiva de excelencia es mucho más importante que la política cambiaria".

• Nicolás Taborda, gerente administrativo del Laplace Hotel (Córdoba capital): "Si bien el porcentaje de ocupación del primer semestre de 2012 fue similar al de 2011, hubo una caída del 26% en la rentabilidad de nuestro establecimiento. El aumento de los costos no se puede trasladar en igual magnitud a la tarifa. En el último año registramos un incremento del 30% en recursos humanos, del 55% en impuestos provinciales y municipales, y del 40% en alimentos e insumos. Mientras que la tarifa solo registró una suba del 17%.
Considero que se debe trabajar en el tipo de cambio para combatir y moderar en el corto plazo las tensiones inflacionarias. Estas políticas comprenden las tradicionales medidas de ajuste fiscal y monetario".


LITORAL: PULGAR ARRIBA.
• Sergio D'Ambros, secretario de la Asociación Hotelera Gastronómica de Concordia (Entre Ríos): "Desde hace tres años en la región venimos advirtiendo sobre la caída de la actividad. La inflación provoca un aumento en todos los costos. Y todos los años debemos adherir a determinados aumentos salariales que los establecimientos no pueden trasladar a las tarifas.
A mediano plazo esto generará un gran problema, y muchos establecimientos probablemente decidan bajar la calidad de su servicio, sobre todo en el caso de los hoteles, que deben realizar grandes inversiones para cumplir con las mayores exigencias de los huéspedes.
En la región, el 95% de los turistas son locales, con lo cual cuestiones como la restricción para la compra de dólares o la relación cambiaria no tienen una influencia directa. Lo que si nos preocupa son apariciones como la del dólar blue que generan incertidumbre en la gente, que en muchos casos prefieren guardar su dinero excedente a gastarlo en vacaciones por temor a lo que pueda pasar. Al sector lo beneficiaria una política económica que genere mayor estabilidad. Más allá de esto, a mi criterio no podemos hablar de una crisis. De hecho, continúan surgiendo nuevos emprendimientos".

• Marcelo Machain, encargado de Reservas del Hotel Cataratas (Puerto Iguazú, Misiones): "No hemos perdido rentabilidad. De hecho, ha aumentado levemente con respecto a 2011. Este año nuestra política se basó en la baja de precios y el uso de promociones especiales para atraer turistas. Afortunadamente, hemos tenido buenos resultados.
A mi modo de ver, el principal problema pasa por la incertidumbre que genera en la gente que el dólar tengo dos valores diferentes: el oficial y el paralelo. Sería beneficioso que se libere la compra de moneda extranjera para el sector. Luego, no constituye una gran diferencia que el dólar esté a $ 4,50 o a $ 5".

• Gustavo Grande, gerente general del Ros Tower Hotel Spa & Convention Center (Rosario, Santa Fe): "Sin lugar a dudas el sector perdió rentabilidad, viéndose afectada por el incremento de los costos y por la imposibilidad de acompañar esa suba con un aumento en la tarifa, ya que el mercado no lo resiste.
Considero que el tipo de cambio debe acompañar los índices de inflación para que el destino vuelva a ser atractivo. El valor actual del dólar provoca una merma en la llegada de pasajeros internacionales".

• Florencia Landívar de Mukdise, gerenta de Ventas de El Hostal del Abuelo (Termas de Río Hondo, Santiago del Estero): "No perdimos rentabilidad. De hecho, estamos un 10% arriba en comparación con el año pasado. Hace varios años que el promedio de noches se viene reduciendo. Sin embargo, la rentabilidad no ha caído gracias a desarrollos que se han producido en la ciudad, como es el caso del autódromo, que le han dado un gran impulso, y las mejoras constantes que introducimos en el hotel.
En 2013 la ciudad recibirá al Moto GP, por lo cual ya decidimos que el tarifario 2013 tendrá los precios en dólares. Y a quienes se manejen con pesos se los tomaremos al cambio oficial. Dada esta situación, lo más conveniente sería que haya un solo valor para la moneda extranjera, más cercano al paralelo que al oficial actual.
En cuanto a la restricción para la compra, a nosotros no nos afecta, porque todos nuestros gastos son en pesos".


PATAGONIA: EL AVE FENIX.
• Mario Emilio Marchioli, gerente general del Hotel del Comahue (Neuquén capital): "Recordemos que el año pasado sufrimos los embates del volcán Puyehue, con lo que la ocupación se redujo un 70%. Este año, dentro de un escenario de normalidad, volvimos a tener un alto porcentaje de ocupación, mejorando aun índices de los tres años anteriores.
El motivo de nuestro crecimiento es que Neuquén recibe netamente turismo corporativo local.
El cambio monetario hoy no ayuda y no promueve el consumo de los visitantes. Comparado con los países limítrofes, necesitamos una cotización más alta del dólar. En otros momentos llegaban a nuestra plaza turistas chilenos, pero hoy se observa una notoria retracción. En el caso del segmento corporativo se percibe una baja en la realización de eventos por parte de las empresas extranjeras".

• Willie Paats, director de Argentina Visión -La Posada Hotel, San Lorenzo Estancia, Aldea Los Huemules y Hostería Futalaufquen- (Chubut): "La hotelería viene perdiendo rentabilidad en los últimos tres años. En el caso de la Patagonia, por los incidentes con las cenizas, cancelaciones de vuelos, y aumento del costo laboral y de los insumos. Lo que más favorecería al sector es que haya un aumento de la moneda extranjera".

• Maia Muriel, propietaria de Tierra de Leyendas (Ushuaia, Tierra del Fuego): "Pienso que el sector fue perdiendo rentabilidad paulatinamente en los últimos cinco años, y esa tendencia se acrecentó en 2012. El problema de base siempre es el mismo, y es cíclico en nuestra economía. Teníamos un producto muy competitivo como destino en el período 2005-2008, con un tipo de cambio favorable que nos insertaba en el mercado internacional fácilmente. Viajar al fin del mundo era accesible. Hoy nos encontramos con una tarifa para nada competitiva a nivel mundial, a la que llegamos por el aumento de los costos fijos, especialmente de los servicios y salarios. En los últimos cinco años fue casi del 200% y no pudo trasladarse en igual proporción a las tarifas. Lamentablemente el panorama para 2013 es desalentador. Es necesario un cambio en la economía para que Argentina vuelva a ser un destino competitivo".

• Germán Rey, propietario del restaurante Chiado (Bariloche, Río Negro): "Nosotros abrimos en julio del año pasado, con lo cual nos vimos muy perjudicados por las cenizas. Entonces, si comparamos agosto de este año con el mismo mes en 2011 se nota una mejoría sustancial, aunque no creemos que corresponda con al andamiaje económico general del país. Lo que sí es evidente es la pérdida de rentabilidad con respecto al turismo extranjero.
La inflación genera un aumento en todos los costos del restaurante, lo que nos obliga a trasladarlo a la carta. De esa manera, los turistas extranjeros ya no encuentran la diferencia de precio que hasta hace algunos años les significaba vacacionar en estas latitudes.
La política cambiaria tiene distintas aristas. Está claro que las restricciones para la obtención de moneda extranjera complica en muchas ocasiones. Pero por otro lado, puede llevar a muchos turistas a desistir de los destinos internacionales y quedarse en el país".

• Rubén Kodjaian, presidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Bariloche: "Este año hemos perdido rentabilidad en la ciudad. La demanda cayó y la oferta es muy amplia, tanto en cantidad como en variedad. Además, aumentaron los sueldos, las materias primas, el mantenimiento y los impuestos, por mencionar algunos de los principales costos que tienen que afrontar los establecimientos. Y no podemos subir las tarifas en relación con la suba de costos; aquí se genera un pronunciado defasaje que se traduce en grandes pérdidas de rentabilidad.
Para beneficiar al sector se necesita de una serie de medidas que nos permitan ser competitivos con los países limítrofes, como la exención del IVA a los turistas extranjeros. Esto permitiría un mayor desarrollo del turismo regional y nacional".

FUENTE: rentabilidad-en-terapia-intensiva

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