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La hotelería argentina busca su norte

Recuperar los mercados internacionales que se perdieron en los últimos años o salir a la conquista de otros nuevos implica mejorar la competitividad dentro de la región. Para ello es necesario ofrecer un servicio de calidad y tarifas atractivas, sin perder los márgenes de rentabilidad. Frente a este desafío, desde el empresariado se reclama la implementación de un "dólar turístico".

Según entendidos en Economía, competitividad es la capacidad que tiene una empresa o país de obtener mayor rentabilidad en comparación de sus competidores. Para analizarla se debe tener en cuenta la relación entre el precio, la calidad del producto o servicio, los insumos necesarios y la productividad de los otros oferentes del mercado.
En tanto, la pérdida de competitividad se produce cuando se incrementan los costos internos, ya que afectan negativamente al precio, el margen de beneficios y la posibilidad de mejorar la calidad o reinvertir en la empresa.
Asimismo, también se puede analizar la competitividad de un país o un destino turístico. Esto se refiere a su capacidad de vender productos o servicios en el mercado internacional, en relación a los otros competidores. En este tipo de evaluaciones se toman en cuenta variables como el tipo de cambio, los recursos naturales, los recursos humanos y las medidas económicas que se apliquen sobre un sector, entre otras.
En esta edición planteamos un análisis de la competitividad de la hotelería argentina de cara a la región y sus posibilidades de captar nuevos mercados y recuperar a los que se han perdido. En ese sentido, referentes del sector conversaron con Hospitalidad & Negocios sobre el escenario actual y las posibilidades de que la actividad encuentre su norte.
Pasando de una definición macroeconómica a una más acotada al sector, Jordi Busquets, asesor de la Fehgra, director general de JJB Tourism Consulting, vicepresidente de la Ih&Ra, profesor universitario y miembro de la Academia Argentina de Turismo, explicó: "En hotelería la competitividad excede la problemática del tipo de cambio y la situación de las tarifas; ser competitivo implica hacer siempre las cosas bien y por encima del promedio. A su vez, existen casos de empresas que logran ser competitivas aún cuando el destino no lo sea, o incluso les presente obstáculos para lograrlo. Personalmente pienso que la competencia real entre destinos está circunscripta al conjunto de experiencias que ofrecen respecto de otros, como es el caso de la Ruta del Vino y el turismo de reuniones, por citar algunos ejemplos. No obstante, una cosa es con quién se compite y otra es ser competitivos. Porque esto último hace referencia a, por ejemplo, mejorar la conectividad o las condiciones de sustentabilidad de un destino. Existen países en América Latina que reciben mayor cantidad de turistas que Argentina. Las tarifas promedio de los establecimientos son superiores a las de los colegas locales, pero están en las antípodas del ejercicio del diálogo social y trabajo decente. Hay países donde casi no hay sindicalización y el capital humano carece de las condiciones necesarias para ser un activo estratégico".

 

LAS TARIFAS.
Una de las variables a tomar en cuenta para analizar la competitividad de un destino son las tarifas. Al respecto, Carlos Montaldo, presidente de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT), aclaró que "en Argentina la competitividad en precio está muy atada al tipo de cambio. Que esté atrasado, como sucedió hasta mediados del año pasado, no nos permitió ser competitivos para el turismo internacional. Mientras que entre 2003 y 2010 la competitividad era manifiesta. Argentina era un destino atractivo, había mejores márgenes de rentabilidad en los hoteles y eso permitía invertir en nuevos proyectos o en renovaciones. En ese sentido, los últimos tres años fueron difíciles".
Al momento de comparar los precios locales con los del resto de la región, manifestó: "A excepción de Brasil, que está más caro, las tarifas hoteleras están bastante parejas en toda Latinoamérica. Además, son precios competitivos con el resto de los mercados internacionales. Sin embargo, siempre hay que analizar los destinos en términos de oferta y demanda. Buenos Aires nunca puede tener las mismas tarifas que Londres o París por la cantidad de turistas que se reciben. Siempre vamos a estar un 30% abajo cuando se comparan establecimientos de igual nivel".
Sobre los precios que ofrece la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Graciela Fresno, presidenta de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (Ahrcc), destacó: "Actualmente las tarifas de la Ciudad son muy bajas en relación a la región y el mundo. La merma turística que se viene produciendo desde fines de 2011 a la fecha tiene como consecuencia que los hoteles deban ofrecer precios más bajos con el fin de captar el escaso mercado existente. En ese sentido, la devaluación de enero no tuvo demasiada repercusión. Si bien fue un sinceramiento parcial del valor de la moneda, no es suficiente. Es necesario que, además, se controle la inflación y se libere el tipo de cambio".
Por su parte, Busquets aportó otro dato: "En los últimos años, y en comparación con San Pablo, Santiago de Chile, Punta del Este y Lima, en Buenos Aires hay una tendencia a la baja de tarifas. Además, sucede algo más grave: el RevPar también es menor al de los casos citados, siempre hablando de la hotelería en términos generales".
Por su parte, la ejecutiva de cuentas del departamento Receptivo de Top Dest, Edith Di Vito, señaló que "las tarifas hoteleras de Argentina son altamente competitivas comparadas con otros países de América Latina. Más aún, en algunas categorías los precios son más bajos. Los destinos de la región con los que competimos en el segmento Receptivo son Ecuador, Perú, Chile y Brasil. Además, el resto de la oferta turística del país es altamente competitiva y de sumo interés para que los extranjeros". A lo que Antonio Gómez, presidente honorario de la Fehgra y ex presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT), aportó: "En el resto de Latinoamérica todas las tarifas hoteleras están más altas, al igual que los servicios complementarios: gastronomía y taxis, por citar ejemplos. Pero lamentablemente esto no llega a compensar lo que quiere el turista extranjero, que busca una ventaja comparativa".
Más allá de los precios, Montaldo remarcó que "si bien la devaluación del 20 de enero tuvo un efecto positivo, también es cierto que hubo un incremento de los costos internos que lo licuó absolutamente. Con un escenario de aumento del 30% en los convenios colectivos y de casi todos los costos, el efecto positivo de la devaluación ya se perdió. Los hoteleros argentinos están cotizando tarifas en dólares para el mercado internacional. En general son similares a las del año pasado, aunque siempre llevan la leyenda "sujeto a modificaciones". Porque si se da una avalancha de aumentos en los costos internos sin una compensación en el tipo de cambio, esas tarifas no se van a poder sostener".
A lo que Roberto Brunello, presidente de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra), agregó: "La hotelería argentina está en condiciones de dar el paso al frente; hoy nos podemos reinventar. Existe un movimiento interno, hay huéspedes en los hoteles pero también hay problemas que afectan a la actividad y que hay que resolverlos".
Más allá de todo lo dicho, vale mencionar los datos aportados por el economista Tomás Bulat, quien el 6 de febrero -durante una charla en la Ahrcc- sentenció: "En Buenos Aires hoy las tarifas están prácticamente iguales a las de Nueva York, y eso le pone límites a la actividad. Además, la ocupación está por debajo de los niveles anteriores a la crisis".

 

TARIFAS EN LA WEB.
Recientemente Hoteles.com y Trivago publicaron informes y rankings de índices de precios a nivel global.
Trivago indicó que los hoteles argentinos están entre los más baratos de América Latina. El costo promedio por noche es de $ 1.028,91 y el país se ubica en el puesto N˚ 33 en nivel de precios en un ranking integrado por 44 naciones.
En América del Sur los precios de habitaciones más caros están en Venezuela, con un promedio de $ 1.972,90, y en Brasil, con $ 1.367,67. Mientras que Uruguay y Chile ofrecen tarifas más elevadas que Argentina, rondando los $ 1.095,22. Bolivia, en tanto, es el destino más económico, con una oferta de hospedaje a $ 745,32 por noche.
Entre los turistas europeos que más buscan opciones de viajes en Argentina se encuentran los españoles, seguidos por los alemanes y los italianos.
Por otra parte, el Hotel Price Index (HPI o Índice de Precios Hoteleros) del portal de reservas Hoteles.com informó las alteraciones en las tarifas hoteleras durante 2013 en Argentina. Los datos arrojaron que los huéspedes pagaron en promedio un 5% menos por su hospedaje en comparación con 2012, con una tarifa promedio nacional de US$ 123.
En Buenos Aires, por ejemplo, se registró una baja del 7%, y el precio promedio por noche pasó de US$ 99 a US$ 92. Por tal motivo, y según el último HPI, fue el destino a nivel nacional donde se abonó la tarifa más baja.
Asimismo, hubo otros dos destinos que registraron caídas: Bahía Blanca, con un 4% y una tarifa de US$ 87; e Iguazú, con el 1% (US$ 186).
En cuanto a los incrementos, el más significativo se evidenció en Ushuaia, con un 17% y una tarifa promedio de US$ 167, seguida por Bariloche, con una suba del 16% (US$ 192). En El Chaltén el aumento fue del 13% (US$ 152).

 

EL DOLAR TURISTICO.
El mes pasado, luego de la 203º Reunión de Consejo Directivo de la Fehgra, la entidad hizo pública una declaración integrada por siete ideas a las que arribaron los dirigentes empresarios. Entre ellas se destacaban la incorporación de un "dólar turístico".
A partir de este reclamo, Brunello explicó: "Nosotros lo planteamos como una medida económica alternativa para que se ponga sobre la mesa de debate. Porque la cotización oficial a $ 8 ya no es competitiva para nuestra actividad. Con la situación de hoy hasta el gobierno está perdiendo, porque el turista cambia sus dólares en las cuevas y son divisas que no ingresan en el circuito financiero. Estamos solicitando una devaluación parcial para nuestra actividad. Luego la cotización deberá fijarla el Estado, pero creo que debería rondar los $ 10 o tomar la cotización oficial más el 35% de recargo que se aplica sobre los gastos en el exterior".
Sobre esta propuesta, Gómez comentó: "Hoy la factibilidad de que se ponga en práctica el "dólar turístico" es baja. Porque si a la cotización oficial de $ 8 se le suma el 35%, da $ 10,80, un valor mayor al del "dólar blue". En el caso de que se ponga en práctica el "dólar turístico", los viajeros deberían cambiarlos en el banco acreditando su pasaporte. A su vez, tenemos que entender que muchos turistas extranjeros no quieren ir a cambiar a las "cuevas" por una cuestión de seguridad. Mientras que en el caso los australianos o canadienses, que manejan los dólares de sus países, sólo los pueden cambiar en los bancos oficiales. Personalmente pienso que el "dólar turístico" es sólo una medida para mejorar la competitividad, pero existen otras. Por ejemplo, Chile eliminó desde hace años el IVA al turista extranjero porque es un impuesto que se aplica sobre el consumo interno. Mientras que en Colombia, desde hace meses los extranjeros son eximidos del pago del IVA en paquetes y servicios turísticos".
"Debemos tener en cuenta que históricamente el sector privado vinculado al turismo no expresó en forma pública una opinión sobre la incorporación de un "dólar turístico". Advirtiendo la complejidad de aplicar esta medida económica, considero que sería altamente positivo volver a un tipo de cambio único y a un contexto similar al del período 2003/2009, cuando no había necesidad de estar pendientes de la cotización del dólar", agregó Busquets.
En esta misma línea, Fresno adicionó: "No es necesario un "dólar turístico", sino volver al escenario anterior a octubre de 2011. Es decir, liberar el mercado de cambios".
Por su parte, Montaldo agregó: "Es muy delicado hablar de devaluación en este contexto político. No sé si la solución es el "dólar turístico" porque los economistas consideran que un mercado desdoblado no se puede sostener por mucho tiempo. Sin embargo, creo que hay que pensar una medida en el corto plazo para tener competitividad internacional. Tenemos que recuperar un millón de turistas, que es lo que Argentina necesita para volver a niveles aceptables de ocupación y lo hecho hasta ahora no alcanza".
Aportando una visión macroeconómica, Bulat expresó que "estamos en medio de un cambio, frente a un panorama totalmente distinto del que teníamos hasta ahora. Pero no sabemos hacia dónde vamos. Tenemos muchos interrogantes: ¿Estamos realmente frente a un nuevo tipo de cambio a $ 8? ¿Por cuánto tiempo seguirán altas las tasas de interés? La respuesta es una sola: ¿Quién lo sabe? Tendremos que ir viendo sobre la marcha". Y añadió: "La cotización a $ 8 no dura, eso es seguro. Y el cepo tampoco, porque mientras haya restricciones cambiarias no entrarán dólares. Seguramente habrá otra devaluación y caída de las reservas".

 

MERCADOS OBJETIVOS.
En la búsqueda de una mejor competitividad también deben plantearse estrategias específicas de promoción y mercados a los que apuntar. En el caso de Argentina, y dada la caída del turismo receptivo que se registró en los últimos años, también es necesario analizar cuáles son los destinos emisivos a recuperar.
"En los últimos tres años se perdió fuertemente el mercado brasileño, y esto implicó 100 mil turistas que no arribaron al país. No obstante, desde noviembre de 2013 comenzó a recuperarse, aunque muy lentamente. Para hablar de Europa hay que tener en cuenta tanto nuestra falta de competitividad como la situación económica por la que está atravesando. Nuestro principal mercado emisor siempre fue España y cayó en gran medida. Hay zonas de nuestro país que se veían beneficiadas con este flujo, como la Patagonia, donde se registraron caídas de hasta el 80%. Si bien hoy el español está saliendo de su país, lo hace a destinos más cercanos. Menciono a España como un ejemplo, pero también perdimos parte del mercado en Italia y Francia. Quizás la corrección parcial del dólar permita avizorar algún cambio positivo o al menos no continuar con la caída del receptivo durante 2014", aseveró Montaldo.
Mientras que Brunello reconoció que "cuando se desató la crisis internacional, el Ministerio de Turismo salió a buscar nuevos mercados y aún hoy lo sigue haciendo. Pero estas acciones hay que acompañarlas con estrategias específicas de promoción".
Por otra parte, Di Vito explicó que "actualmente los principales mercados con los que trabaja Argentina son los países limítrofes, como Brasil y Chile. A los que se suman otras regiones emisivas, como Europa, Asia y Estados Unidos, principalmente en el período que va de septiembre a abril".
A lo que Antonio Gómez agregó: "Australia y Nueva Zelanda son mercados muy interesantes para nosotros y para este tipo de público debemos ser atractivos".

 

LA INFRAESTRUCTURA.
Hablar de competitividad implica pensar en dos ejes: el precio y la calidad. "En este segundo aspecto, Argentina renovó la hotelería de manera anticipada al resto de Latinoamérica. Estamos hablando de nuevos emprendimientos, inversiones y renovaciones de las plazas ya existentes; un proceso que se dio desde la segunda mitad de la década del 90 hasta 2010. De hecho, hoy existen en casi todas las plazas del interior hoteles nuevos y oferta en las categorías 4 y 5 estrellas", relató Montaldo.
Comparando este desarrollo con el resto de la región, explicó que "Brasil comenzó un proceso de renovación cuando fue elegido sede del Mundial de Fútbol y de las Olimpíadas. Con respecto a los inversores, en los últimos tres años se corrieron de Argentina hacia Chile, Uruguay y Colombia. Hoy el resto de la región está evolucionando. Mientras que México nunca detuvo su desarrollo. Argentina se adelantó a este proceso, y si no inicia un proceso de inversión en los próximos años va a quedar a equiparada con el resto".
Por su parte, Fresno señaló: "La hotelería en Argentina -especialmente la de Buenos Aires- es muy competitiva no sólo respecto de América Latina sino del mundo. Se ha desarrollado mucho en los últimos años, mejorando sus instalaciones y servicios, colocándose a la altura de los huéspedes más exigentes, que conocen, viajan y están acostumbrados a consumir servicios de hospedaje. En función de ello, exigen cada vez mayores y mejores prestaciones".
Mientras que Brunello señaló que "la calidad de los hoteles en el país es muy competitiva y existe oferta para todo tipo de público. Sin embargo, los rubros complementarios del turismo tienen que ir acompañando esta oferta hotelera que está madura en los principales destinos del país".
A lo que Gómez agregó: "Nuestros establecimientos están reconocidos internacionalmente, tienen certificados de calidad y todos los empleados son egresados de escuelas de hotelería".

 

DESTINO DE EVENTOS.
Uno de los segmentos que más se desarrolló en los últimos años en Argentina es el del Turismo de Reuniones. Una actividad que tiene en la hotelería uno de sus principales aliados en la captación de eventos. Diego Gutiérrez, presidente de la Asociación Argentina de Organizadores y Proveedores de Exposiciones, Congresos y Eventos (AOCA), señaló: "En términos amplios la hotelería argentina es competitiva. En primer lugar por la calidad, variedad y cantidad de alojamiento que ofrece. Si sumamos el nivel de los recursos humanos gerenciales y operativos, el balance es positivo. En los últimos 15 o 20 años la oferta hotelera en nuestro país se incrementó, especialmente en el segmento de hoteles de mayor tamaño, en muchos casos pertenecientes a cadenas. A excepción de algunos destinos de incipiente desarrollo, la mayoría cuenta con la infraestructura necesaria para captar eventos: congresos, ferias, exposiciones, eventos deportivos, viajes corporativos y de incentivo".
Dado que analizar la competitividad de un destino implica también considerar la capacidad de captar eventos corporativos, Gutiérrez indicó: "Argentina compite fuertemente con Brasil, que está en el puesto Nº 7 en el ranking de ICCA (International Congress and Convention Association), mientras que nuestro país se ubica en el puesto Nº 18. Otros competidores son México (puesto Nº 23) y Colombia (puesto Nº 29). En cuanto al potencial de Argentina para seguir captando eventos internacionales es inagotable. Estamos trabajando desde hace seis años en el marco de un Plan estratégico de Marketing para el Turismo de Reuniones. Esto permitió que pasemos del puesto Nº 36 en 2007 al puesto Nº 18 en 2012 en el ranking de la ICCA, y de 60 congresos internacionales desarrollados en 2007 a 202 en 2012.
Consultado sobre los rubros que complementan a la hotelería y que también aportan a la captación de eventos, indicó: "Son absolutamente competitivos en calidad y precio. Por citar algunos ejemplos, los proveedores argentinos de tecnología están altamente profesionalizados, y la gastronomía es precisamente uno de nuestros principales atractivos. Si además consideramos la variedad, calidad y grandiosidad de los paisajes locales, estamos hablando de grandes ventajas competitivas".

FUENTE: la-hoteleria-argentina-busca-su-norte

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