Después de los momentos más sensibles de la crisis económica iniciada a fines de 2008, y mientras los estados de la Eurozona avanzan hacia su recuperación con índices de crecimiento mejores a los esperados, cabe preguntarse, en perspectiva, qué impacto tuvo la crisis del Viejo Mundo en América Latina. ¿Ha logrado la región canalizar las inversiones retraídas en el continente europeo? ¿Hubo países ganadores y perdedores en el tablero de la industria turística? ¿Continuará el interés en el mercado latino?
El boom de Latinoamérica
Latinoamérica emerge como un destino atractivo para los capitales extranjeros. Factores como la estabilidad macroeconómica, las tasas de crecimiento, el tipo de cambio y la falta de infraestructura definen un escenario heterogéneo dentro de la región, donde Colombia, Perú y Chile se han posicionado como los mercados preferidos por las cadenas hoteleras internacionales.
En términos generales, los analistas coinciden en que Latinoamérica ha presentado una coyuntura económica favorable en los últimos años, con tasas de crecimiento relativamente altas, por lo que los inversores de los países desarrollados, frente a la inestabilidad de sus propios mercados, decidieron abrir su campo de acción y expandirse más allá de sus fronteras.
De acuerdo a datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Latinoamérica y el Caribe experimentaron crecimientos anuales constantes en los niveles de inversión extranjera directa durante el período de crisis global, exceptuando el período 2009. Si se compara el flujo de inversiones con otras regiones del mundo, se observa que América Latina obtuvo un decrecimiento menor en 2009 e incrementos mayores entre 2010 y 2012, años en los que las economías europeas y norteamericana tuvieron un desarrollo moderado, e incluso decrecieron.
“Concretamente hablando de la inversión turística, la crisis de Europa impactó de una manera muy significativa en las inversiones sectoriales para la propia región, reduciéndose sustancialmente a partir del año 2008. Esta situación significó un giro radical en el escenario mundial de la inversión turística, generando un aumento del interés por nuevas regiones, entre ellas América Latina y el Caribe”, explicó Jordi Ferrer, socio internacional de Travel, Hospitality & Leisure de Deloitte España.
“Los inversores se mostraron cautelosos a la hora de invertir en Europa, entre otros motivos por la falta de estabilidad de su propia economía, afectada por los problemas de deuda pública y unos débiles sistemas financieros que caracterizaron la situación de crisis vivida. En este contexto, Latinoamérica se presenta más fuerte en ambos aspectos, llamando más la atención de los inversores. Los países de la zona disponen de cuentas públicas más saneadas, sistemas financieros consolidados y perspectivas de crecimiento que la convierten en un atractivo destino de inversión”, continuó el especialista.
Para Ferrer, el sector servicios de la región latinoamericana ha reflejado un progreso constante desde 2008 gracias al impulso de los capitales extranjeros que desembarcaron en distintos rubros de la industria turística. “En el área de la hotelería las oportunidades se han dado tanto en el segmento urbano como en el vacacional. En concreto, el negocio de resorts en el Caribe, México y en algunos países como Colombia, ha mostrado un mayor dinamismo y consolidación. El hecho de que el mercado americano se recuperara más rápido que el europeo y que algunos estados del Viejo Continente, como Alemania, demostraran una sorprendente fortaleza durante la crisis, contribuyó a que América Latina no sufriera caídas importantes de demanda turística en este ámbito. Respecto al sector de viajes, se han observado oportunidades relacionadas con la incorporación de compañías emisoras en plataformas más globales. Este es el caso, por ejemplo, de la compra en 2012 de MalaPronta.com, una de las agencias online líder en el mercado doméstico brasileño, por parte del grupo TUI”.
UN MERCADO HETEROGENEO.
Si bien puede afirmarse que la región latinoamericana en su conjunto se ha visto favorecida durante la recesión global, es preciso analizar las divergencias. “En primer lugar y como punto de partida, deberíamos recordar que, como decía Kissinger ´cuando llamo por teléfono, nunca me atiende Europa; es España, Alemania, Francia, etcétera´. No hay una sola Europa como tampoco existe una sola Latinoamérica; las realidades son muy diferentes aunque existan conceptos y situaciones vinculantes”, manifestó Jordi Busquets, asesor de la Fehgra y director de JJB Asoc. Tourisme Consulting.
El especialista, miembro del Panel de Expertos de la OMT y vicepresidente de la Ih&Ra, sostuvo: “En materia de inversiones, por razones que tienen que ver con las condiciones por las cuales el capital llega a un país o se marcha del mismo, se observó un comportamiento heterogéneo, ya que los grupos europeos –siendo los españoles los más activos dentro de la industria de la hospitalidad latinoamericana– han seguido invirtiendo en Panamá, Perú, Colombia y Chile, principalmente. Los estímulos a la inversión extranjera y la existencia de reglas transparentes para el negocio han sido y son las razones esenciales para ello. En este panorama, Argentina ha sido perjudicada por la brusca disminución de los mercados emisores tradicionales, mientras que la inversión local en hotelería procedente de Europa no registra movimientos, aunque se mantuvieron estables las existentes, lo que no es un dato menor. En cambio, se produjeron algunos cambios societarios en grupos españoles vinculados a los servicios de comidas en aeropuertos o sitios de gran movilidad como lo son las estaciones de servicio”.
A los países que Busquets menciona como los más interesantes para los capitales extranjeros (Panamá, Perú, Colombia y Chile), Ferrer agrega a México y Brasil, y a Centroamérica, fundamentalmente Costa Rica y Panamá, y diversas islas del Caribe, entre las que se destaca República Dominicana. “Han proliferado emprendimientos integrados de gran escala, que proveen infraestructura hotelera, desarrollos inmobiliarios y otros servicios de entretenimiento como campos de golf y marinas. En el caso de Colombia, el volumen de inversiones ha propiciado el aumento de la oferta, siendo Marriott, Best Western, Hilton y Holiday Inn algunas de las cadenas internacionales que han desarrollado nuevos proyectos hoteleros en el país”.
El consultor de Deloitte España también hizo referencia a los obstáculos que perciben quienes miran al bloque americano desde el otro lado del Atlántico y que pueden suponer un freno a la llegada de activos: inseguridad ciudadana, escasa seguridad jurídica, burocracia, problemas con el tipo de cambio y falta de infraestructura. “Otros ejemplos de situaciones concretas incluyen los largos plazos de obtención de permisos de construcción y las altas tasas en países como Brasil o Argentina, o la debilidad del marco regulatorio que protege a los inversores en Paraguay. Por último, la posición competitiva de estos países influye también en las decisiones de los inversores. Es necesario bajar hasta el puesto 33 a nivel mundial para encontrar al primer país latinoamericano en este ranking: Chile, acompañado en el top 50 solamente por Panamá”.
El índice de competitividad 2014/2015 elaborado por el World Economic Forum sitúa en la tercera posición latinoamericana a Costa Rica, en el puesto global 51°, seguido por Brasil (57), México (61), Perú (65), Colombia (66), Guatemala (78), Uruguay (80) y El Salvador (84).
LOS ACTORES INTERNACIONALES.
El estudio de la consultora STR –denominado Global Construction Pipeline Report– para Sudamérica y Centroamérica, detalla que en diciembre pasado se encontraban en estado de desarrollo (etapas de planificación y construcción) 416 hoteles, con un total confirmado de 67.466 habitaciones. Del reporte se desprende que Brasil concentra el mayor número de proyectos hoteleros, con 275 establecimientos y 47.047 habitaciones; seguido por Colombia, con 5.014 cuartos distribuidos en 32 hoteles; Panamá, con 2.809 habitaciones en 16 hoteles; Chile; con 2.264 habitaciones en 16 alojamientos; y Argentina, con 2.235 habitaciones en 19 hoteles.
En materia de sumas de capital de inversión, Colombia ha logrado cosechar en los últimos cuatro años inversiones por US$ 894 millones en 28 planificaciones en diversas ciudades del territorio, según datos de ProColombia. Los fondos, provenientes de Estados Unidos, España, Alemania, México, Chile, Portugal, Reino Unido y El Salvador, representaron la creación de 12.650 nuevos empleos. Cabe destacar que el país promueve un sistema de incentivos que incluye exenciones en el impuesto a la renta por 30 años para hoteles nuevos, remodelados o ampliados antes del 31 de diciembre de 2017, como también para diversos servicios turísticos y ecoturísticos.
Por su parte, Brasil estima recibir US$ 5.300 millones hasta 2016, como resultado de sumar infraestructura para satisfacer la demanda de los asistentes al Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos en Río del año próximo.
En el actual fenómeno expansivo de la hotelería en Latinoamérica adquiere un papel preponderante la apuesta de las grandes cadenas internacionales, quienes cerraron 2014 dando a conocer sus objetivos y emprendimientos futuros.
Si se toman en cuenta las firmas europeas, la francesa Accor proyecta inaugurar en Brasil, su principal mercado latino, 155 propiedades en los tres próximos años. Patrick Mendes, director general de Hotel Services de Lujo, Upscale y Midscale de América del Sur de Accor, en una entrevista concedida a Hospitalidad & Negocios en junio pasado manifestó: “América Latina es una de las regiones más dinámicas para el grupo, donde el volumen de negocios creció más de un 25% en 2013. Contamos con alrededor de 220 establecimientos, a los que sumamos otros 30 en 2014”.
“Apuntamos a un desarrollo agresivo en América Latina. Para Argentina, el Master Plan de Accor consiste en consolidarnos como la cadena N° 1 a nivel nacional en los próximos dos o tres años… La idea es desarrollar hoteles en todas las ciudades más importantes del país, con las marcas ibis, las Midscale (Novotel y Mercure) y las Upscale (Sofitel, Pullman y MGallery). Pretendemos alcanzar las 50 unidades en tres años. Seguimos creyendo en Argentina y consideramos que tiene un gran potencial. Hace casi 40 años que estamos en la región, y cuando lo hacemos es para permanecer por un largo plazo.”
A fines de diciembre pasado fue inaugurado el ibis Pilar, un hotel de 112 habitaciones operado en asociación con el grupo Upgrade, que demandó una inversión de $ 45 millones. La cadena también anunció la llegada de la misma marca a Ecuador, donde concretará 10 proyectos que supondrán una inversión total de US$ 100 millones a partir de 2016.
La española Meliá Hotels International firmó un acuerdo marco a mediados de 2014 con el grupo desarrollador Franco Biocchi Zurita para instalar cinco hoteles Innside by Meliá en Venezuela. El primero de ellos, Innside Punto Fijo, comenzará a operar en 2016. Otras metas latinoamericanas para el ciclo 2015-2016 son desembarcar por primera vez en Chile, y abrir establecimientos en Cartagena, Caracas y Argentina. “En la región Meliá juega con ventaja respecto de otras cadenas hoteleras porque tenemos una enorme presencia y operamos desde hace más de dos décadas. Estamos muy bien posicionados. Por ejemplo, tener cerca de 20 hoteles en Brasil facilita que un turista de ese mercado elija alguna de nuestras marcas cuando vacaciona en el Caribe. Por otra parte, ser una empresa de habla hispana nos permite diferenciarnos de la competencia”, refirió Marc Pelfort, director de Contrataciones para América de Meliá Hotels International a Hospitalidad & Negocios. “Actualmente Colombia está teniendo un buen desarrollo, pero en años anteriores lo tuvo Argentina y, en otros, Chile. En líneas generales, Latinoamérica tiene un crecimiento desde hace varios años pero hay que estar atento y hacer un análisis correcto sobre el mercado que está generando ese desarrollo y, a partir de ahí, diseñar una estrategia de inversión.”
Starwood Hotels & Resorts Worlwide cuenta en la actualidad con 17 proyectos de alojamiento para la región. “Starwood ha estado expandiendo su presencia en América Latina de una forma rápida y va en camino de alcanzar 100 hoteles para 2017. Las perspectivas futuras de crecimiento en Latinoamérica nunca han sido más fuertes", declaró Jorge Giannattasio, jefe de Operaciones de América Latina y de Iniciativas Globales de la cadena. La compañía planea abrir propiedades de las marcas Aloft y Four Points en México –donde prevé incrementar su cartera el 30% para 2016–, Colombia y Ecuador. En diciembre pasado, la firma abrió su primer W en Colombia, el W Bogotá, con 168 habitaciones y suites. “Colombia es un mercado prioritario para nuestra compañía y estamos seguros de que no hay mejor momento que ahora para introducir este estilo de vida completamente nuevo y este concepto moderno de lujo al país”, dijo el directivo.
Además, en Brasil, abrió sus puertas el Sheraton Reserva do Paiva, próximo a la ciudad de Recife, y se inyectaron US$ 50 millones en la renovación del emblemático Sheraton Rio, que entre sus novedades incluye el restaurante L'Etoile, liderado por el chef Jean Paul Bondoux y el bar DRY Martini, del español Javier de las Muelas, referente del mundo de la coctelería.
Otras expansiones de Sheraton comprenden propiedades en Cartagena, Colombia y Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, destino al que también arribará la cadena Marriott International en 2016, en el que será su primer complejo en dicho país.
Hilton Worldwide también se ha sumado al boom latinoamericano con el anuncio de ampliar su cartera en un 60%, lo que implica la apertura de 40 resorts y seis mil nuevas habitaciones para fines de 2016. “Hilton continúa pasando por un período de importante expansión global. Latinoamérica juega un papel dominante en este desarrollo y nos comprometemos a mantener esta tendencia en la región”, declaró Tom Potter, vicepresidente senior de la compañía para el Caribe, México y Latinoamérica. Los países seleccionados para esta estrategia son Panamá, Colombia, México, Brasil, Argentina, Costa Rica, Perú, Chile y Uruguay, donde predominarán las marcas Hampton Hotels y Hilton Garden Inn.
Por su parte, Craig Smith, presidente de Marriott International para el Caribe y Latinoamérica, anunció que la estrategia de la cadena es duplicar el portfolio en la región entre 2014 y 2017, pasando de los actuales 82 establecimientos a 150, a través de 10 marcas. El master plan de la compañía estadounidense abarca a Brasil y México, donde existe la oportunidad de expandir los productos Courtyard by Marriott, Fairfield Inn y AC by Marriott. “Colombia, Perú y Chile tienen un potencial de desarrollo de sus plazas porque cuentan con economías estables y aún no tienen una oferta hotelera de calidad”, sostuvo Smith.
EL IMPACTO TURISTICO.
Otro aspecto de análisis esencial dentro de esta radiografía de los efectos de la crisis europea sobre Latinoamérica está vinculado con el comportamiento de las corrientes turísticas.
“El impacto mayor de la crisis europea, que se inició en el último trimestre de 2008 y en parte continúa, ha estado concentrado en la disminución de los flujos emisores tradicionales como España, Italia y Francia, fundamentalmente. Esta caída se hizo notar, por ejemplo, durante el Mundial de Fútbol realizado en Brasil. Fue la propia intraregión la que generó más visitantes, y dentro de ella se destacaron los argentinos. Este descenso ha sido casi general en el segmento de viajeros de placer, mientras que en el corporativo países como Brasil, Colombia y Perú, por citar ejemplos, no se vieron tan perjudicados”, analizó Busquets.
Según el informe confeccionado por IPK International para ITB Berlín publicado en diciembre último, los arribos internacionales a Sudamérica crecieron un 7% con motivo del Campeonato Mundial de Fútbol, superior al 2,5% del mismo período del año anterior, siendo los viajeros argentinos chilenos y colombianos los que contribuyeron en mayor medida para llegar a esa marca.
En concordancia, Ferrer subrayó la merma en el número de viajes a Sudamérica por parte de españoles e italianos, mientras que Alemania, Francia y Rusia elevaron la cifra de visitas a la región.
El último dossier de la ITB informa que para los turistas del continente europeo los ocho primeros meses de 2014 estuvieron signados por la preponderancia de los desplazamientos interregionales, que representan el mayor volumen turístico y aumentaron un 3%. En cuanto a los viajes de ultramar, de acuerdo a Mundial Monitor Travel, las regiones más elegidas fueron Asia (+ 7%), Norteamérica y el Caribe (+ 6%), y en última posición se ubicaron América del Sur y el Pacífico (+ 5%).
Un estudio realizado por Deloitte que refleja la llegada de turistas a Latinoamérica entre 2007 y 2013 indica que México se posicionó como líder destacado en volumen de turistas anuales, mientras que Colombia fue el país con mayor tasa de crecimiento anual, alcanzando el 9%. “Con el inicio de la recuperación de la crisis europea, esta tendencia no ha hecho más que acentuarse. Así, durante la primera mitad de 2014, la llegada de viajeros a México ha supuesto un incremento del 19% con respecto al mismo período en 2013, mientras que en Argentina la diferencia ha sido del 16,2%.”
EXPECTATIVAS Y CONSOLIDACION.
En el presente marco de recuperación de las economías de la Eurozona, queda preguntarse qué panorama se vislumbra para los próximos años. Para Ferrer, “el interés de las compañías turísticas españolas en Latinoamérica tiende a seguir en aumento con la apertura de nuevos proyectos en la región. Algunos ejemplos son el nuevo hotel de la marca Paradisus de Meliá en Huatulco (México), o el Meliá Cartagena de Indias, que se convertirá en el cuarto hotel de la cadena en Colombia. En el segmento de hoteles urbanos, NH también reforzó su estrategia para consolidar su presencia en coinversión con socios locales. Los grupos hoteleros españoles quieren aprovechar la situación, no sólo para incrementar su actividad en América Latina durante este período de crisis, sino para establecerse como marcas hoteleras consolidadas y reconocidas en el mercado latinoamericano”.
Busquets centró sus previsiones en la afluencia turística: “En mi opinión, la Europa tradicional para América Latina tardará un par más de años en recuperarse a pleno, y así contar con tiempo y capacidad para pensar en viajes de larga distancia. Por otra parte, tenemos a Alemania y Gran Bretaña, que con la diversidad de acciones promocionales que ejecuta el Inprotur, más tarde o más temprano, generarán resultados más favorables en materia de llegadas internacionales. Los países escandinavos continúan siendo en nuestra consideración una oportunidad para intentar explorar de manera más agresiva y sistémica”.
EFECTO CONTAGIO.
El buen momento que vive el sector hotelero de Latinoamérica traerá aparejadas buenas perspectivas para la vecina región del Caribe en 2015. Según la consultora STR Global, la industria de la hospitalidad caribeña se está empezando a beneficiar, de modo terminante, del auge económico de Sudamérica. Este fenómeno ya había sido señalado por Parris Jordan, director-gerente para el Caribe de HVS, durante la conferencia Visión general del mercado hotelero del Caribe: “Sudamérica tiene una importancia cada vez mayor como mercado emisor”. El directivo destacó que durante 2013 el arribo de sudamericanos al Caribe creció un 13%, pero lleva un acumulado del 70% desde el año 2000. Otro de los datos relevantes del estudio es que, a partir de 2020, México podría desplazar a Brasil como la mayor economía turística de la región.
Un factor que seguramente introducirá modificaciones en el turismo caribeño son las medidas anunciadas por Estados Unidos en relación a suavizar las restricciones al comercio y los viajes a Cuba. El diario El Nuevo Herald, de Miami, publicó recientemente que “las agencias de viajes a Cuba establecidas en Estados Unidos dicen que, simplemente, no hay más habitaciones en los pocos hoteles de alta gama que hay en la isla que cumplan con los estándares internacionales”.
Al respecto, Busquets expresó que “Cuba fue largamente beneficiada de inversiones procedentes de Europa, de manera excluyente de España. Las recientes novedades además de incertidumbre, ilusiones y desafíos, producirán una singular competencia entre grupos españoles y norteamericanos, ya que estos últimos desembarcarán en breve y van por todo”.
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