"Nuestra misión es cambiar el estilo de vida de las personas transformando cualquier lugar del mundo en un paraíso de playas idílicas. Esto lo logramos desarrollando lagunas con aguas cristalinas de tamaño ilimitado, con muy bajos costos de construcción y mantenimiento. Este concepto único y tecnología de punta proporcionan las condiciones ideales para la natación y práctica de deportes náuticos, en un entorno único y amigable con el medio ambiente. Pretendemos consolidar nuestro concepto como el mejor y más innovador amenity, continuando así con nuestra exponencial expansión mundial y el permanente desarrollo de nuevas soluciones tecnológicas que generen valor y mejoren la calidad de vida de las personas en el mundo", afirman desde la web de Crystal Lagoons, compañía que desarrolló esta innovadora propuesta, consistente en lagunas artificiales de aguas cristalinas.
El objetivo principal del presidente y fundador de la empresa, Fernando Fischmann, fue poder recrear una playa paradisíaca en cualquier lugar del planeta.
Estas lagunas son "el amenity del futuro", debido a que si se las compara con un campo de golf, por ejemplo, están orientadas a un rango más amplio de personas, y sus costos de construcción y mantenimiento son menores.
HISTORIA.
La compañía nació a comienzos de la década del 90, inicialmente dedicada al desarrollo de proyectos inmobiliarios.
En 1997 Fischmann decidió crear un proyecto ligado al turismo: San Alfonso del Mar, en Algarrobo, un pequeño pueblo a orillas del mar, en la zona central de Chile, donde las costas son frías, inhóspitas y peligrosas, al punto de que está prohibido el baño en esa zona.
Dada esta situación, Fischmann -bioquímico de profesión- investigó y experimentó hasta desarrollar la tecnología Crystal Lagoons, que permite mantener grandes volúmenes de agua en estado cristalino, dando lugar a la construcción de lagunas artificiales en diversos lugares del mundo.
San Alfonso del Mar fue el primer proyecto desarrollado en Chile conforme a este concepto. Consistió en un espejo de agua de 8 ha. y 1 km. de longitud, que en 2007 fue galardonado por el Guinness World Record como la piscina más grande del mundo.
Tras este éxito, Fischmann patentó la tecnología en 160 países y formó -a fines de 2007- la compañía Crystal Lagoons Corporation, con el objetivo de comercializar este innovador concepto en distintos desarrollos inmobiliarios y turísticos de todo el orbe.
Actualmente la empresa tiene presencia en los cinco continentes, con más de 180 proyectos en 45 países.
IMPACTO AMBIENTAL.
Según indica la compañía, la tecnología Crystal Lagoons es sustentable desde el punto de vista ambiental, debido al uso racional de recursos escasos, como la energía y el agua.
En la web se detallan las siguientes características:
• Utiliza hasta 100 veces menos productos químicos que los sistemas de piscina convencionales.
• Consume hasta un 2% de la energía utilizada por los sistemas tradicionales de filtración.
• Cumple con los estándares internacionales de calidad del agua.
• Una hectárea de laguna puede consumir la mitad de agua que 1 ha. de parque o área verde, y hasta diez veces menos que un campo de golf.
• Posibilita el desarrollo de terrenos antes inutilizables: desiertos, segundas filas en lugares costeros, zonas interiores, e incluso en medio de las ciudades.
PROYECTO EN ARGENTINA.
El primer proyecto que ofrecerá una laguna de aguas cristalinas Crystal Lagoons en Argentina es Terralagos, en Canning, Ezeiza.
Este emprendimiento se encuentra en etapa de desarrollo y su finalización se prevé para 2014.
Contará con una laguna artificial de 5 ha., donde se podrán practicar deportes náuticos. Además, el complejo contará con club house, spa con piscina cubierta, gimnasio, sauna, sala de masajes, restaurante, y canchas de tenis, fútbol y hóckey, entre otras facilidades.
El desarrollo de Terralagos está a cargo de Morvial y Repsa Desarrollos Inmobiliarios.
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