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Hoteleros y gastronómicos se suben a la ola del bitcoin

A principios de 2012 el bitcoin entró en el escenario turístico y viene perfilándose como la moneda de moda del mundo digital. De hecho, cada vez son más las personas que llevan billeteras virtuales a la hora de viajar. Por tal motivo, poco a poco los establecimientos hoteleros y gastronómicos comenzaron a aceptar dicha moneda como forma de pago.

Hoy el bitcoin es una moneda de moda en el mundo digital y cada vez son más los viajeros que optan por ella a la hora de viajar, con el fin de evitar contratiempos.
Sucede que el bitcoin es utilizado como método de pago, pero sin la necesidad de que haya bancos de por medio, y se transporta en una wallet ("billetera") digital, lo cual hace posible disponer de ellos en cualquier momento y lugar a través de una computadora, tablet o smartphone.
Si bien existe desde hace bastante, su impacto comercial y mediático tomó bastante fuerza a partir de principios de 2012. Fue entonces cuando comenzó a hablarse de bitcoins también en nuestro país, y algunos establecimientos hoteleros y gastronómicos se animaron a instrumentarlo como forma de pago.
Si bien el ritmo de las operaciones aún no es significativo, los empresarios que aceptan la moneda virtual aseveran que son prometedoras.


¿QUE ES EL BITCOIN?
Antes de avanzar en lo referente al uso, es necesario comprender con mayores detalles de qué se trata el bitcoin. Fernando Paradiso, director de Desarrollo de Negocios de BitPagos (ver recuadro), explicó: "Es una moneda virtual que está desarrollada en un universo tecnológico súper liberal. Antes que nada, es una moneda descentralizada que no tiene país de origen, lo que la hace universal. No tiene ningún tipo de base o sustento en ninguna reserva, petróleo, oro o cualquier bien físico tangible, sino que su precio se determina por la cantidad de monedas disponibles en el mercado, la oferta y la demanda. Depende de diferentes actores: la curva de oferta y demanda de compra y venta de la moneda propiamente dicha, y a su vez la generación o el descubrimiento de nuevos bloques financieros que generan nuevas monedas. Es un escenario liberal puro. Si nos basamos en términos económicos, podemos decir que no es una moneda, pero la verdad es que sí lo es".
En definitiva, el bitcoin es algo así como un bono o título: "No digo que sea una acción, ya que ésta representaría un valor sobre algo, mientras que el bitcoin tiene valor sobre sí mismo. Es también un instrumento de ahorro", explicó Paradiso.
Entonces, ¿tiene un soporte en papel, como los bonos o títulos? "No, es un número. Se basa sobre un protocolo universitario escrito por una persona que nosotros pensamos que se llama Satoshi Nakamoto. Para adquirirlo es necesario contar con lo que se llama billetera virtual, donde se reciben los bitcoins. Básicamente, lo que se transporta es el protocolo; su concepción es 100% virtual, intangible. Se pueden adquirir a través de espacios virtuales de compra-venta de la divisa, que son miles, aunque hoy en día los más importantes son Coinbase y Bitstamp. También se pueden transferir de persona a persona".
Paradiso agregó que "los mineros (los agentes contables) son las personas que se encargan de validar, certificar y firmar cada una de las transacciones. Son los que prestan el poder de cómputos a la tecnología de la información y la infraestructura para que la moneda pueda evolucionar y usarse. A su vez, ejercen el rol de control para que la red sea creíble y evolucione de forma correcta".


LA LLEGADA AL PAIS.
El bitcoin desembarcó en nuestro país a través de un grupo de entusiastas que, hace algunos años, creó la Fundación Bitcoin. "A partir de encuentros en bares y reuniones con personas que tienen cierto grado de interés o curiosidad sobre el tema, comenzaron a debatir de qué manera esta moneda virtual podría ser beneficiosa para la economía argentina. Esta comunidad fue creciendo y llegó a convertirse en una de las más grandes del mundo. De hecho, está por abrir la Bitcoin Embassy, en el Bajo. La idea es crear un espacio de trabajo para empresas relacionadas con el bitcoin", señaló Paradiso. Y añadió: "Para encontrar a alguien que quiera comprar o vender la moneda se utilizan las redes sociales, o bien se busca a través de ripio.com, un sitio lanzado recientemente en Argentina donde se puede comprar bitcoins utilizando medios de pago en efectivo", señaló Paradiso.
¿Cómo se convierte el bitcoin en efectivo? "Vendiéndolo; cuando se desee, a través de los diferentes procesos disponibles en el país: portales, usuarios particulares o personas que se dedican al exchange".


BITCOIN Y NEGOCIOS.
Según indicó Paradiso, cualquier establecimiento hotelero o gastronómico es susceptible de recibir bitcoins. "La primera ventaja es que todo medio de pago representa una oportunidad. Y si bien las oportunidades en el universo bitcoin son incipientes, muchos de nuestros clientes insisten en su uso por distintos motivos: seguridad, rapidez y practicidad. Hay que considerar que el turista puede moverse con su billetera virtual por el mundo de manera segura, ya que sólo implica conocer su nombre de usuario y contraseña".
La cotización del bitcoin es en dólares (al cierre de esta edición rondaba los US$ 700) y fluctúa permanentemente, ya que es internacional y los mercados no tienen horario de apertura ni de cierre. "Hoy es una moneda volátil porque la penetración en los mercados aún no es tan grande. Entonces, hacer fuerza sobre él, ejerciendo un poder coercitivo sobre el precio, es posible. Y como la moneda es relativamente nueva, el rumor vale mucho. Asimismo, cualquier tipo de precedente que suceda en el marco económico o político en el mundo genera un impacto que hace que pueda cambiar radicalmente de precio en cuestión de horas".
Puntualmente sobre los establecimientos hoteleros y gastronómicos, Paradiso indicó que "pueden hacer promociones tomando el bitcoin a un valor promedio entre el dólar oficial y el blue, y eso también representa un beneficio. Es mejor que pasar la tarjeta por el posnet. Además, hoy por hoy no existe el fraude ni el robo de identidad sobre esta moneda". Y añadió: "Tampoco existe una posición fiscal o impositiva para esta moneda, ni impuesta por la Unidad de Información Financiera (UIF) ni por el Banco Central. Recién están empezando a entenderlo y a conocerlo. Cuando trabajamos con comercios, los ayudamos y les ofrecemos un contador; les explicamos que el bitcoin es un bien convertible y que es su deber emitir una factura por el equivalente recibido en bitcoins. Si se quiere, se puede entender como una permuta. La factura se emite en pesos y después lo que se debería declarar es la diferencia que puede llegar a percibir, producto de la fluctuación de la moneda. Puede suceder que al momento de recibir el bitcoin tenga un valor y luego otro. Entonces, si se compra a U$S 700 y se vende en US$ 900, por ejemplo, esos US$ 200 de diferencia deberían registrarse como beneficio financiero. Es como una acción que sube de valor. Se lo debe declarar como ganancia, adicional al negocio que se está desarrollando. De esa manera se balancea la caja. Nosotros recomendamos emitir la factura y luego hacer una inscripción en la factura o recibo que indique que en el evento transaccional se recibió tal cantidad de bitcoins, equivalentes a tantos pesos (N. de la R.: habría que evaluar si el objeto social de cada empresa contempla este tipo de actividad). Se sabe que hay hoteles que no declaran sus ganancias, pero eso ya es algo de ellos, no nos compete. No somos un agente de retención".
Finalmente, Paradiso concluyó: "Estamos en un momento de quiebre, con un entorno económico que favorece la colocación del bitcoin, y en el que el proceso de evangelización de su uso es mucho más fácil. El hotelero busca alternativas para mejorar sus beneficios. Hoy existe un dólar turista, otro paralelo y otro oficial, y nosotros somos una herramienta que les permite transaccionar al paralelo, y así y todo poder declarar los ingresos. Desde el punto de vista de las ganancias y facturación por servicios prestados es una maravilla".

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