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El impacto de la cenizas fue aun peor de lo esperado

El informe de la primera quincena de julio de la CAME no solo confirma una caída de la actividad del 65% al 90% para las ciudades directamente afectadas, sino que revela el parate económico que generó en otras provincias patagónicas.

"El impacto económico de la caída de cenizas volcánicas sobre las principales ciudades turísticas de la Patagonia está siendo mucho más profundo de lo imaginado", introduce sin vueltas el informe realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), según el cual durante la primera quincena de julio el nivel de ocupación hotelera estuvo un 58,5% por debajo del mismo período de 2010 y las ventas cayeron un 49,3%.


CRUDO INVIERNO PARA LA ANGOSTURA.
La ciudad más afectada fue Villa La Angostura, donde la situación descripta es dramática. La ocupación cayó un 90%, al igual que las ventas minoristas. "La persistencia de la situación está generando el cierre de numerosos comercios", advierte el informe, que especifica que de las 900 licencias comerciales que había antes de junio de 2011 al menos 180 ya se dieron de baja. Esto significa el cierre del 20% de los locales y, además, "muchos comercios directamente cerraron sus puertas y se retiraron sin abortar sus licencias".
A su vez, la CAME maneja la información de que, a pesar de las nevadas de los últimos días, el centro de esquí local (Cerro Bayo) no tendrá posibilidad de iniciar sus actividades hasta agosto o septiembre.
Un dato que grafica la situación de emergencia es que el 65% del total de ingresos en el período invernal de la localidad proviene de la actividad hotelera y comercial.
La otra ciudad turística neuquina afectada severamente fue Junín de los Andes, fundamentalmente por los cierres de los aeropuertos de Bariloche y Chapelco. Allí las ventas minoristas de bienes y servicios complementarios al turismo se redujo un 60%.


BARILOCHE.

En Bariloche, a solo 95 km. del epicentro de la erupción, las ventas minoristas tuvieron una caída interanual del 78% en la primera quincena de julio como consecuencia de la drástica merma del turismo. La ocupación promedió un 35% de la habitual para esa época del año. Incluso el turismo estudiantil, el único que se mantuvo con cierta firmeza tras el cierre del aeropuerto, se redujo 20% frente al temor de los padres por los riesgos respiratorios que provoca la ceniza. De todos modos, la CAME transmitió que se espera que la situación se revierta en agosto y se compense con la llegada de gente que no canceló su viaje, sino que lo postergó.


Y MAS ALLA.
La sorpresa viene por el lado de los destinos que sin haber sido afectados directamente por las cenizas fueron colateralmente impactados por la cancelación de vuelos o cierres de aeropuertos.
El caso más notorio es el de Puerto Madryn, destino que padeció una caída interanual del 85% en la ocupación hotelera y vio reducirse a la mitad las ventas minoristas. "Se trata de una ciudad donde el 21% de la masa salarial depende del turismo. Y por ahora, no hay perspectivas de que la situación se revierta, ya que para la temporada alta (septiembre, octubre y noviembre) prácticamente no se registran reservas", alerta el estudio de la CAME.
En Trelew, en tanto, la caída en las ventas fue del 25% frente a la primera quincena de julio de 2010. Aunque está directamente relacionada con la baja a la mitad de la demanda en hotelería y se estima que se perdieron hasta ahora unos 60 mil pasajeros. Aunque con otro público objetivo, en Comodoro Rivadavia también se padeció la situación. Las ventas minoristas tuvieron una merma del 45%, mientras que las reservas hoteleras disminuyeron un 60% para los establecimientos 4 estrellas.
En Santa Cruz también se sintió duramente el impacto. Las ventas minoristas cayeron 50% en Río Gallegos y 30% en El Calafate, donde las reservas hoteleras apenas llegaron al 40% de las del año pasado. "Sobre todo en Río Gallegos hay problemas con la cadena de pagos", añade el informe.
Tampoco Tierra del Fuego quedó exenta. En Ushuaia la ocupación hotelera y las ventas minoristas cayeron un 50% "y en la zona se da por perdido el invierno. Es una ciudad aerodependiente donde tanto la población como el turismo necesitan del avión para llegar. Y los pocos vuelos que hay son utilizados por los locales", concluye el estudio. La situación en Río Grande es menos dramática, ya que depende menos del turismo y solo hubo un 20% menos de reservas hoteleras que en 2010.

FUENTE: el-impacto-de-la-cenizas-fue-aun-peor-de-lo-esperado-

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