La Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), presentó en 2019 el informe “Infraestructura aeroportuaria en América Latina y el Caribe”, centrado en la cuestión de los aeropuertos. Allí afirma la entidad que “la cantidad de pasajeros transportados en América Latina y el Caribe ha llegado a más de 270 millones de pasajeros y la carga aérea se ha incrementado un 25% entre los años 2010 y 2017. Todo este aumento ha supuesto una enorme presión sobre la infraestructura aeroportuaria, complejizando las operaciones y demandando mayores inversiones en infraestructura”. El reporte continúa resaltan que, para la región, “el sector aeroportuario es un elemento clave para su competitividad e inserción internacional, ya que una mejor conectividad aérea minimiza los costos para los pasajeros, empresas y el comercio en general, además de promover el turismo y la inversión extranjera directa. Este sector representa casi 4,9 millones de empleos y US$ 153 mil millones del PIB están relacionados directa o indirectamente con la aviación”.
Aeropuertos: el desafío del crecimiento continuo
Aeropuertos: una mirada retrospectiva
La Cepal indica que entre los años 2008 y 2015, los países de América Latina invirtieron, en total, “un poco menos US$ 20 mil millones dólares en infraestructura aérea. Este monto representa en promedio una inversión anual de 0,05% del PIB regional, haciendo del transporte aéreo el modo que recibe menores montos de inversión pública y privada entre todos los modos de transporte. Se estima que la demanda de pasajeros podría incrementarse en más de 50 millones de pasajeros si se invirtiera en la capacidad aeroportuaria necesaria para superar las restricciones, lo cual redundaría en un aporte al PIB por parte de la aviación superior en US$ 42 millones y la creación de 900 mil empleos adicionales”.
En definitiva, y como vemos aunque se vienen realizando fuertes inversiones en el sector, la expansión propia del mercado le pone presión a la infraestructura casi continuamente. En el último quinquenio, se plantearon y realizaron grandes obras que sufrieron también el paso de la pandemia. Le proponemos un repaso por algunos de ellos.
El Silvio Petirossi en un momento complicado
En enero pasado, la Contraloría General de la República de Paraguay presentó un informe en el que denuncia “infinidad de irregularidades en varias obras” realizadas en el aeropuerto Silvio Petirossi, de Asunción, el principal del país.
Al parecer, la Dirección Nacional de Aviación Civil (Dinac) “pagó y certificó obras que supuestamente habían sido entregadas en su totalidad pero que estaban lejos de ser terminadas. Esto incluyó un pabellón sin cielo raso, ni artefactos eléctricos, ni zócalos”. Esto condujo a que el titular de Dinac, Félix Kanazawa anunciara la rescisión del contrato de la empresa responsable de las obras y el inicio de una investigación para establecer incluso multas y penalidades. Además de estas irregularidades, las obras sufrieron un retraso de más de un año.
La consecuencia de este escándalo es que no se inauguró aún la zona el espigón norte que fue ampliada y eso obliga a lidiar, al aeropuerto, con la misma congestión que antes.
Estos trabajos, la ampliación del espigón para sumar 12 metros más, demandaron una inversión total de US$ 12 millones y fueron las primeras obras que realizan para mejorar el aeropuerto en 40 años.
El nuevo Pudahuel, a toda marcha
El pasado 26 de febrero se inauguró la nueva Terminal Internacional del Aeropuerto Arturo Merino Benítez, de Santiago de Chile. Dos días después se iniciaron formalmente las operaciones.
Las obras demandaron cinco años de trabajos ininterrumpidos y un desembolso de US$ 615 millones. Se trata, en realidad, de la primera fase de un plan que también incluye la remodelación de la terminal de pasajeros antigua, que quedará reservada para el tráfico nacional.
Al cabo de 2019, el aeropuerto de Santiago de Chile recibió un total de 22 millones de pasajeros y con las nuevas obras podrá extender su capacidad hasta los 38 millones de viajeros anuales. Y esto se debe a las 49 puertas de embarque adicionales que sumaron con las nuevas obras.
Además, se mejoró la conectividad intermodal, de modo que se puede acceder hoy al aeropuerto de Santiago mediante un total de 26 líneas de buses urbanos. También se ampliaron las opciones del sistema de autochequeo y autodespacho de equipaje, puesto que se adicionaron 67 nuevos kioskos que se suman a los 52 existentes.
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Más de 100 mil pasajeros en la nueva terminal
Se iniciaron las obras en el Jorge Chávez
El pasado 30 de marzo se presentó el proyecto de ampliación del aeropuerto Jorge Chávez de Lima, como una modificación del Plan de Desarrollo. “En LAP (Lima Airport Partner) estamos construyendo el proyecto de infraestructura aeroportuaria más importante de la región, uno de los principales centros de conexión turística y logística de Sudamérica. Una obra que posicionará al Perú como uno de los principales hubs aéreos de la región, por su situación estratégica”, se detalla desde LAP, concesionario del aeropuerto. “ El proyecto de complementará con un nuevo concepto de ‘Ciudad Aeropuerto’, una plataforma de intercambio comercial de 1.100 m² que revalorizará a la Provincia de El Callao y a la ciudad de Lima ”, continúa el concesionario.
Por lo pronto, el proyecto tiene hitos. Uno de ellos será la puesta en operaciones de una nueva torre de control, de 65 metros de altura, que estará lista en julio próximo. Para enero de 2023, se espera poder contar con la nueva segunda pista, de 3.480 metros de largo, y una nueva terminal de pasajeros, para 2025. En definitiva, se está invirtiendo un total de US$ 1.600 millones y los trabajos incluirán además la remodelación de la actual terminal principal.
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No se posterga la ampliación del Jorge Chavez
La lenta espera por la Terminal 2 de Tocumen
El principal aeropuerto panameño, el de Tocumen, se abocó a una importante obra de ampliación con la construcción de una nueva Terminal 2. Sin embargo, en febrero pasado se cumplieron cuatro meses de la finalización de las obras que aún no están en operaciones. Un informe reciente considera que se deben hacer un total de 378 trabajos pendientes para poder poner el nuevo espacio en operaciones. A esto se suman otras 49 correcciones de obra pendientes, que fueron relevadas en enero de 2019.
De todos modos, las autoridades prometen que la Terminal 2 estará operativa en el marco del primer cuatrimestre del presente 2022. La ampliación, en definitiva, costó US$ 917 millones.
Por lo pronto, hace pocas semanas Tocumen inauguró un nuevo Centro de Control de Operaciones Aeroportuarias (AOCC) que permite monitorear las operaciones de todo el aeropuerto en tiempo real. Esta dependencia se ubica estratégicamente entre las Terminales 1 y 2 y trabajará 24/7, los 365 días del año.
Honduras ya tiene a Palmerola
En noviembre pasado se inauguró formalmente el aeropuerto de Palmerola y, en consecuencia, a fines de diciembre completó su primer mes de operaciones. El balance reflejó un total de 18 vuelos diarios, y la operación de cinco aerolíneas internacionales. “En su primer mes de operación, Palmerola ya logró triplicar la cantidad de pasajeros que tenía Toncontín (N.de R.: el anterior aeropuerto de Tegucigalpa), entre diciembre y enero. Esto es posible ya que la nueva terminal aérea es más grande, moderna, y tiene más aerolíneas”, comentó Peter Fleming, presidente Ejecutivo de la División Aeropuertos del Grupo Emco, concesionaria del aeropuerto.
La construcción de Palmerola tomó en definitiva seis años. En realidad, se trató de la ampliación y readaptación de una antigua base aérea militar utilizada por la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Las obras fueron sostenidas por España, que aportó US$ 53 millones, mientras que otros US$ 23 millones fueron aportados por el gobierno de Honduras.
Ubicado a seis kilómetros de la ciudad de Comayagua, Palmerola dista 70 kilómetros de Tegucigalpa. La nueva terminal consta de 40 mil m² distribuidos en tres niveles, 13 puertas de embarque (siete mangas y seis posiciones remotas en plataforma), 40 mostradores de check-in, 17 puestos autodespacho, 34 puestos de control migratorio y 45 locales comerciales.
México ya cuenta con el AIFA
Se trata del mayor proyecto aeroportuario, inaugurado más recientemente. A mediados de marzo, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) comenzó a operar oficialmente. Cabe recordar que el gobierno anterior de México había iniciado la construcción de Nuevo Aeropuerto Internacional Ciudad de México (NAIM). Con el arribo de la Administración de Andrés Manuel López Obrador, se decidió por una opción más económica: ampliar y reconvertir la Base Aérea Militar de Santa Lucía. Tras esos trabajos, la terminal se convirtió en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Sin embargo, ese cambio recibió no pocas objeciones y críticas y aún hoy el AIFA encuentra resistencia. En primer lugar, entre las propias aerolíneas. Muchas de ellas no consideran mudarse de aeropuerto (del Aeropuerto Internacional Ciudad de México, AICM, al AIFA) y otras no ven con buenos ojos duplicar su operación y estar presente en ambos.
Se espera que, al cumplir su primer año de operaciones, el AIFA haya atendido 2,5 millones de pasajero, y los duplique para su segundo año. Cabe señalar de todos modos que esta cifra se encuentra lejos e los 20 millones de capacidad máxima del AIFA.
Hoy AIFA cuenta con 28 posiciones de contacto en plataforma y 17 en posiciones remotas. Cuenta con dos pistas y un área de check in con 100 mostradores convencionales, 86 kioskos de autoservicio, 20 mostradores de drop-off, y 22 bandas de seguridad con rayos X.
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AIFA quedó inaugurado oficialmente
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