Los días 3 y 4 de junio la ciudad de Bregenz, en Austria acogió el STiAS (bajo el lema "We learn. We grow. We shine"), la convención sobre turismo sostenible organizada por el organismo de promoción turística "Austria Tourism". Un evento que contó con una charla muy interesante sobre turismo accesible y los desafíos que el sector tiene sobre este tema para mejorar el día a día de viajeros con algún tipo de discapacidad (más allá del marketing barato).
Turismo accesible o cómo cuidar a un viajero que gasta un 30% más
En el marco de la conferencia STiAS en Austria, Tur4All abordó las tareas urgentes que el sector debe abordar en materia de turismo accesible.
El turismo accesible, uno de los retos del sector a corto plazo.
Stelena Angelova, consultora de Impulsa Igualdad-TUR4All, fue la encargada de exponer las prácticas y políticas que las empresas turísticas e instituciones deberían aplicar para facilitar la autonomía de personas con discapacidad en destinos, sin que ninguna persona necesite asistencia.
“Es un concepto vinculado a la eliminación de barreras de cualquier tipo (físicas, sensoriales, cognitivas), pero que también busca garantizar que los entornos y servicios turísticos sean disfrutados en igualdad de condiciones por todas las personas, evitando la creación de espacios exclusivos para personas con discapacidad”, explicó Angelova.
Y añadió: “El turismo para todos tiene una dimensión que llega a más personas que a quienes tienen discapacidad. Los beneficios de la accesibilidad universal y el diseño para todos incluyen a todas las personas, incluyendo a las personas mayores, las familias con niños y las personas de baja estatura”.
El turismo accesible no es una opción, es un derecho
Todo ello pivota sobre un derecho fundamental que, en muchos casos, no está garantizado dentro del sector: el derecho a la accesibilidad universal. "Toda persona tiene derecho a disfrutar de los servicios turísticos”, señala la consultora.
Y parece que no se le da la importancia que merece al problema, pese al impacto que tiene en el sector: una de cada seis personas tiene algún tipo de discapacidad, y este tipo de turistas gastan de media casi un 30% más en viajar.
Por otro lado, la accesibilidad también incluye el apartado económico: muchas personas no pueden viajar por falta de recursos y, cuando lo hace, no puede acceder a museos o monumentos porque los tickets de acceso son caros. Para ello, los expertos aconsejan subvencionar estas entradas para personas con pocos recursos y no limitar la cultura al nivel económico.
Pero, ¿a qué se enfrentan los turistas con discapacidad cuando viajan?
- Tiempo adicional necesario para planificar y reservar el viaje.
- Falta de información sobre accesibilidad en el destino.
- Sitios web no accesibles para búsqueda, compra y reserva.
- Falta de personal capacitado.
- Oferta irregular de servicios accesibles.
- Problemas con el entorno físico en el destino.
- Inconsistencias entre la accesibilidad anunciada y la accesibilidad real.
En todo ello debería de implicarse el sector, con medidas contundentes y concretas, según Angelova. ¿Serán capaces el sector privado y público de abordarlas sin leyes que los fuercen a ello?
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