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El MinTur y la CAT le marcaron la cancha a la CAME

El fastidio que generó en la CAT y el MinTur la información respecto a un descenso en la cantidad de turistas en Semana Santa se sumó al malestar de arrastre por sus gestiones para modificar la ley de feriados. El titular de la CAME se reunió con Ghezzi -que días antes renunció a su cargo en la Confederación- y le bajaron el tono a la disputa. Pero la Cámara definió límites: "Cada uno es vocero de su actividad y nosotros lo somos del Turismo". Lo propio hizo el ministro Meyer al aclarar que las cifras las debe dar el MinTur. Sin embargo, la CAME no se retractó de los datos emitidos.

La difusión de un comunicado de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) sobre una presunta caída en el número de turistas durante la pasada Semana Santa -desmentida horas más tarde desde Suipacha 1111- resucitó públicamente el velado chisporroteo que la entidad presidida por Osvaldo Cornide mantiene con el tándem Ministerio de Turismo y Cámara Argentina de Turismo (CAT). Sobre el cierre de la semana una comunicación telefónica y la presencia del propio dirigente empresario en una reunión de Comité Ejecutivo de la Federación hotelera (Fehgra) calmaron las aguas de un río presto a desbordarse en declaraciones ampulosas. El resultado fue lo que marca el título de la nota: la CAT le señaló los mojones que separan la representación gremial empresaria de Turismo de la de Comercio y el MinTur hizo lo propio con el manejo de los datos del sector. El resto fueron intentos dialécticos de reencausar la relación. "Fue solo un malentendido", le dijo el ministro Enrique Meyer a este medio.
Pero antes de avanzar en las conclusiones, hagamos una breve crónica de lo sucedido, tanto de lo conocido como sus subterráneos.


LA PRE HISTORIA.
Las divergencias se aceleraron el 8 de marzo pasado cuando la CAME decidió gestionar ante el Ministerio del Interior -obviando en primera instancia a Turismo- un pedido de cambios en el cronograma de feriados. La cartera de Turismo y todo el arco gremial empresario del sector salieron a respaldar el esquema vigente y a criticar duramente lo que consideraron como una decisión inconsulta de la CAME. El propio titular de la CAT y la Fehgra -y en ese entonces vicepresidente del Sector Turismo de la mismísima CAME-, Oscar Ghezzi, había señalado en declaraciones a Ladevi Ediciones: "La verdad es que ni nos consultaron. Con lo cual esas expresiones no representan ni a la CAT, ni a la Fehgra".
La CAME no solo no dio marcha atrás, sino que amplió el pedido (dejar sin efecto el del 24 de diciembre y que los feriados turísticos se conviertan en no laborables -o sea, voluntarios-) al Ministerio de Turismo e instó a sus socios a acompañarlos enviando adhesiones a la propuesta al despacho de Meyer. El funcionario le contestó a Cornide a través de una carta diciendo que la cartera a su cargo "no comparte la propuesta elevada, toda vez que no solo las actividades directamente vinculadas con el turismo se ven fuertemente beneficiadas, sino también las indirectas, como lo es el comercio".
Hasta ahí llegó la historia, al menos públicamente. Ya que después del encontronazo por los números de Semana Santa -ya llegaremos a ese punto- trascendió nueva información, que hasta el martes pasado no se había revelado.
La más estridente fue la propia renuncia de Ghezzi al cargo que ocupaba en la CAME. En diálogo con este medio el dirigente hotelero-gastronómico confirmó que semanas antes había elevado su dimisión disconforme con la manera en que la CAME había gestionado el pedido -salteando a la CAT y el MinTur- y, fundamentalmente, por cómo se había arrogado la representación sectorial. Incluso, sorprendido por el trámite express que se le dio a su renuncia -en 48 hs. le respondieron que había sido aprobada-, Ghezzi envió una segunda carta preguntando irónicamente en qué acto asambleario había sido analizada.
En Suipacha 1111 también hubo una historia subterránea. Las versiones indican que Cornide le pidió dos veces una entrevista a Meyer. El ministro le habría concedido la primera en la misma semana de Pascuas, pero el dirigente empresario habría desistido aduciendo tener previsto un viaje a Punta del Este ("él sí se toma los puentes", comentó irónicamente la fuente consultada). La segunda fecha ofrecida para encontrarse habría sido este lunes, pero nuevamente la privada de Meyer recibió una negativa, y nuevamente porque Cornide iba a estar de viaje.


LA GOTA QUE REBALSO.
Como dijimos al principio, la gota que rebalsó el ánimo fue el comunicado de la CAME diciendo que la cantidad de turistas que decidió tomarse días de descanso se redujo un 8,8% frente a la Semana Santa de 2011. En línea con los últimos informes de la entidad -en febrero dijeron que las ventas minoristas se habían desacelerado por la cantidad de recesos que hubo este año-, la explicación de que 215 mil personas menos que el año anterior hayan decidido salir a la ruta nuevamente fue achacada a "la mayor cantidad de feriados".
La sorpresa llegó cuando en el marco de una reunión con universidades Meyer hizo un paréntesis para decir que la CAME había comparado las cifras del reciente receso con las de unas muy buenas Pascuas de 2008, lo cual explicaba una merma que no fue tal. En todas las arengas públicas llamando a defender la ley de feriados nunca antes el ministro había mencionado con nombre propio a la entidad presidida por Cornide. La necesidad de salir a desmentir rápidamente los datos de la Confederación hizo que el funcionario no contara en ese momento con las estadísticas finales y simplemente dijera que el movimiento había sido muy similar al de 2011. Por la tarde aparecieron los números anunciando un crecimiento del 5,6% y un reto formal a través de un comunicado: "Ante las informaciones erróneas que surgieron desde la CAME cabe destacar que el Ministerio de Turismo de la Nación es el responsable de la difusión de las cifras oficiales del turismo en Argentina".


CARTOGRAFIA SECTORIAL.
Y de golpe, cuando todo parecía encarar hacia un quiebre definitivo en las relaciones, apareció Cornide. El titular de la CAME se hizo presente el miércoles 11 de abril en la reunión de Comité Ejecutivo -la mesa chica- de la Federación hotelera presidida por Ghezzi. "Tuvimos un visita de Cornide, con quien tengo una relación muy cordial y una relación de muchos años", explicó -bajándole el tono al conflicto- el dirigente hotelero-gastronómico en diálogo con este medio. De todos modos, su renuncia es irreversible y no dejó de marcar las fronteras de cada entidad: "Hablamos sobre ese tema y la representación que tiene cada uno: la Cámara de Comercio con su importancia y envergadura, representando a comercios de todo el país. Hoy lo recibimos en la Fehgra, pero como presidente de la CAT, en representación de toda la actividad turística. Cada uno es vocero de su propio sector. Y la Cámara es vocera de toda la actividad privada y en su relación con el Mintur". Ghezzi añadió que se limaron algunas diferencias de pensamiento "como pueden ser unos los del comercio y otros los del turismo".
La distensión también pareció contagiarse a la relación con el MinTur: "Nosotros hablamos telefónicamente con la CAME y está todo muy bien. Se trató solamente de un malentendido", explicó Meyer, quien también delimitó ámbitos de actuación a la entidad de Cornide: "Aclaramos que el organismo que da las cifras luego de estudiarlas y analizarlas bien es el Ministerio y su respectiva Subsecretaría".


ABISMO DEL DICHO AL HECHO.
Un puñado de horas después de haber sido reelecto al frente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Osvaldo Cornide se reunió con el Comité Ejecutivo de la CAT. La idea era zanjar las diferencias suscitadas en torno a las estadísticas del sector y la espinosa postura de la CAME a favor de modificar la ley de feriados para luego sí cosechar el apoyo de la CAT para el Foro Internacional de Turismo, Ciudad y Comercio, que se celebrará el 11 y 12 de mayo en Mar del Plata.
Ni lo uno, ni lo otro sucedió. La CAT le propuso a Cornide firmar un acuerdo donde quedara explicitado el compromiso de la CAME a respetar a la entidad presidida por Oscar Ghezzi como único vocero gremial empresario de Turismo. El titular de la CAME no lo firmó y elegantemente quedó en analizarlo. La contrapropuesta -que se fue flexibilizando a medida que no encontraba eco en los dirigentes de la CAT- fue que la CAME continuaría elaborando sus informes pero cuando hablara de Turismo citaría a la Cámara como fuente. Lo cual supo a poco entre sus interlocutores y si bien el diálogo no se rompió será difícil ver en el Foro de la CAME a directivos de la CAT o de la primera línea del MintTur. "Entre las cosas que hablamos es que cuando se hace un evento participamos si formamos parte de la organización. No somos convidados de piedra", explicó el presidente de la CAT, Oscar Ghezzi.
Es que más allá del dialéctico acuerdo de seguir trabajando en conjunto, los resquemores en la CAT se siguieron acrecentando en la semana previa al encuentro. Por un lado, porque la CAME nunca se retractó de los datos que hablaron de una Semana Santa con menos turistas. Pero fundamentalmente porque horas antes de la reunión la CAME volvió a ganar espacio mediático -esta vez con una nota en Clarín- manifestando su preocupación por los feriados. Y para rematarla, el día anterior Cornide se había reunido con el diputado y presidente del bloque Frente Peronista, Enrique Thomas, quien se presenta como un "agradecido de no ser kirchnerista" y propone una iniciativa para limitar a 15 días por año la cantidad máxima posible de feriados nacionales.

FUENTE: el-mintur-y-la-cat-le-marcaron-la-cancha-a-la-came

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