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Vuelos: Francia prohibirá los vuelos domésticos cortos

El Parlamento Francés aprobó eliminar los vuelos cortos y reemplazar los aviones con trenes en una decisión inédita.

Es la primera vez, desde que cobró fuerza el movimiento ambiental, que se prohíben vuelos en favor del tren, por considerarlo “más sustentable y menos contaminante”. El Parlamento Francés aprobó hoy prohibir los vuelos cortos, que puedan ser cubiertos hasta dos horas y media, por el tren. La única excepción la constituyen aquellos vuelos que “aseguran la conexión de pasajeros hacia otros lugares”. La aprobada es la denominada “Ley del Clima y la Resiliencia” que planea en realidad toda una serie de cambios para que Francia pueda cumplir con ciertos objetivos y metas de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO²) para 2030, fijadas por una Convención Climática francesa de 1990. Como parte de las argumentaciones para aprobar la ley, se explicó en la Asamblea que mientras un vuelo entre Marsella y París produje unos 195kg. de CO², recorrer la misma distancia utilizando el tren de Alta Velocidad TGV, produce apenas 4,14kg. También se habla de que Francia posee una vasta y eficiente red ferroviaria y que la utilización del avión, en la mayoría de los casos, ahorra apenas dos horas, pero a un alto costo de emisiones.

“Elegimos el umbral de dos horas y media en tren porque cuatro horas podría dar problemas en algunas zonas del país que tienen menos demanda, como Massif Central. Y no sería justo para algunas zonas del país”, indicó el ministro de Transporte de Francia, Jean-Baptiste Djebbari.

En definitiva, la norma establece que “donde quiera que haya servicio directo de tren, las autoridades no deben autorizar servicios aéreos, citando la regulación de la Unión Europea 1008/2008 que dice: “en donde haya problemas ambientales serios, el Estado Miembro es responsable de limitar o rechazar los derechos de tráfico, particularmente en donde otros medios de transporte ofrecen un servicio satisfactorio”.

La medida terminará afectando al puente aéreo entre los aeropuertos Charles De Gaulle y Orly, y los vuelos a Marsella, Burdeos, Nantes, Montpellier y Lyon, y las vinculaciones entre ésta última ciudad y Marsella.

Cabe señalar que, si bien la medida perjudica a Air France como el principal operador aéreo del país, la prohibición alcanza a todos los vuelos, no a una empresa en particular.

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