Estados Unidos atraviesa una de las peores crisis aéreas de los últimos años con más de 8.000 vuelos retrasados y centenares de cancelaciones en un solo día debido a la escasez de controladores aéreos. Se trata de un problema que se ha agravado desde el cierre prolongado de la Administración Federal de Aviación (FAA) el pasado 1 de octubre. Y el impacto de este caos sobre el turismo amenaza con extenderse a toda la temporada alta de otoño.
Caos aéreo en Estados Unidos: más de 8.000 vuelos retrasados por este motivo
El colapso de los vuelos en Estados Unidos por la falta de controladores aéreos genera el casos en 22 aeropuertos: ¿cómo está afectando al turismo?.
El shutdown gubernamental en Estados Unidos ha provocado ya la cancelación o el retraso de, al menos, 8.000 vuelos.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, admitió que 22 aeropuertos principales del país operan con severas limitaciones de personal, el número más alto desde el inicio del bloqueo presupuestario.
Entre los más afectados figuran Chicago O’Hare, Washington National, Newark y Los Ángeles, con demoras medias que oscilan entre 40 minutos y dos horas. Southwest Airlines y American Airlines encabezan la lista de aerolíneas afectadas, con casi la mitad de sus vuelos alterados durante el fin de semana.
¿Cuál es el origen del caos aéreo en Estados Unidos?
El origen de la crisis reside en la falta de recursos humanos y financieros. Los controladores aéreos y el personal de la TSA siguen trabajando pese a no percibir salario alguno, lo que agrava el cansancio y la precariedad de unas plantillas que ya acumulaban jornadas extendidas antes del cierre gubernamental. Según la FAA, el país cuenta con 3.500 controladores menos de los necesarios para mantener los niveles operativos y de seguridad habituales. (Turismo, víctima directa del shutdown en Estados Unidos)
El deterioro de las condiciones laborales ha comenzado a traducirse en bajas por enfermedad y renuncias temporales, una reacción que los sindicatos califican de “inevitable” ante la presión económica. Los representantes laborales acusan al bloqueo político de “mantener como rehenes” a trabajadores esenciales, y advierten de que el sistema podría entrar en una espiral de colapso si no se liberan fondos en los próximos días.
Las pérdidas en el turismo podrían llegar a los US$ 1.000M
El sector turístico observa con creciente preocupación las consecuencias. La U.S. Travel Association estima pérdidas semanales de hasta 1.000 millones de dólares si la situación se prolonga, una cifra que podría dispararse con la proximidad de la temporada de Acción de Gracias y Navidad. (Por el cierre del gobierno, el turismo de Estados Unidos pierde US$ 1 mil millones por semana)
Las agencias de viajes y turoperadores alertan del riesgo de cancelaciones masivas y del deterioro de la imagen internacional del país como destino fiable.
Las aerolíneas han activado planes de contingencia para mitigar el caos: desde la reubicación de pasajeros en vuelos alternativos hasta incentivos para optar por el transporte terrestre en trayectos cortos. A la vez, han reclamado una intervención urgente de la Casa Blanca y el Congreso para reanudar los pagos a los controladores y desbloquear los procesos de contratación y formación interrumpidos.
No obstante, el horizonte inmediato es poco alentador. El secretario Duffy ha advertido de que el día de pago previsto para este martes podría convertirse en el detonante de un aumento masivo de ausencias y una parálisis del sistema aéreo, con más de 10.000 vuelos diarios afectados si la situación no se resuelve.
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