Según la Organización Mundial de Turismo y Viajes (WTTC), el sector turismo en Sudamérica representó el año 2019 el 8% del PIB. Además, este sector de la economía genera alrededor de 15 millones de empleos y es fundamental para el desarrollo económico y el crecimiento de los países. El aporte del sector al PIB cayó el 2020 un 55%, pasando de 235.000 MUSD a 130.000 MUSD. A esto debemos sumarle que la inversión sectorial ha sido nula y las conectividades aéreas hacia los principales destinos turísticos están en una mínima expresión. Durante el mismo período el ingreso de divisas (exportación) tuvo una caída de un 66%, es decir, de 30.000 MUSD a 10.000 MUSD.
Sudamérica: Cifras y proyecciones en el sector turismo
Como consecuencia de la pandemia y el cierre generalizado de fronteras, la industria aérea ha sufrido una serie de crisis. Un ejemplo de esto, es que los primeros ocho meses del 2020, las aerolíneas a nivel global perdieron ingresos del orden de los USD 256 mil millones de dólares, de los cuales un 7% (USD 19 mil millones) corresponden a pérdidas originadas en América Latina y el Caribe. Actores como LATAM y Avianca terminaron en chapter 11 y siguen negociando con sus tenedores de bonos pues actualmente están volando con un 30% del nivel de operación prepandemia. A pesar de que algunos países están intentando abrir sus fronteras, las nuevas variantes del virus y las altas tasas de mortalidad hacen poco probable que las aperturas ocurran próximamente.
Por su parte, la oferta hotelera ha tenido que readecuarse a hoteles de tránsito y sanitarios para recibir a ciudadanos que necesitan hacer cuarentenas fuera de sus hogares o que vienen llegando del extranjero, con lo que el futuro del sector hotelero sigue siendo incierto.
A su vez, las agencias y operadores de viajes están viviendo la peor crisis de la historia. Algunos han cerrado, cambiado de negocio o sencillamente están sin trabajo. Sin duda, el sector más golpeado de la economía mundial y regional.
Desde el punto de vista sanitario, la vacunación en la región aún no alcanza al 20% de la población, aunque países como Chile y Uruguay se destacan por la velocidad en el proceso de inoculación de sus ciudadanos. Esta situación da cuenta de la inequidad en la distribución de las vacunas a nivel mundial; también muestra la buena gestión de algunos gobiernos y la mala política pública de otros.
Lamentablemente, la pandemia puso a la región en rojo, porque ocho de los diez países que la componen tienen más casos de muertes por millón de habitantes en el mundo, mostrando el lado más triste de la zona: pobreza, desigualdad y hacinamiento.
Finalmente, en el plano económico, los países han elevado su gasto fiscal como nunca antes se ha visto en la historia y, como consecuencia, las monedas se han depreciado frente al dólar y al euro, lo que hace que la región sea un destino más barato y potencialmente más atractivo para viajar cuando se abran las fronteras.
En conclusión, la región vive momentos críticos y vendrán años muy difíciles para el turismo. Pienso que la mejor forma de superarlos es a través de iniciativas conjuntas entre el sector público y privado de los distintos países para así lograr que el rubro pueda ser el motor de la recuperación de la actividad económica.
Hernán Passalacqua, director ejecutivo Fitzroy Turismo & Real Estate
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