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La sostenibilidad llegó para quedarse entre las aerolíneas

Las aerolíneas de la región han tomado nota de la preocupación que representa la sostenibilidad. En consecuencia han puesto en marcha diversas iniciativas.

Está claro que la sostenibilidad, como idea y concepto profundo, llegó a la aviación comercial para quedarse. Muchas aerolíneas latinoamericanas han tomado nota de la cuestión y han reaccionado de modo diverso.

En primer lugar, unas pocas han tomado la sostenibilidad en toda su dimensión: medioambiental, pero también social y económica. Otras, en cambio, se han ceñido a lo ecológico, a operar de un modo más amigable con el medioambiente.

Le proponemos un repaso por las últimas noticias y medidas adoptadas por las aerolíneas latinoamericanas, en las últimas semanas.

La sostenibilidad en Aerolíneas Argentinas

La principal compañía aérea argentina es miembro de la alianza SkyTeam y por eso, participó de “El desafío del Vuelo Sustentable”, organizado por el grupo. En ese contexto, la empresa del Cóndor ganó tres premios: “Reducción de emisiones de CO2 en vuelos de largo recorrido”, “Innovación en cargas” y “Profesionales más comprometidos”; pero además fue finalista en otras 2 categorías.

Con relación al vuelo de largo recorrido, Aerolíneas Argentinas modificó el proceso de carga y ocupación de las bodegas, haciéndolo más eficiente y reduciendo el consumo por tonelada transportada. Además, redujo el consumo de combustible gracias a la aplicación de un Programa de Eficiencia en Combustible (PEC), el cual realiza el seguimiento y análisis de la forma en que se utiliza el combustible en vuelo y el concepto de "Free Route Airspace" (FRA), que consiste en un sistema de navegación con diferentes puntos de entrada y salida de espacios aéreos con el objetivo de volar directo y mejorar la trayectoria del vuelo en función de la distancia más corta.

La innovación en cargas pasó por incorporar nuevos pallets más livianos que pesan 101 kg, contra los 130 kg que pesaban los anteriores.

Y finalmente, el compromiso de los empleados fue distinguido considerando el diálogo y la interacción con la alianza y sus pares de la industria.

Aeroméxico

Aeroméxico es una de las compañías que considera la sostenibilidad como un cristal de varias caras. Pero limitándonos a lo medioambiental, la compañía del Caballero Águila publica anualmente un Informe de Sostenibilidad donde reúne medidas y políticas al respecto.

En su último reporte, Aeroméxico explicó que, por ejemplo, inició el 2019 un programa para eliminar los plásticos de un solo uso. Para este año 2022, se implementaron los vasos y tapas de R-PET (hechos de PET reciclados), se comenzaron a usar cubiertos y bolsas biodegradables, empaques de papel Kraft y se cambiaron los amenity kits de la Clase Turista por otros más amigables por el medioambiente. El tema no es menor, el año pasado se consumieron 26 millones de unidades de material reciclable o biodegradable que equivalieron a 230 toneladas (o 38 elefantes, lo que es igual).

En cuanto a la energía, la empresa logró incrementar un 500% el uso de GLP (Gas Licuado de Petróleo) que es más inocuo para el medioambiente. También se redujo un 30% con relación a 2021, el uso de combustible aeronáutico gracias a la renovación de flota (incorporación de aviones más modernos) y operaciones más eficientes (solamente el uso de un solo motor para que el avión se desplace cuando está en tierra supuso un ahorro del 25%).

Finalmente, Aeroméxico puso la lupa en reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) e incrementar en paralelo el uso de los combustibles sustentables de aviación (Sustainable Air Fuels, SAF por sus siglas en inglés). También se pusieron en marcha programas de uso y gerenciamiento eficiente de las aguas y los residuos.

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Avianca

Una de las noticias más importantes de Avianca, en los últimos tiempos, tiene que ver con el hecho de que, en lo que va de 2022, ya ha compensado el 97,7% de las emisiones de CO² (unas 401 mil toneladas de dióxido de carbono) en Colombia. En total, Avianca terminará destinando este año unos US$ 4,3 millones en compensación emisiones, a través de bonos de carbono.

Algunas de las iniciativas de compensación incluyen proyectos de reforestación que se desarrollan en diversos sectores del país como Caldas, Cauca, Risaralda, Tolima y Valle del Cauca. Otro proyecto involucra energías limpias en Huila y Santander.

Pero, además, Avianca cerró un convenio con CHOOOSE, una empresa dedicada a la compensación de emisiones de carbono, que pone a disposición de los pasajeros y se trata de una compensación extra a la ya mencionada y planteada de forma directa por Avianca.

Avianca también publica anualmente su Informe de Sostenibilidad.

Gol Linhas Aéreas

Lo interesante de la cuestión ambiental es que permite diversas aproximaciones, tanto de perspectivas como de medidas posibles. La brasileña Gol, por ejemplo, generó un sistema de compensación de carbono para sus pasajeros, con la meta general de lograr la neutralidad en emisiones de CO² para 2050.

En el caso puntual, Gol cerró un acuerdo con MOSS una empresa dedicada a la compensación de CO². En un principio, la aerolínea brasileña implementó dos rutas neutras en carbono: Recife/Fernando de Noronha y Congonhas/Bonito.

Pero además, Gol permite “compensar tus emisiones incluso antes de viajar, con un solo clic al comprar tu billete. Ahora, si quieres neutralizar tus vuelos ya realizados, accede a la calculadora, introduce el segmento de vuelo para calcular tu huella de CO² y compensar tu vuelo”.

¿En qué consiste la compensación planteada por MOSS? Recauda dinero para destinarlo a sostener diversos proyectos de conservación en la Selva Amazónica.

JetSmart

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El Airbus A321NEO de JetSmart Airlines decorado con la ballena jorobada.

El Airbus A321NEO de JetSmart Airlines decorado con la ballena jorobada.

Una de las apuestas de JetSmart con la sostenibilidad ambiental se relaciona con la apuesta por una flota nueva. Los Airbus que opera la low cost, en todos los países donde vuela (Chile, Argentina y Perú) consta de aviones recién recibidos de fábrica.

Por otro lado, siguiendo el ejemplo de su aerolínea emparentada (pertenecen al mismo dueño), la low cost estadounidense Frontier Airlines, JetSmart decora la deriva de sus aviones con representantes de la fauna local.

Justamente, en la incorporación de su primer Airbus A321, el animal elegido fue una ballena jorobada y en ese contexto, se anunció la firma de un acuerdo entre JetSmart y el Centro de Conservación Cetácea (CCC). Mediante el convenio la compañía aérea apoyará el trabajo científico, político y educativo de la ONG que promueve la conservación de las ballenas.

Una curiosidad es que las ballenas son grandes captadoras de dióxido de carbono, una sola de ellas puede absorber a lo largo de su vida unas 33 toneladas de CO², lo que equivale a la misma tarea que realizan unos 1.000 árboles.

Latam Group

El grupo Latam es uno de los más comprometidos, medioambientalmente hablando. Y, en consecuencia, se ha fijado algunas de las metas más firmes y ambiciosas.

En una de sus medidas más recientes, por ejemplo, es la decisión de eliminar todos los plásticos de un solo uso para 2023. En realidad, se han venido realizando cambios parciales al respecto. Desde el 1° de junio pasado, todos los vuelos internacionales utilizan bolsas reutilizables para cubrir los elementos de descanso de la cabina Premium Business. Los nuevos kits de viaje de esa misma clase han reemplazado los plásticos. Por ejemplo, incluyen cepillos de bambú y envoltorios de papel kraft.

Este cambio permitirá eliminar más de 1.000 toneladas de plástico de un solo uso, lo que equivale a 36 mil botellas plásticas de 500 ml.

El grupo Latam también publica anualmente un Informe de Sostenibilidad donde recopila todo su accionar en la materia. Allí, por ejemplo, se han fijado una serie de metas: ser carbono neutro para 2050, compensar el 50% de las emisiones aéreas domésticas para del 2030, ser un grupo cero residuos al vertedero para 2027 y eliminar los plásticos de un solo uso, como ya reflejamos.

Uno de los puntos centrales del programa verde del grupo Latam es el sistema de compensación de emisiones de CO². Más allá de que la empresa compre créditos de carbono para la compensación, Latam estableció una alianza con CO²BIO: un proyecto ubicado en la Orinoquía Colombiana y que se extiende por más de 200 mil hectáreas y busca proteger un medioambiente conocido como la sabana inundable. Este proyecto de conservación está impulsado por la Fundación Cataruben, el Programa de Riqueza Natural de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y la ONG Panthera Colombia.

Todo el programa parte de la verificación de las toneladas de CO² que se emiten o dejan de emitir. El mecanismo fue propuesto por el Protocolo de Kioto y respaldado posteriormente en el Acuerdo de París.

El objetivo de CO²BIO es capturar 1 millón de toneladas de CO² para el período 2021/2023 pero se espera que pueda capturar 2,8 millones hasta 2025. Los fondos recaudados por la venta de bonos, en definitiva, sostienen financieramente las actividades de conservación y reforestación del área.

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La sabana inundable que protege la iniciativa CO²BIO y que apoya el grupo Latam.

La sabana inundable que protege la iniciativa CO²BIO y que apoya el grupo Latam.

Viva Aerobus

Bajo el título “El futuro es verde”, Viva Aerobús emitió su primer Informe de Sostenibilidad medioambiental que promete ser anual. En él, apunta a su aporte al cuidado del medioambiente al utilizar aviones modernos, de última generación, que contaminan menos y al manejar índices de ocupación muy altos.

En lo que hace a emisión de CO², la compañía se comprometió a reducir un 53% sus emisiones para 2025, comparando con 2010 y un 43%, comparando con 2015.

En lo referido a la compensación de emisiones, Viva Aerobus cerró un acuerdo para ofrecer a los pasajeros un sistema voluntario, en conjunto con AnaCO²nda Carbon, una empresa que aplica diversas tecnologías basadas en la energía renovable y la eficiencia energética. El sistema calcula ruta por ruta de las operadas por Viva Aerobús, permitiendo una compensación real y no aproximada.

Parte de lo recaudado se destinará, también, al “Proyecto Carbono. Agua y diversidad Indígena”, que tiene como objetivo mitigar el impacto ambiental causado por la explotación forestal en el Estado mexicano de Oaxaca.

Volaris

La low cost mexicana desarrolla una serie de iniciativas sostenibles. Básicamente, mantiene varias iniciativas como la gestión de consumo eficiente de combustible; un programa de compensación de CO²; iniciativas ecológicas y esfuerzos a favor de la biodiversidad; y cumple con las regulaciones específicas.

En cuanto al consumo de combustible, a su vez, se enlistan otras iniciativas como la renovación de flota, diversas técnicas de ahorro de combustible, invertir en tecnología específica y una iniciativa de reducción de peso abordo (los aviones más livianos gastan menos combustible).

Los esfuerzos ecológicos pasan por ahorrar y reciclar papel, gestionar adecuadamente los residuos, reducir el consumo de energía eléctrica y trazas alianzas estratégicas en favor de la ecología.

Y, finalmente, el cumplimiento de las regulaciones tiene que ver con medir y reportar adecuadamente las emisiones, gestionar los residuos peligrosos y mantener un grupo de trabajo para aplicar y alcanzar las certificaciones ISO9001 e ISO14001.

En especial el sistema de compensación de emisiones de Volaris se llama “Cielito limpio” y se desarrolla en asociación con la Plataforma Mexicana de Carbono (MexiCO²), certificada por las Naciones Unidas, para la compra de bonos de carbono.

Se trata de aportación de dinero completamente voluntaria y puede compensar la huella a partir de pagar $ 22 (US$ 1) para rutas cortas, $ 29 (US$ 1,4) en las medias y $ 37 (US$ 1,8) en las largas.

Las críticas ecologistas

Buena parte de la aviación comercial avanzó en proyectos de compensación de carbono. Si bien no son las únicas iniciativas, también se apunta a la descarbonización por ejemplo, la compensación como mecanismo ha recibido fuertes críticas de grupos ecologistas. El aspecto más polémico tiene que ver con los tiempos y la urgencia. Buena parte de los recaudado en compensación por emisiones se destina a proyectos de reforestación. Y si bien la reforestación es importante desde una perspectiva ambiental más amplia y a mediano-largo plazo, no supone un gran impacto en el corto plazo. Hasta que lo plantado realmente gravite para compensar las emisiones de CO², pasarán décadas.

Por eso los ecologistas apuntan a la necesidad de sostener otros mecanismos de combate al cambio climático que resulten más efectivos en el corto plazo. Y la crítica se agigante si se toma en cuenta que mucho de lo plantado no prosperará producto de los incendios forestales y de los cambios mismos de la situación ambiental y climática.

Captura de Carbono: ¿el mejor método?

Hace pocas semanas, Airbus anunció la compra de 10 mil toneladas de emisiones de carbono durante cuatro años o 400 mil toneladas en total. ¿De qué se trata esta operación? De utilización de una tecnología denominada Captura y Almacenamiento Directo de Carbono en el Aire (DACCS por sus siglas en inglés).

La tecnología es sencilla: un ventilador grande atrae aire hacia un conducto de aire, que está modelado en torres de enfriamiento industriales. El aire pasa sobre superficies plásticas delgadas con una solución de hidróxido de potasio no tóxico que fluye sobre ellas para atrapar las moléculas de CO² como una sal de carbonato.

La sal de carbonato se separa de la solución utilizando un reactor de gránulos. Luego, los gránulos de carbón se calientan en un calcinador para liberar el CO² como gas puro. Por último, los gránulos procesados se hidratan en un dispositivo llamado “slaker” y se reciclan para su uso en la solución de captura original.

El CO² puro capturado puede almacenarse bajo tierra o reutilizarse para la producción, por ejemplo, de combustible líquido a través de un proceso complementario llamado “Air to Fuel”.

Esta tecnología, linkeada con producción de energía limpia (es decir alimentada a electricidad producida por energía eólica o solar, por ejemplo), podría ser eficiente y rápida y podría recibir fondos de la aviación, por ejemplo, los de la compensación de emisiones.

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