Mike Dunleavy, gobernador de Alaska, confirmó que también pedirá judicialmente el regreso de los cruceros.
El planteo judicial tiene dos argumentos base, por un lado la injusticia que el cierre representa para una industria pujante y rentable, como la de cruceros, y por otro lado el planteo de que la CDC no tiene la jurisdicción como para obligar al cierre.
“Las familias y las pequeñas empresas de Alaska necesitan una acción rápida para proteger su capacidad de trabajar y mantener a sus familias”, dijo Dunleavy. Y prosiguió: “Se nos ha dicho que sigamos la ciencia y los hechos. Los cruceros han demostrado su capacidad para brindar seguridad a los pasajeros y la tripulación, y Alaska ha liderado la nación en vacunaciones y bajas tasas de hospitalización”.
El caso de Alaska, es aún más difícil que el de Florida, porque por la ruta de operaciones planteada implica navegar por aguas canadienses y Canadá ha prohibido la navegación de grandes barcos, producto de la pandemia.
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