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El momento conveniente para hacer un protocolo familiar

El protocolo familiar es un convenio con valor legal y moral que permite a los propietarios llegar a acuerdos duraderos. Comienza con una etapa de diagnóstico, en la que cada persona significativa de la empresa y cada miembro de la familia interactúa con un consultor, y tiene la oportunidad de dar su propia visión de la historia, del presente y del futuro que imagina.

El protocolo familiar es un convenio con valor legal y moral que permite a los propietarios de la empresa y a sus familias llegar a acuerdos duraderos en materias diversas.
Un protocolo familiar no se puede comprar como un contrato pre-armado. Por el contrario, es el fruto de intensos debates entre los miembros de la familia que, en muchos casos, también incluye revisar la historia, modificar prácticas que no son útiles para el futuro (por ejemplo, las reuniones informales o las decisiones inconsultas, entre otras).
Algunos disparadores que sirven para pensar el protocolo son:
- ¿Cuál es la visión de la empresa a largo plazo?
- ¿Cuáles son los negocios en los que la familia se propone seguir participando o incursionar?
- ¿Cuáles son los valores familiares que se van a defender y transmitir?
- ¿Cuáles son los criterios respecto de la incorporación de familiares a la empresa? ¿Entran todos por el hecho de ser de la familia? ¿Sólo en caso de que haya una vacante? ¿Sólo entran aquellos que eligen los actuales propietarios? ¿Cada uno de los hermanos elige a un representante suyo para estar en la empresa? ¿El destino es la profesionalización y que los familiares sean sólo accionistas o inversores en la empresa? ¿Se permite la entrada de los parientes políticos?
- ¿Cuáles son los criterios de retribución? ¿Ganan más por ser familiares? ¿Ganan sueldos de mercado? ¿Ganan menos que un no familiar porque de ellos se espera una actitud de sacrificio?
- ¿Qué tratamiento reciben quienes no están en la empresa? ¿Se los ayuda en sus profesiones o emprendimientos, o toda la ayuda se concentra en los que están en la empresa?
- ¿Qué tratamiento merecen los nuevos proyectos o las propuestas de negocios de un familiar? ¿Cuáles son las pautas para asociarse a un negocio de un tercero? ¿Qué forma societaria es la más conveniente de acuerdo al tipo de empresa?
Muchos empresarios son conscientes de que el protocolo debe encararse antes de que un hijo se incorpore de manera permanente a la empresa porque, una vez que se asumen determinadas prácticas y costumbres, son mucho más difíciles de modificar.
Por lo tanto, podemos hacer una síntesis de los momentos más adecuados para encarar un protocolo familiar:
- Cuando queremos evitar o resolver conflictos en la actual generación de propietarios.
- Cuando queremos planificar el retiro de los integrantes de la actual generación.
- Cuando se incorporan miembros de la siguiente generación a la empresa.
- Cuando los miembros de la siguiente generación deciden no incorporarse a la empresa, pero es necesario establecer su status como futuros propietarios.
- Cuando decidimos profesionalizar la empresa.
- Cuando decidimos revisar los procedimientos de la empresa para lograr que se manejen de manera menos dependiente de los titulares.
- Cuando se planifica el retiro de algún miembro de la empresa.
El protocolo comienza con una etapa de diagnóstico, en la que, de manera confidencial, cada persona significativa de la empresa y cada miembro de la familia interactúa con un consultor, y tiene la oportunidad de dar su propia visión de la historia, del presente y del futuro que imagina.
Poder confeccionar el protocolo significa que una familia reafirma su voluntad de unión y pertenencia en torno a un proyecto empresario. Y que cada uno de los integrantes tiene una magnífica oportunidad para decidir cuál va a ser su grado y estilo de involucramiento.

FUENTE: el-momento-conveniente-para-hacer-un-protocolo-familiar

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