Dos ediciones atrás, cuando Argentina retrocedió un lugar en el ranking de la International Congress & Convention Association (ICCA) de eventos internacionales (con 32 menos que en 2013), pero mantuvo un lugar de privilegio entre los principales 20 destinos sede, hablamos de las miradas de la copa “mitad llena, mitad vacía”. La misma analogía podría aplicarse a los resultados del Anuario Estadístico 2014 del Observatorio Económico del Turismo de Reuniones de la República Argentina, presentado en junio último por el Inprotur, la Asociación Argentina de Organizadores y Proveedores de Exposiciones, Congresos y Eventos (AOCA) y la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que incluye encuentros nacionales e internacionales.
Retracción de un segmento prometedor
El turismo de reuniones se ha consolidado en los últimos años, contribuyendo tanto al desarrollo de las economías avanzadas como emergentes. Por diversos motivos, en 2014 el segmento presentó una leve desaceleración –tanto a nivel local como a nivel mundial–, aunque los expertos confían en un incremento anual del 10% en el próximo decenio.
Los números globales que genera el segmento en el país no dejan de ser impresionantes y marcar un crecimiento muy importante respecto a cinco años atrás. Pero en la comparación frente a 2013 el sector mostró una retracción considerable en la mayoría de los indicadores, inédita para el último lustro.
MITAD LLENA.
Un gasto total de $ 19.962 millones producido por 6,6 millones de turistas nacionales y extranjeros que asistieron a 4.871 eventos en Argentina fue el resultado del segmento en 2014, según el estudio relevado por el Observatorio del Inprotur, la AOCA y la Facultad de Economía de la UBA.
Durante la presentación del informe, el ministro de Turismo, Enrique Meyer, destacó la solidez del trabajo público-privado en el área para seguir creciendo “pese a la crisis de los mercados emisores del hemisferio norte”. Crisis que efectivamente existe y que –aunque no se haya mencionado- hizo que por primera vez en mucho tiempo 2014 haya sido testigo de una caída global en la cantidad de eventos internacionales.
Volviendo al panorama local, el funcionario destacó que “el año pasado registramos reuniones en todas las provincias argentinas, en un total de 281 localidades, lo cual indica la importancia del desarrollo federal del turismo en nuestro país y trae aparejado un fuerte impacto económico en cada una de las regiones involucradas”. Lo cual es cierto, aunque también es apuntable que el 45% de ellos se concentraron entre la ciudad y la provincia de Buenos Aires y el 86% del total tuvo lugar en poco más de 20 localidades.
Asimismo, Meyer se retrotrajo a los orígenes del plan de marketing de turismo de reuniones para graficar su éxito con el hecho de que el año pasado fueron 46 los destinos nacionales que recibieron eventos internacionales frente a los 20 que lo hacían al comenzar la década, o que pasó de 7 a 28 el número de burós creados en el país.
MITAD VACÍA.
Si la mirada de la comparación se ubica frente al año anterior (2013) –algo que se evitó en la presentación del informe- el panorama ofrece algunas señales de alerta: cayeron las cantidades de eventos, de asistentes y el gasto, que hasta entonces crecían como mínimo a un ritmo del 25%.
En el caso de los congresos y convenciones (que representan el 86% de los eventos) en 2014 hubo 182 menos (-4%), con un público un 16% menor y una sorprendente caída del 3% en el gasto total generado (que adquiere toda su magnitud si te toma en cuenta que incluso según las cuentas oficiales hubo una inflación anual del 23,9%).
En el caso de las ferias y exposiciones la cantidad se mantuvo estable (apenas uno menos), pero tuvo bruscos descensos en el número de asistentes (-13%) y fundamentalmente en el gasto total realizado (-20%).
Los eventos deportivos internacionales también tuvieron un retroceso del 21% en la cantidad de competencias recibidas.
Consultado al respecto, Diego Gutiérrez, presidente de la AOCA, manifestó: “Es correcto que Argentina tuvo algunos eventos internacionales menos que en 2013, pero eso también sucede en el mundo. Si uno analiza las estadísticas completas se observa que, en general, hubo menos eventos en 2014 en relación con 2013. Esto es consecuencia de la crisis que impactó en Europa en 2008 y 2009; cuatro o cinco años después se empiezan a ver las consecuencias, que es cuando se resuelven los eventos. Es muy positivo que Argentina siga estando en el top 20 y que Buenos Aires siga siendo la Nº 1 en el continente americano, además de que haya 12 destinos argentinos en el ranking. En cuanto a congresos en general, los resultados del Observatorio muestran que hubo más congresos y eventos que en 2013, lo cual revela que la caída se da en el segmento que está determinado por los mercados internacionales. Casi el 70% de los congresos internacionales que se hacen en Argentina, según la ICCA, son de características globales y no latinoamericanas. Si tuviéramos más eventos latinoamericanos, no hubiésemos sentido tanto la crisis”. Y añadió: “El desafío ahora está en comenzar a buscar más eventos regionales e incentivar a las asociaciones profesionales que los desarrollan, motivo por el cual estaremos desarrollando una acción muy importante durante ExpoEventos 2015. Vamos a hacer una capacitación sobre la captación de eventos, a la cual invitaremos a las asociaciones profesionales argentinas para explicarles cómo trabajamos desde Inprotur-AOCA; mostrarles todos los destinos que tienen a su disposición y que sepan que tienen todo un equipo país dispuesto a apoyarlos a la hora de captar eventos”.
Entonces, ¿qué sucede a nivel competencia? ¿Hay una reorientación de tránsitos? ¿Falta competitividad o gimnasia para atraer eventos? “Creo que debemos seguir trabajando más sobre el marketing directo, ya que los productos del Turismo de Reuniones no son masivos. En Europa hay 5.000 tipos de eventos, y en Latinoamérica hay 1.500. En una misma especialidad hay eventos que se llevan a cabo en Europa y no se realizan acá, seguramente porque la delegación argentina no los está desarrollando y hay que incentivarlos para que se animen a pelearlos. También tenemos que seguir trabajando sobre las bases de datos y la investigación, acciones que se vienen desarrollando más profesionalmente desde los propios burós de Argentina. La competitividad está; sólo hay que practicarla y seguir mejorándola”.
PANORAMA GENERAL.
De acuerdo al Instituto Nacional de Promoción Turística (Inprotur), el turismo de reuniones –que engloba la organización de congresos, ferias, exposiciones, eventos deportivos, viajes corporativos y de incentivos– de un tiempo a esta parte es el segmento que más crecimiento experimentó mundialmente, a razón de un 10% anual, y lo hizo de manera sostenida.
Así, el Anuario del Observatorio destaca dentro del análisis global del sector, y tomando como fuente las mediciones de la ICCA, que los congresos internacionales ascendieron de 6.155 en 2002 a 11.505 en 2014, lo que representa un crecimiento del 87%.
Pero, aunque retrospectivamente la consolidación del segmento no amerite objeciones, es necesario reseñar que 2014, tal como había sucedido en 2011, quebró la performance alcista. Asimismo, a nivel mundial se registró un leve descenso en la cantidad de reuniones internacionales, del orden del 1,5% respecto a 2013, pasando de 11.685 a 11.505 encuentros, según datos de la ICCA.
Las conclusiones del Anuario del Observatorio local detallan que “el desempeño del turismo de reuniones en el mundo durante 2014 se vio influenciado por un contexto económico internacional, en el que aún persisten los efectos de la crisis financiera de 2008 –sobre todo por las dudas que genera la Eurozona– y las respuestas adaptativas o soluciones emergentes a la evolución de la actividad. A nivel internacional, la crisis siguió generando incertidumbre y volatilidad, en un contexto de reversión de los términos de intercambio favorables, producto de la caída en el precio de los commodities, la desaceleración en el crecimiento de China, la crisis por la que atraviesa Europa y la aún reciente tenue recuperación de Estados Unidos. Este escenario repercutió en un cambio en la conducta empresarial, tendiente a la búsqueda de una preservación de los márgenes de rentabilidad, procurando disminuir la estructura de costos. Así, un signo de dicho contexto fue la tendencia global instalada de acortar la duración de los eventos y optar por destinos regionales o dentro de sus propias fronteras, en un esfuerzo por parte de las empresas organizadoras en mostrarse más eficientes”.
De acuerdo al informe de la ICCA difundido en mayo pasado, los países que mayor cantidad de reuniones recibieron en 2014 fueron Estados Unidos, Alemania, España, Reino Unido y Francia (entre 831 y 533 encuentros internacionales), mientras que las cinco ciudades que lideraron el ranking fueron París, Viena, Madrid, Berlín y Barcelona.
Los mismos actores, pero ubicados en distintas posiciones, se observan al monitorear la cantidad de participantes en los eventos: los países que mayor cantidad de asistentes registraron fueron Estados Unidos, España, Alemania, Francia y Reino Unido, y en términos de ciudades el listado lo encabezan París, Barcelona, Madrid, Londres y Viena. En este caso, Berlín quedó relegada al séptimo puesto, después de Ámsterdam.
“La actividad de congresos y convenciones se ha establecido a nivel mundial como uno de los sectores más importantes de la industria turística. Representa aproximadamente el 20% de todas las llegadas internacionales, y se estima que experimentará un crecimiento anual del 10% en el próximo decenio”, señaló Alisson Batres, presidenta de la Federación de Entidades Organizadoras de Congresos y Afines de América Latina (Cocal) y de la Asociación Guatemalteca de Organizadores Profesionales de Congresos, Convenciones y Ferias (Occaf).
Por su parte, el director regional de Latinoamérica y el Caribe de la ICCA, Santiago González, afirmó que “si comparamos a nivel global, Europa ha capitalizado el 54% del total de las reuniones registradas por la ICCA en los últimos 10 años, seguido por las Américas, con un 22%, repartido entre Norteamérica y América Latina. Mientras que Asia y Medio Oriente reciben el 18% de las reuniones a nivel mundial”.
“Un aspecto a destacar es la desaceleración que se evidencia en Europa y otras regiones. En los últimos 10 años parte de los destinos más activos sufrieron cambios que han afectado su participación en el mercado. Los organizadores de reuniones dentro del continente europeo y Estados Unidos han marcado su preferencia por el descubrimiento de nuevos destinos para llevar a cabo sus eventos”, continuó el ejecutivo.
PANORAMA LATINOAMERICANO.
Así como el turismo de reuniones ha prosperado a nivel mundial, Latinoamérica ha incrementado sostenidamente su actividad dentro de este segmento, consolidándose como un atractivo mercado emergente.
“De 2010 a 2014 América Latina triplicó su número de eventos hasta alcanzar hoy el 10% del total de los destinos de turismo de reuniones, según la categorización de la ICCA”, declaró Batres.
Para González, Latinoamérica –como también Asia/Medio Oriente y África– “ha marcado un crecimiento sostenido en la última década. Latinoamérica creció de un 7,7% en 2004 a un 11,3% en la actualidad. En 2004, el mercado asociativo para esta región mostró un promedio de 630 reuniones realizadas; en 2013 fue de 1.243 y en 2014 se registraron 1.194”.
Según el análisis del Observatorio Económico de Turismo de Reuniones de la República Argentina, el bloque latino también sufrió la desaceleración de 2014: “Latinoamérica incluso se vio afectada en mayor magnitud, con una merma anual por encima del 3%, superior a la caída promedio a nivel mundial”. Entre las variables que llevaron a la ralentización, el informe sostiene “el efecto retardado del estancamiento económico europeo, generado por la previsibilidad a largo plazo de los organizadores de eventos de países desarrollados (de los cuales muchos planifican y asumen compromisos con años de anticipación); y la identificación y supresión de eventos considerados secundarios y prescindibles por parte de grandes empresas. Asimismo, éstas han redefinido su proceso de aprobación de nuevas reuniones, lo que implica que la aprobación de una signifique un proceso de escrutinio detallado y burocrático, lo que condiciona y orienta a reutilizar y/o expandir eventos existentes (dentro de sus previsiones anuales históricas)”.
En el top 20 del ranking global de la ICCA sólo figuran dos países latinoamericanos: Brasil en la 10º posición, y Argentina, en la 18º. Ambos cedieron un peldaño respecto a 2013. Observando las estadísticas del continente americano, la escala en función de cantidad de reuniones queda conformada por Estados Unidos (831 eventos), seguido con una amplia diferencia por Brasil (291), Canadá (265), Argentina (191) y México (165).
Consultada sobre los países que más están incrementando su demanda, Batres destacó a Brasil, Argentina, México (puesto 21º), Colombia (25º) –“con una campaña extraordinaria, posicionando al destino para este segmento, y construyendo y mejorando más de 22 centros de convenciones en todo el territorio”–, Chile (33º), Perú (39º) y Panamá (48º). “Colombia, Perú, Paraguay y Uruguay vienen ascendiendo a pasos agigantados”, concluyó la presidenta de la Cocal.
¿Cuál es el panorama de las ciudades latinas? En 2014 ninguna logró insertarse dentro del top 20 mundial, siendo Buenos Aires nuevamente la urbe que lideró el podio regional, aunque haya descendido de la ubicación 14º a la 21º. En 2014, la capital argentina celebró 91 reuniones internacionales, contra las 113 del período anterior.
Detrás de Buenos Aires, la clasificación americana coloca a Santiago de Chile en el puesto Nº 2 (32º del ranking general), con 71 reuniones globales; San Pablo con 66; y Lima y Río de Janeiro, ambas con 64. Mientras que destinos turísticos como Ciudad de México, Nueva York o Miami se ubican en las posiciones 8º, 9º y 23º, respectivamente.
“De esta manera Buenos Aires se coloca por encima de ciudades como Nueva York, Río de Janeiro, San Pablo, México, Milán, Shanghái, Sídney, Tokio, Washington o Vancouver, y la consolida por sexto año consecutivo como la primera entre las ciudades de todo el continente en cuanto a congresos internacionales realizados”, enfatizó el presidente de la AOCA.
Respecto a los retrocesos experimentados tanto por Argentina como por Buenos Aires durante 2014, el directivo manifestó: “En un proceso que lleva ya ocho años de trabajo; un descenso de un punto en un ranking no resulta significativo. Este ranking, así como otros similares, deben ser contemplados en una continuidad, como parte de un proceso. No se debe mirar la fotografía, sino toda la película. Además, en 2014 hubo nuevamente 12 destinos de Argentina incluidos dentro del ranking de la ICCA, con más de cinco congresos internacionales cada uno. Los números hablan por sí solos”.
Por su parte, Pablo Weil, secretario general de la Cocal, expresó: “En líneas generales, América Latina tiene ciclos de estabilidad alternados con cimbronazos socio-económicos que harían pensar en un escenario poco favorable para nuestra actividad. Pero, por el contrario, nuestro polo sigue siendo muy atractivo a nivel internacional, con alto crecimiento en inversiones en infraestructura y una creciente concientización de lo que es nuestro mercado, tanto en el sector privado como público. Cada vez se ve más trabajo en conjunto de dichos sectores, coincidiendo en códigos y objetivos, más inversión de ambas partes y mayor interés por la profesionalización. Creo que la tendencia es de estabilidad positiva”.
En términos comparativos, Weil aseguró que “no tenemos nada que envidiar a las sedes de eventos de otras regiones. En los últimos 10 años se ha invertido sostenidamente en centros de convenciones, hotelería, gastronomía y aeropuertos, entre otras obras y servicios. Lo que sí observo, sin querer generalizar, y que creo que es una debilidad que debemos subsanar, es una falencia en la capacitación de niveles medios en atención y calidad de servicio. Desde la Cocal promovemos permanentemente la capacitación, apoyados en convenios con entidades claves para avanzar en este sentido”.
Al momento de profundizar en las ventajas y desafíos que ostenta la región en la trama global, Batres realizó un análisis FODA manifestando como fortalezas la “diversidad de destinos y opciones para experiencias innovadoras, la flexibilidad en la organización de los eventos y la accesibilidad a proyectos sociales y de responsabilidad social. Las oportunidades son miles. Sólo debemos trabajar en la profesionalización para organizar eventos de calidad y con estándares internacionales. La debilidad sería la percepción de inseguridad, mientras que la amenaza son las distancias y los altos costos de las líneas aéreas”.
ESCENARIO LOCAL.
El coordinador de Turismo de Reuniones del Inprotur y miembro del Board of Directors de la ICCA en representación de América Latina, Pablo Sismanian, coincide en que “Latinoamérica se ha posicionado como una región clave en este sector, y Argentina no se encuentra ajena a esta realidad, ya que desde 2008 se ubica en el ranking internacional entre los primeros 20 países como destino sede de eventos internacionales. Actualmente, cuenta con 46 destinos aptos para la realización de todo tipo de reuniones, y 28 burós distribuidos en todas las regiones turísticas. Hoy podemos decir que todas las provincias argentinas cuentan con el equipamiento y las instalaciones necesarias para que este segmento siga creciendo. Esto se ha logrado gracias al trabajo mancomunado que hemos desarrollado entre los sectores público y privado, con el liderazgo del ministro de Turismo de la Nación, Enrique Meyer”.
“Asimismo, se observa un gran desarrollo en las asociaciones nacionales y latinoamericanas, que se profesionalizan y crecen en membrecías y en unidad regional. Esto nos brinda una gran oportunidad de trabajar junto a nuestras asociaciones profesionales, colaborando para su fortalecimiento y para generar nuevos encuentros con mayor participación de delegados. Además, participar con mayor intensidad de los intercambios con sus contrapartidas mundiales, formando parte de las juntas directivas de entidades internacionales, nos permite poder atraer más eventos y continuar actualizando a nuestros profesionales en las distintas disciplinas”.
En cuanto a las potencialidades del país, el experto enunció que “Argentina dispone de una sólida infraestructura para competir en el mercado, lo que se suma a la diversidad de paisajes, gastronomía, calidad y multiplicidad de oferta turística, calidez y atención. Además, la conectividad aérea con Aerolíneas Argentinas ha contribuido enormemente para el posicionamiento de las ciudades del interior como destinos sede para eventos internacionales. Sin embargo, debemos continuar desarrollando acciones y profesionalizando al sector, tal como se estipula en nuestro Plan de Marketing de Turismo de Reuniones, cuya última actualización se presentó en abril de 2013, cuando se plantearon los lineamientos para seguir trabajando para el fortalecimiento del segmento”.
La promoción del Inprotur y del Ministerio de Turismo está dirigida hacia los mercados europeos, norteamericanos, latinoamericanos y emergentes, “como el caso de China y Rusia, cuyas economías nacionales han experimentado un fuerte crecimiento y las estadísticas demuestran que se encuentran entre los diez emisores más importantes del mundo. Las acciones se enfocan en captar eventos del segmento corporativo, viajes de incentivos, congresos organizados por las asociaciones profesionales y también eventos deportivos”.
IMPACTO ECONÓMICO.
Los especialistas entrevistados coincidieron en el significativo impulso que genera la industria de reuniones sobre las economías internas. Así, Batres la define como un “dinamizador natural”: “En el momento en que una ciudad o destino es sede de un evento, congreso o convención, se convierte en un motor que genera miles de empleos al corto, mediano y largo plazo. Esto incluye a los sectores público y privado. Los eventos son al mismo tiempo una plataforma natural de inclusión de géneros, personas con diferentes capacidades, profesionales e incursores; son promotores de la no discriminación”.
Tomando las estadísticas de la ICCA de 2014, la entrevistada refiere que el gasto de un pasajero que visita un destino por un evento es de US$ 1.762 : “Beneficia tanto al sector empresarial como al gobierno central, ya que genera impuestos y aranceles que contribuyen a las arcas gubernamentales”. Esta cifra también reflejó una retracción con respecto a 2013, cuando fue de US$ 1.821.
Por su parte, Roberto Brunello, presidente de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra), manifestó: “Tanto los eventos nacionales como los internacionales impulsan al sector hotelero y gastronómico, como a muchas otras actividades económicas, porque traccionan clientes y huéspedes que se quedan en la ciudad anfitriona por algunos días, y muchas veces proyectan volver al destino en viajes familiares o con amigos”.
Según la OMT, aproximadamente el 40% de los visitantes de reuniones regresan acompañados al destino sede con posterioridad al evento.
“Además, el gasto promedio del turista de reuniones suele ser superior al gasto del viajero de ocio. El turismo corporativo suele ayudar a los destinos a quebrar la estacionalidad, y esta cualidad es muy beneficiosa para los hoteles y restaurantes que tienen sus puertas abiertas todos los días del año. Cada vez más ciudades argentinas tienen posibilidades de captar eventos, ya sea porque han mejorado su infraestructura o porque están implementando una política más activa al respecto. Y en todos los casos redunda en una mejora para toda la actividad. Ya hemos comprobado el impacto que tienen en nuestros destinos eventos internacionales como el Rally Dakar o el MotoGP”, añadió Brunello.
Sobre el consumo en el destino y la estadía, González clarificó que el asistente a una reunión gasta en promedio entre cuatro y seis veces más que un turista vacacional: “Dependiendo de la ciudad, un turista de reuniones tiene una estadía media de seis días (incluyendo los viajes de pre y pos congreso o convención) y desembolsa un estimado de US$ 560 diarios para un congreso internacional, y de US$ 360 para uno latinoamericano. Esto se explica principalmente porque el visitante de reuniones viaja con gastos financiados por su empresa, mientras que el consumo de actividades de placer lo financia con recursos propios. Utilizando habitaciones, restaurantes y servicios de mayor valor, incurriendo en una serie de gastos adicionales”.
Más allá de la contribución económica medible que genera la industria, Gutiérrez aseveró que “entre las ventajas del turismo de reuniones hay un gran cambio que no se ve pero que es muy importante para los destinos ya desarrollados y también para los nuevos, y es algo que va mucho más allá del dinero. Se trata de los aportes científicos y tecnológicos, las soluciones innovadoras para la sociedad que se logran a través de las reuniones, el Turismo del Saber”. “Otra arista a revalorizar son los aportes intangibles al desarrollo humano de las sedes de eventos. El turismo de reuniones es una herramienta de crecimiento a través de la profesionalización de todos aquellos que lo integran”, indicó.
El presidente de la AOCA añadió: “Organizar congresos mundiales implica, asimismo, vender el destino regional. Los ojos del mundo miran a América Latina, y se ha identificado la voluntad de las asociaciones para venir aquí y organizar reuniones y conferencias. Otro valor que tienen los eventos de magnitud es que representan un aporte a la construcción del marketing del propio destino, algo que cuesta desarrollar. Además, permiten continuar posicionando al país. El impacto masivo de todos estos factores inclina la balanza sobre los beneficios económicos, pero si los conjugamos a ambos, la fuerza es mucho más poderosa”.
El directivo también hizo referencia a la necesidad de tomar en cuenta a los acompañantes de quienes acuden al congreso o reunión: “Entre un 20% y un 25% de la masa de delegados llega con acompañantes que solamente participarán de los eventos sociales del encuentro, y que están ávidos de disfrutar del destino”.
Variables como el desarrollo de la infraestructura propia del segmento, el crecimiento de los burós de congresos y convenciones, y la contribución a la promoción de la oferta turística general de un país son otros conceptos rescatados por el especialista. “Si aprovechamos esta fortaleza y la sabemos vender adecuadamente cuando presentamos una candidatura, los participantes efectuarán pretours o postours y adquirirán los paquetes que se les ofrezcan”, concluyó Gutiérrez.
TENDENCIAS Y BUENOS AUGURIOS.
El hecho de que América Latina haya mejorado su performance en los últimos años, triplicando la cantidad de eventos desarrollados, ha motivado a que “organizadores de eventos y viajes de incentivo internacionales estén abriendo oficinas en la región para atender las solicitudes de sus clientes, garantizándoles estándares globales de calidad”, comentó Batres.
Otra tendencia del turismo de reuniones de los últimos tiempos observada por Weil está vinculada a las políticas de responsabilidad social. “Se está trabajando mucho en ello, intentando que el paso de un evento por un destino deje una impronta en la sociedad, de manera que además haya un retorno hacia sectores necesitados, traducido en donaciones, entrega de material sobrante a escuelas o entidades de capacitación especial. Desde la Cocal impulsamos esta tendencia, por ejemplo, solicitando al país sede de nuestros congresos anuales, que al realizar su presentación en la edición del año previo proponga alguna acción comunitaria que deje una huella en la ciudad destino. Además, países como Argentina, Brasil, Guatemala y México, entre otros, vienen trabajando desde hace tiempo en eventos sustentables, preocupándose por crear una conciencia verde a través de sus encuentros”.
En relación a las nuevas demandas de los expositores internacionales, el especialista detalló que se están inclinando hacia una “creciente personalización de los servicios, específicos para cada cliente. Debemos pensar en actividades cada vez más orientadas hacia la interacción social, el networking y, en particular, que involucren la vida sana, el aire libre y la motivación; eventos dinámicos, interactivos y con un alto porcentaje de uso de aplicaciones y dispositivos móviles”.
Respecto a las expectativas del sector, la presidenta de la Cocal sostuvo que “seguiremos creciendo a un ritmo del 10% anual. Nuestro mayor desafío es mantener el estándar de calidad internacional en todos los destinos y trabajar por cambiar la percepción de inseguridad en nuestras ciudades y países. La cultura, la infraestructura y la experiencia ya están en el portfolio de todos los destinos de la región. Tal como indica el Convention Industry Council (CIC), en América Latina hay menos de 100 Organizadores Profesionales de Congresos y Convenciones certificados en Certified Meeting Professional (CMP). La Cocal trabaja por certificar 100 más, solicitando el apoyo de la Professional Convention Management Association (PCMA), que tiene un extraordinario proyecto de preparación online. Asimismo, trabajamos con la OMT en una guía rápida de proveedores y destinos de la región para promover internacionalmente a nuestras asociaciones y actores de este segmento”.
“En todos los niveles, el turismo de reuniones proyecta un crecimiento sostenido para los próximos años. Existe una tendencia generalizada al aumento de los eventos regionales, la reducción del tiempo de duración, el incremento en el uso de nuevas tecnologías y las redes sociales como parte de la organización”, puntualizó González.
En la misma línea, Weil auguró un “crecimiento pausado pero sostenido”, y agregó que “para seguir evolucionando hay que continuar trabajando en el sentido que venimos haciéndolo, y sumar un nuevo desafío: lograr que la experiencia de realizar un evento en nuestros destinos sea única e irrepetible, para lo cual tenemos que ser profesionales formados en técnicas creativas que nos ayuden a dejar una impronta que marque la diferencia del valor agregado”.
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