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Las dos caras del límite a las importaciones

La importación de bienes e insumos se encuentra en una etapa de fuerte control y supervisón estatal. Las Licencias no Automáticas, ampliadas el año pasado, y la Declaración Jurada Anticipada de Importación, estrenada hace un mes, configuran un nuevo escenario que favorece la producción nacional y perjudica a los distribuidores de productos importados. Dentro de la hotelería, el segmento de alta gama es el que considera en peligro la calidad de su equipamiento y, por ende, su servicio.

Las importaciones sumaron mayores filtros y permisos desde el 1º de febrero, cuando entró en vigor la Resolución General 3252/12, firmada por el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray. ¿Qué dictamina? Desde esa fecha, antes de comprar bienes en el exterior, los importadores deben tramitar la Declaración Jurada Anticipada de Importación (DJAI). Un requisito versión 2012 que se suma a una serie de medidas impulsadas por el Gobierno para estabilizar la balanza comercial de la mano de un mayor control a las importaciones.
Además, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, impuso paralelamente un control especial. Se trata de una casilla de correo electrónico donde enviar un formulario casi idéntico al remitido al organismo recaudador: [email protected].


PERMISOS PENDIENTES.
Si bien este régimen presenta una nueva instancia burocrática para los importadores, el mayor problema lo siguen presentando las Licencias no Automáticas. A mediados de febrero de 2011 la resolución 45/2011 incorporó al Régimen de Licencias no Automáticas de Importación nuevas posiciones arancelarias de la Nomenclatura Común del Mercosur. Éste se encuentra bajo el paraguas de la Secretaría de Comercio Exterior, actualmente presidida por Beatriz Paglieri, y agregó 200 partidas adicionales a las 400 que ya estaban sujetas a revisión. Desde entonces, los rubros que se vieron involucrados fueron el vidrio, papel, cartón, motos, autopartes, bicicletas y partes, moldes y matrices, textiles e hilados, electrónicos de consumo, metalúrgicos, vajilla de cerámica, monitores, computadoras portátiles, cámaras de fotos y videocámaras y reproductores de DVD, entre otros.
Por tal motivo, Miguel Ponce, gerente de Relaciones Institucionales de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), expresó: "Desde enero esta Cámara pide que se resuelvan los trámites pendientes en el régimen de LNA, antes de que entre en vigencia la DJAI. En este momento están coexistiendo dos problemas: los de la nueva reglamentación y todas las importaciones que estaban trabadas. Hay retenciones que tienen casi seis meses, una locura. En cuanto al nuevo régimen quisiéramos que no se transforme en una traba. Nos aferramos a la idea de que va a ser un sistema de ‘comercio exterior administrado' y no de ‘comercio trabado'".
UNA VENTANILLA, VARIOS CONTROLES.
Asimismo, la Resolución General 3255/2011 (BO 23/01/2012) estableció que la DJAI será la "Ventanilla Única Electrónica". Por lo tanto, la información sobre las operaciones será facilitada a todos los organismos gubernamentales que tienen que ver con el comercio exterior. Previa firma de un acuerdo con la AFIP, estos también podrán aprobar o bloquear la solicitud.
"Antes había que tramitar una operación de importación por separado, frente a la Aduana y los demás organismos de control. Cada empresa tenía que llevar los papeles a cada ventanilla, contratar gestores, perder tiempo y aumentar costos, porque siempre aparecen gastos ocultos en estas situaciones. Ahora todo se ingresa por una ventanilla y, a través del sistema María, se puede monitorear qué lugares está recorriendo el trámite y dónde está parado", relató Ponce.
De este modo, la AFIP se lanzó a la firma de convenios con entes que tengan ingerencia en las importaciones. Entre los organismos vinculados al sector hotelero-gastronómico se encuentra el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). Ejecuta las políticas nacionales en materia de sanidad y calidad animal y vegetal, además de asegurar la aplicación del Código Alimentario Argentino.
Su presidente, Marcelo Miguez, adhirió al régimen de "Ventanilla Única Electrónica". De modo tal que el Senasa controlará desde allí las importaciones de productos, subproductos y derivados de origen animal y vegetal, productos agroalimentarios, fármaco-veterinarios y agroquímicos, fertilizantes y enmiendas.
Del mismo modo lo hizo la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) y el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), que recibirán información sobre los importadores de su sector: el tipo y cantidad de producto a ingresar, mostos, vinos, alcoholes etílicos o metílicos y su graduación.

LOS PRIMEROS RESULTADOS.
Una vez pasados los 18 días de la entrega de las primeras DJAI comenzaron a verse los resultados de las evaluaciones. "Aunque no nos dieron los números oficiales, estimamos que hay un 80% de aprobación, pero queremos las cifras reales. En este porcentaje entran básicamente las pymes que trabajaron menos de US$ 500 mil el año pasado, y todo lo que tiene que ver con insumos para la industria. Muchas empresas que fueron ‘observadas' en una primera instancia, cuando presentaron los datos complementarios que solicitó la Secretaría de Comercio Interior no tuvieron más problemas", anunció Ponce.
Por otra parte, una encuesta realizada por la Cámara Argentina de Comercio (CAC) dio como resultado que de 529 DJAI presentadas por 80 empresas, fueron aprobadas el 22%; el 60% sigue en trámite y el 16% fueron observadas. Es decir, que son objetadas casi dos de cada 10 pedidos de importación.
Mientras que entre las DJAI -que están siendo revisadas por Moreno- figuran principalmente declaraciones para importar juguetes y artículos de recreo y deportes; aparatos de fotografía; material eléctrico, de grabación y reproducción de imágenes; artículos de vidrio; lapiceras; baterías; químicos; ascensores; papel; repuestos para generación eléctrica; guantes hospitalarios; hojas para bisturí, jeringas y químicos para la industria cosmética según reveló la encuesta.


EL SEGMENTO MAS AFECTADO.
¿Cómo afectan estas medidas oficiales al sector hotelero-gastronómico? Una fuente de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT), la entidad que reúne a los hoteles 4 y 5 estrellas del país, expresó que estas disposiciones repercuten en un segmento de la hotelería pero no en todo el sector. "La decisión del gobierno nacional de obligar a los importadores a presentar las DJAI y las LNA repercute en el segmento de alta gama porque genera inconvenientes en la gestión de compra, complicaciones administrativas e incremento en los costos finales". Asimismo, aclaró que es imprescindible analizar las características de este segmento para entender la necesidad de importar determinados insumos. "En los hoteles 5 estrellas prácticamente todos los ingresos por habitación están dados por huéspedes del exterior. En ese contexto, es imprescindible continuar importando productos que aseguren la calidad del servicio actual para mantener los niveles de ocupación". Y agregó: "Quiero dejar bien claro que estas medidas no afectan a la totalidad de la hotelería sino a la más alta gama, y en especial la de las cadenas internacionales. Sus huéspedes están acostumbrados a insumos estandarizados: mantelería X, sábanas X o vajilla X, y nosotros tenemos la obligación de brindárselos. Esto no quiere decir que lo que se produce en el mercado local sea malo o que lo desechemos".
Consultado sobre los productos importados vinculados a la hotelería y la gastronomía que presentan trabas, Ponce enumeró: "Manteles, pinzas metálicas, alfombras, contenedores isotérmicos, posavasos, porcelanas y delicatessens, como palmitos, atún y chocolates. En ninguno de los casos compiten con lo que produce en el país. Por tal motivo, existe una gran preocupación en la hotelería premium y los restaurantes de primera línea".


GENERADORES DE DIVISAS.
Además, el funcionario de la AHT remarcó que este problema se debe resolver porque "la hotelería de 4 y 5 estrellas, y algunos hoteles boutique, representan un sector exportador de servicios. Generan ingresos de divisas en forma directa con los servicios brindados por los establecimientos, e indirectamente con los consumos de los huéspedes en restaurantes, espectáculos y comercios. No somos una fábrica que exporta bulones al exterior, pero el resultado es exactamente el mismo".
En la misma sintonía, el vocero de la CIRA aclaró: "Si estamos queriendo conseguir más dólares, al afectar a la industria turística vinculada a los hoteles y restaurantes limitamos ese ingreso de divisas. Por eso es necesario que ciertas medidas sean tomadas con un conocimiento previo de los mercados, contactando a especialistas y haciendo un trabajo articulado con el sector privado".


LAS CONSECUENCIAS DIRECTAS.
Consultado por la reacción de las cadenas internacionales que exigen estándares de calidad y de operación, el empresario hotelero mantuvo un discurso precavido. "En general se están manteniendo los estándares. Este reclamo es preventivo. Si a la distancia que tiene Argentina como destino turístico internacional y a algún problema de inseguridad, le sumamos que empezamos a cambiar los estándares que normalmente se ofrecen, podemos llegar a tener un problema y generar menos ingresos de visitantes. Queremos cumplir con todos los trámites ante la Secretaría de Comercio Exterior y ante la AFIP, pero que eso no sea una obstrucción para nuestro proceso económico. Acá hay un problema de balance comercial que se quiere resolver, pero a los hoteleros este problema nos cayó de rebote".
Mientras que Ernesto Pischedda, gerente comercial del Holiday Inn Córdoba, presentó un panorama más complejo. "Los estándares de la marca cambiaron y eso nos obligaba en muchos casos a importar determinados productos desde Estados Unidos. Sin embargo, nos fue imposible por las restricciones impuestas en esa materia. La consecuencia directa fue que debimos solicitar excepciones a la cadena y somos en este momento una de las propiedades más retrasadas en cuanto a los tiempos de ejecución e implementación de cambios".
Por su parte, Rodrigo Kohn, coordinador de Alimentos & Bebidas del InterContinental Mendoza, describió: "Solicité muestras de cuero ecológico para hacer las cartas del restaurante y tuve dos meses de espera. En cuanto a la producción nacional, no tuve oportunidad de experimentar, pero voy a renovar el equipamiento y tendré que evaluar la relación costo-calidad de la oferta local. Por el tipo de establecimiento en el que trabajo, se necesita durabilidad".
También Pablo D´Onofrio, gerente general del Feir´s Park Hotel -un 5 estrellas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires- se sumó al grupo de los que tuvieron inconvenientes en los últimos meses para adquirir algún tipo de equipamiento. Se trató de un ascensor de tecnología avanzada, que debería haber ingresado en diciembre de 2011 y la entrega fue postergada para marzo de este año. "Estas medidas afectan la calidad del equipamiento, sobre todo en los rubros que demandan mayor tecnología."
Por su parte, Maia Muriel, titular del hotel Tierra de Leyendas de Ushuaia, describió: "Estamos renovándonos y nos encontramos con varios problemas. Buscamos un piso flotante de la misma marca que tenemos en los otros cuartos y ya no lo conseguimos. La relación calidad/precio de los insumos nacionales es muy desventajosa pero no tuvimos otra opción que colocar lo que se produce acá y pagar precios más caros".
Mientras que Julio Stabio, titular del hotel Altos Ushuaia, sumó el rubro de las cerraduras magnéticas a los afectados. "Tuvimos que esperar que nuestro proveedor las pudiera retirar de la Aduana. Creo que estas medidas pueden afectar no solo la calidad del equipamiento, sino también del servicio. Hay muchos insumos que aún no se fabrican en el país y hay que reemplazarlos con otros que cumplen con la misma finalidad pero proveen un menor confort. Por ejemplo, al no llegar las cerraduras magnéticas a tiempo tuvimos que instalar cerraduras con llave."


MENORES INCIDENCIAS.
Tal como planteaban desde la AHT, también existe un segmento de la hotelería que no se ve perjudicado por el límite a las importaciones. Rolando Dominé, gerente del Gran Hotel Continental de Mar del Plata, explicó: "Nuestro establecimiento, que tiene una inclinación a adquirir productos nacionales, hasta el momento no ha sufrido inconvenientes. Solo en el caso de la ropa de cama se estiran los plazos de entrega de prendas confeccionadas en algodón peruano o de origen egipcio. Pero esto tiene que ver con alguna demora en el permiso de ingreso de los contenedores". Respecto de la incidencia de estas medidas en el servicio prestado al huésped, recalcó que "existe un cierto grado de riesgo e incertidumbre si los faltantes son repuestos o partes de mecanismos para instalaciones fijas -como pueden ser los ascensores, las centrales telefónicas o maquinaria de lavadero industrial-. Una eventual demora podría generar problemas de operación no tolerables por el huésped".
Mientras que Ángel Dilucca, director general del hotel Los Nobles de Mar del Plata, comentó: "No tuvimos inconvenientes para conseguir equipamiento, y si tuviese que reemplazar algo importado, lo haría perfectamente con productos nacionales".


CALIDAD Y STOCK, PERJUDICADOS.
Asimismo, entre las empresas proveedoras del sector hotelero, ya sean distribuidores o fabricantes, también se dividen las aguas entre quienes se ven favorecidos o perjudicados por las medidas oficiales. Dentro de estos últimos, quienes comercializan equipamiento (cafeteras, lavavajillas de bajo porte o ropa blanca de algodón egipcio, entre otros) se encuentran imposibilitados de ingresar algunos productos al país.
Víctor Crespo, titular del bazar Digaba, describió cuáles son las dificultades y los rubros más perjudicados. "Los problemas para ingresar mercadería desde el exterior no son actuales; hace tiempo que es difícil traer porcelana, cubiertos y cristalería. Esto comenzó con las LNA. En al caso de la cristalería, todavía hay algo de mercadería portuguesa y de Brasil, pero se está reemplazando por nacional." Consultado por la calidad de lo que se produce localmente, sentenció: "Vuelven a fabricar mercadería con los hornos y de la forma que se hacía en los 80; retrocedemos 30 años". En cuanto a maquinaria de cocina remarcó que "se comercializaban muchos productos brasileños, pero que ahora se están produciendo en Argentina, con una calidad horrible. Aunque todavía se puede importar licuadoras de alta velocidad, ya que acá no se fabrican".
En el mismo sentido, Adolfo Paredes, gerente comercial de Blue Menú, también mencionó la calidad como la principal perjudicada. "Somos fabricantes, pero todos los materiales que utilizamos son importados y actualmente tenemos varios inconvenientes. Las restricciones a la importación muchas veces no tienen ningún criterio real. Tendría que haber un reemplazo en la industria nacional de la misma calidad, lo que no ocurre con muchos de los materiales, como por ejemplo el cristal rígido. Hay un único fabricante grande en todo el país, con una calidad muy inferior, porque su maquinaria es obsoleta, de hace 30 años. Lo mismo sucede con el cartón: es de inferior calidad que el brasileño, y ni hablar del alemán. Cerrar la importación sin un criterio real va totalmente en detrimento de la industria nacional".
Por su parte, Martiniano Barberis, gerente comercial de Gastrobaires, proveedora del sector gastronómico e importadora de cristalería y vajilla, enfatizó sobre la imposibilidad de almacenar mercadería. "Desde marzo de 2011 no pudimos ingresar las reposiciones de cristalería que teníamos pedidas a fábricas de Europa. Por el momento, las licencias no se están aprobando y ya se notan faltantes importantes y muchos quiebres en los stocks. Cristalería, que es lo que nuestra empresa más importaba y que lamentablemente no se puede reemplazar, ya que la calidad y los modelos de los productos locales es muy distinta. Hace falta mucho desarrollo e inversión en tecnología para poder fabricar en el país algo similar y no creo que por el momento y en un futuro cercano se pueda hacer. Todos queremos que el país crezca y que haya más fuentes de trabajo, pero no creo que la solución sea cerrar las fronteras al mundo. Para adquirir productos con alta tecnología y diseño se debe recurrir a países que hace muchos años están en el tema. Además, cuando se quiere hacer un cambio tan profundo en las reglas del mercado, hay que hacerlo de manera progresiva y comunicando las cosas con tiempo."


MARCAS INTERNACIONALES.
En el caso de System Fit, empresa importadora de las marcas Power Plate, Star Trac, Paramount, Spinning y Keiser, el problema se desató con la implementación de los DJAI. Su responsable administrativo, Hernán Molina, describió: "Hasta el 1º de febrero de 2012 no tuvimos ningún inconveniente para importar productos, ya que las LNA no afectaron las posiciones arancelarias que engloban a los productos de fitness, acondicionamiento físico o estética. Tanto los trámites de importación como los despachos se cursaron de forma normal. Sin embargo, cuando cambió la normativa y la operatoria, intentamos realizar los trámites DJAI ante la AFIP y la Nota de Pedido requeridas por la Secretaría de Comercio Interior el día 7 de febrero y hasta el momento no tuvimos respuestas. Hoy nos encontramos profundamente preocupados por el futuro de nuestra compañía. En nuestro caso, importamos marcas internacionales líderes que no tienen reemplazos locales. Hay productos que nunca podrán fabricarse acá o se tardará mucho tiempo en poder ser reemplazados, con costos mucho más elevados".
Finalmente, desde Rubbermaid Argentina comentaron que las LNA comenzaron a aplicarse desde hace tres años y que "las primeras salieron sin inconvenientes, pero desde el año pasado comenzó a haber problemas. Tenemos un portfolio de productos que no podemos importar, aunque no es toda la línea Rubbermaid. El problema es que si no importás durante un año, al siguiente tampoco podés hacerlo".


MOMENTO DE OPORTUNIDADES.
La otra cara de la moneda la presentan los proveedores del sector hotelero que producen localmente. Para ellos este escenario amplía la demanda y favorece el desarrollo de sus empresas. "Nosotros somos una empresa que exporta el 35% del total facturado anual, con lo cual tenemos cupo para comprar en el exterior por el mismo monto, ya que las empresas tienen capacidad de importación por el mismo monto de lo que exportan, para no desbalancear la balanza comercial", comentó Eduardo Torcellán, presidente de Ingeniería Gastronómica.
Por su parte, Mauricio Barcia, socio gerente de Barcia, señaló: "A nosotros, como fabricantes nacionales, esta situación nos beneficia mucho. Hoy el mercado no tiene otra alternativa que comprar productos nacionales. Estamos atendiendo a clientes que compraron productos importados y no tienen los repuestos. Y, como somos fabricantes, estamos capacitados para hacer reformas a los equipos, para que no se queden con unidades fuera de servicio". Asimismo, aseveró que la oferta nacional está al mismo nivel que la del exterior, y que incluso "en algunos casos es superior. Está adaptada a lo que es el mercado interno argentino, con la tecnología que aquí se utiliza".
Finalmente, Bernardo Vainstein, gerente de Ventas y Desarrollo de Nuevos Productos de Asistotel, reflexionó: "Con estas medidas se acomoda un poco la balanza comercial en el corto plazo. Mientras que, pensando a futuro, habría que apoyar a las pymes para que sean más productivas. De este modo, se agrandaría la oferta, se generaría empleo y se fortalecería el mercado interno".


MEDIDAS DE FOMENTO.
Asimismo, empresarios locales sumaron una nueva variable al análisis de la producción nacional. Se trata de las medidas de fomento que impulsan y fomentan la producción y el desarrollo de nuevas tecnologías. Eduardo Perret, gerente de Call Up, relató: "Nuestra empresa fue una de las ganadoras en los programas de la Sepyme (Capital Semilla 2011) y de la Subsecretaría de Desarrollo Económico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Buenos Aires Emprende 2011). Ambos brindan fondos destinados a sustituir la importación. Además, nos estamos postulando para Fonsoft 2012 para el desarrollo de un software de innovación. Creemos que mientras las LNA se impartan sobre productos de fabricación local inminente o cierta, y la política sea sustentable y sostenida en el tiempo, terminará siendo una medida positiva para el desarrollo de la industria local. A través del aprovechamiento de estos programas, se sigue agregando valor al país y abriendo mercados para la exportación".
Mientras que Juan Pablo Alluz, responsable de Maxitel, comentó que "algunas de las líneas de productos con las que trabajamos se encuentran alcanzadas por el régimen de LNA, pero en la mayoría de los casos se empezaron a producir localmente y las reemplazamos sin inconvenientes. Inicialmente afectó a toda la línea de televisores, centrales telefónicas, algunos modelos de cámaras de seguridad y, por último, equipos de audio e informática (especialmente notebooks y PCs). Si bien en un primer momento hubo que adaptarse y se atrasaron algunas entregas, luego de unos meses de implementadas las medidas el resultado fue positivo. Hoy los tiempos de entrega son mejores que cuando la mercadería era importada, la calidad es la misma y la disponibilidad de repuestos y servicios es más rápida. Por citar un ejemplo, actualmente se producen en Tierra del Fuego televisores LCD y LED desde 19" hasta 46" 3D; algo que era impensado dos años atrás".

FUENTE: las-dos-caras-del-limite-a-las-importaciones

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