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La industria de reuniones y eventos, ¿turismo o negocios?

Aunque para muchos es lo mismo, existen grandes diferencias entre el turismo de placer y la industria de reuniones y eventos de negocios.

La industria de reuniones y eventos de negocios produce a nivel mundial, según el Events Industry Council (EIC), US$ 1,7 billones en gastos directos, genera más de 10,3 millones de empleos directos, atrae 1,5 mil millones de participantes y aporta US$ 621,4 mil millones directos al PIB. Está claro que se trata de un magnífico negocio para cualquier economía.

Este interesante reporte indica que en América Latina el gasto directo en la materia alcanzó US$33 mil millones, con un impacto directo por parte de los participantes de US$362 por persona, atrayendo más de 21 millones de delegados con un aporte al PIB de US$ 21 mil millones.

Pocas son las industrias que desarrollan tan formidables derramas económicas, productivos intercambios de conocimiento y legados incalculables para la calidad de vida. ¿No es esto lo que aspira cualquier economía? Claramente, generar divisas para el bien común de un destino y transformar fuertes plataformas de desarrollo económico y social. Como consecuencia, en los países desarrollados y en algunas naciones en vías de desarrollo la industria de reuniones y eventos de negocios está íntimamente ligada a cámaras de comercio y producción, prensa económica y ministerios de Industria, Comercio, Economía y Competitividad que estimulan pequeñas y medianas empresas. También cancillerías que facilitan contactos para fortalecer programas educativos, relacionamientos con instituciones especializadas en comercialización e inversión y exportación de bienes y servicios, como el caso de Colombia, Australia, Perú, Singapur, Panamá y Dubái, por mencionar algunos destinos.

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La industria de reuniones y eventos de negocios es un pilar económico para muchas naciones.

La industria de reuniones y eventos de negocios es un pilar económico para muchas naciones.

Estas potencias consideran que la industria de reuniones y toda su cadena de valor son motores esenciales de sus respectivas economías. Sin embargo, revisando el patrón de América Latina se observa que muchos de estos esfuerzos recaen sobre el ministerio de Turismo o Cultura, cuyos objetivos suelen estar enfocadas en el turismo de placer, sin priorizar los beneficios productivos, económicos e incluso menos depredadores de las reuniones y eventos de negocios. Latinoamérica tiene una gran diversidad de recursos culturales, naturales y sociales. Inclusive, ser latino está de moda, pero lejos de aprovecharnos de esa coyuntura, en muchos casos carecemos de una estrategia clara que se aboque a lograr una mayor participación de los ingresos al confundir constantemente el turismo con la industria de reuniones. El turismo de ocio complementa la industria de reuniones.

Un mundo de diferencias

Recalcamos: la industria de reuniones no es un sector del turismo. Prueba de ello es que en muchos destinos se la considera como potenciadora del desarrollo económico. Aunque aplaudimos los esfuerzos en promocionar el turismo de placer, lo cual se hace cada vez mejor, instamos a no confundir a la industria de reuniones con el turismo. La nuestra es un catalizador de negocios y conocimientos y una magnífica oportunidad de atraer un público profesional que si es debidamente atendido regresará como turista junto a su familia y/o como inversionista.

En consecuencia, si deseamos ser efectivos y buscar una necesaria participación en el inmenso mercado global, debemos abandonar las estrategias turísticas y adoptar las técnicas de comercialización que corresponden a esta gran industria. De lo contrario no sobrepasaremos las expectativas y, lastimosamente, seguiremos generando ingresos muy por debajo de los potenciales para una industria tan competitiva.

Desde Cocal se brinda apoyo a los socios que requieren colaboración con sus gobiernos, enfocándonos en generar un diálogo abierto con los gobernantes. De hecho, se vienen estableciendo fuertes vínculo entre el sector privado y los gobiernos en destinos que están implementando dicha transformación.

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