IATA volvió a revisar su pronóstico para 2020 y ahora espera que la disminución del tráfico, en comparación con 2019, no sea del 63% sino del 66%. El cambio se basa en el comportamiento de la demanda en el recientemente terminado verano del Hemisferio Norte. “La demanda de pasajeros en agosto siguió deprimida enormemente en comparación con los niveles normales, con un descenso del 75,3% por pasajero-kilómetro (RPK) en comparación con agosto de 2019. Esto solo mejoró ligeramente en comparación con a contracción interanual que mostró julio, y que alcanzó el 79,5%”, expresa IATA en un comunicado. Sí se confirmó la tendencia de que la recuperación es más vigorosa en los mercados nacionales que en los internacionales. Las otras cifras de agosto muestran una caída del 63,8% en el caso de la oferta (medida en asientos-kilómetros disponibles, ASK) y el factor de ocupación cayó al 58,5%, unos 27,2 puntos porcentuales con relación al mínimo histórico de agosto.
Alexandre de Juniac, director General y CEO de la IATA.
A la hora de explicar lo sucedido, IATA considera que la recuperación se vio truncada a mediados de agosto por la reimposición de diversas restricciones producto de los rebrotes de Covid-19, en varios mercados claves.
“El desastroso desempeño del tráfico de agosto pone un límite a la peor temporada de verano de la industria. La recuperación de la demanda internacional es prácticamente inexistente y los mercados internos de Australia y Japón experimentaron una regresión ante los nuevos brotes y las restricciones de viaje. Hace unos meses, pensamos que una caída de la demanda de -63% en todo el año en comparación con 2019 era tan mala como podría ser. Con el triste período pico de viajes de verano atrás, hemos revisado nuestras expectativas a la baja al -66%”, dijo Alexandre de Juniac, director General y CEO de IATA.
Lo sucedido en agosto.
Según cifras de IATA, la demanda internacional de pasajeros en agosto se desplomó un 88,3% en comparación con agosto de 2019. Esto representa una leve mejoría con respecto al descenso del 91,8% registrado en julio. La capacidad se hundió un 79,5% y el factor de ocupación cayó 37 puntos porcentuales hasta el 48,7%.
Puntualmente, las aerolíneas latinoamericanas registraron una caída de demanda de 93,4% en agosto en comparación con el mismo mes del año pasado, frente a una caída de 94,9% en julio. La capacidad se derrumbó un 90,1% y el factor de ocupación cayó 27,8 puntos porcentuales hasta los 56,1%.
En lo referido al tráfico de cabotaje, IATA contabilizó en agosto una caída del 50,9%, lo que representó en sí mismo una mejora respecto del 56,9% de julio. La oferta en ASK, cayó un 34,5% y la ocupación se situó en 64,2%.
Malas previsiones.
“Tradicionalmente, el efectivo generado durante la ajetreada temporada de verano en el hemisferio norte brinda a las aerolíneas un colchón durante las escasas temporadas de otoño e invierno. Este año, las aerolíneas no tienen tal protección. Sin medidas adicionales de ayuda del gobierno y una reapertura de las fronteras, cientos de miles de empleos en aerolíneas desaparecerán. Pero no son solo las aerolíneas y los empleos en las aerolíneas los que están en riesgo. A nivel mundial, decenas de millones de puestos de trabajo dependen de la aviación. Si las fronteras no vuelven a abrir, los medios de vida de estas personas estarán en grave peligro. Necesitamos un régimen acordado internacionalmente de pruebas de Covid-19 antes de la salida para dar a los gobiernos la confianza para reabrir las fronteras y a los pasajeros la confianza para viajar en avión nuevamente”, dijo de Juniac.
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