IATA anunció que espera beneficios netos por US$ 25.700 millones para 2024, con un margen del 2,7%. Esto representará una leve mejora respecto de este año, cuando se cerrará con beneficios por US$ 23.300 millones, es decir un beneficio de 2,6%. Por otra parte, tanto en 2023 y 2024 el rendimiento del capital invertido estará 4 puntos porcentuales (p.p.) detrás del costo del capital.
IATA: beneficios e ingresos récord para 2024
IATA espera generar un beneficio neto US$ 25.700 millones a partir de ingresos récords al cabo del próximo año.
IATA espera que las ganancias operativas para este año alcancen los US$ 40.700 millones y para el próximo año, US$ 49.300 millones.
Lo que espera IATA en 2023
Por lo pronto, la rentabilidad de las aerolíneas para 2023 tuvo un desempeño mejor de lo esperado en las perspectivas de junio difundidas por la propia IATA. Ahora se espera que los ingresos para 2023 alcancen los US$ 896 mil millones (US$ 93 mil millones más de lo esperado). Los gastos también crecieron hasta US$ 855 mil millones (US$ 74 mil millones más que el pronóstico anterior). “Eso se tradujo en una ganancia neta de US$ 23.300 millones en toda la industria. Si bien esa cifra está significativamente por encima de los US$ 9.800 millones previstos en junio, el beneficio adicional de US$ 13.500 millones equivale a sólo el 1,4% de los ingresos. El margen de beneficio neto es de sólo el 2,6%, lo que significa que las aerolíneas habrán ganado una media de 5,44 dólares por pasajero transportado en 2023”, indica IATA.
“La mejora fue impulsada enteramente por el negocio de pasajeros, que experimentó un aumento de ingresos en comparación con el pronóstico anterior de US$ 96 mil millones, hasta US$ 642 mil millones”, agrega la Asociación.
¿Y para 2024?
Además de los beneficios netos previstos, los ingresos totales para el próximo año crecerán 7,6%, hasta los US$ 964 mil millones. El crecimiento de los gastos será ligeramente inferior, un 6,9% para un total de US$ 914 mil millones.
Con relación al tráfico, se espera que viajen 4.700 millones de personas en 2024, una cantidad que supera los 4.500 millones de 2019. Asimismo, los volúmenes de carga serán de 58 y 61 millones de toneladas en 2023 y 2024, respectivamente.
“Teniendo en cuenta las grandes pérdidas de los últimos años, el beneficio neto de US$ 25.700 millones esperado en 2024 es un tributo a la resiliencia de la aviación. A la gente le encanta viajar y eso ha ayudado a las aerolíneas a volver con fuerza a los niveles de conectividad anteriores a la pandemia. La velocidad de la recuperación ha sido extraordinaria; sin embargo, también parece que la pandemia le ha costado a la aviación unos cuatro años de crecimiento. A partir de 2024, las perspectivas indican que podemos esperar patrones de crecimiento más normales tanto para pasajeros como para carga”, dijo Willie Walsh, director general de la IATA.
“Las ganancias de la industria deben ponerse en la perspectiva adecuada. Si bien la recuperación es impresionante, un margen de beneficio neto del 2,7% está muy por debajo de lo que aceptarían los inversores de casi cualquier otra industria. Por supuesto, a muchas aerolíneas les está yendo mejor que ese promedio y muchas están pasando apuros. Pero hay algo que aprender del hecho de que, en promedio, las aerolíneas retendrán sólo US$ 5,45 por cada pasajero transportado. Eso es suficiente para comprar un ‘grande latte’ básico en un Starbucks de Londres. Pero es demasiado poco para construir un futuro que sea resiliente a las crisis para una industria global crítica de la que depende el 3,5% del PIB y de la que 3,05 millones de personas se ganan la vida directamente. Las aerolíneas siempre competirán ferozmente por sus clientes, pero siguen estando demasiado agobiadas por regulaciones onerosas, fragmentación, altos costos de infraestructura y una cadena de suministro poblada de oligopolios”, agregó Walsh.
Gastos, Combustible, y Riesgos
Con relación a los gastos, la Asociación espera que se incrementen hasta los US$ 914 mil millones en 2024. Esto supone un 6,9% por sobre los de 2023, pero también un 15,1% más con relación a 2019.
En ese contexto, singularmente, que el precio del combustible se sitúe en un promedio de US$ 113,8 por barril de jet, lo que se traducirá en una factura anual promedio de US$ 281 mil millones, un 31% de todos los costos operativos. “Se espera que los altos precios del petróleo crudo sigan siendo exagerados aún más para las aerolíneas, ya que se espera que el crack spread (prima pagada para refinar el petróleo crudo y convertirlo en combustible para aviones), alcance un promedio del 30% en 2024.
Con relación al SAF, IATA espera que crezca un 0,53% con relación al total del combustible utilizado en el sector. Comprar esa producción, agregará otros US$ 2.400 millones a la factura total de combustible.
Hay varios riesgos que señaló la Asociación mirando hacia el futuro próximo. El primero de ellos es la propia evolución económica mundial. “La disminución de la inflación, las bajas tasas de desempleo y la fuerte demanda de viajes son acontecimientos positivos. No obstante, podrían surgir tensiones económicas”, señala IATA.
El otro gran riesgo es la guerra, tanto de Ucrania como la que libran Hamas e Israel. “Los conflictos han hecho subir los precios del petróleo, lo que está afectando a las aerolíneas a nivel mundial. Una paz inesperada en uno o ambos casos traería beneficios a la industria, pero cualquier escalada podría producir un escenario económico global radicalmente diferente al que la aviación no sería inmune”, remarca el informe de IATA.
Otro gran peligro para la actividad tiene que ver con las cadenas de suministro que continúan afectadas y golpean singularmente a la fabricación de algunos modelos de aviones y motores.
Por último, el aspecto regulatorio también presenta algunos riesgos, sobre todo los costos adicionales vinculados con “los regímenes de derechos de los pasajeros, iniciativas ambientales regionales y requisitos de accesibilidad”.
Una lectura regional
La información de IATA confirma que la recuperación del sector fue desigual, en cuanto a regiones. Así, mientras América del Norte, Europa y Medio Oriente registrarán ganancias en 2023, y Asia/Pacífico lo logrará en 2024, América Latina y África persistirán con pérdidas el próximo año.
De este modo, Europa terminará 2023 con un desempeño más fuerte de lo esperado, a pesar de los diversos problemas de capacidad y limitaciones de la oferta. Dado que se espera que la fuerte demanda de viajes aéreos continúe en 2024, se espera que el beneficio neto se fortalezca marginalmente.
En América Latina, si bien algunos mercados son fuertes (México, por ejemplo), otros enfrentan una agitación económica y social que está impactando negativamente el desempeño de las aerolíneas. “Dado que se espera que el crecimiento de la capacidad supere el crecimiento de la demanda en 2024, se espera que las condiciones del mercado sigan siendo desafiantes. En general, se espera que la región de América Latina esté en números rojos tanto para 2023 como para 2024, aunque con pérdidas reducidas”, concluye IATA.