Cada año, y desde hace ya tres décadas, en Suecia emerge uno de los hoteles que más fascina a los huéspedes, debido a su peculiar característica: está hecho íntegramente de hielo y nieve.
Hoteles: una propiedad de hielo que no se derrite
Se trata del Ice Hotel, una gélida obra de arte emplazada en el pequeño pueblo de Jukkasjärvi –200 km. al norte del Círculo Polar Ártico–, que no solo es un espectáculo visual, sino que se jacta de ser el más grande del mundo en su tipo.
Esta joya arquitectónica dispone de 12 suites, 20 Ice Rooms, un Ice Bar, una galería de arte, sauna y un área de relajación con una chimenea y bebidas calientes.
Para que el frío no sea un inconveniente, a los huéspedes se les ofrece una “guía de supervivencia nocturna”, en la que se indica cómo vestirse apropiadamente y cómo tender la cama con los sacos de dormir del Ártico, diseñados para soportar hasta -25° C.
Otro dato curioso es que las suites no tienen puerta. Así, cada mañana el personal del hotel ofrece a los huéspedes una bebida caliente de arándanos en su espacio de descanso.
Suecia: el hotel de hielo que no se derrite en verano
Cabe mencionar que el Ice Hotel ostenta cada temporada una nueva apariencia, desarrollada por un equipo creativo especializado en arte efímero y expertos en iluminación.
¿Qué sucede cuando llega el verano? Dado que en dicha estación el sol brilla hasta 50 días consecutivos, desde 2016 el hotel cuenta con un ala permanente que se mantiene helada gracias a una instalación de paneles solares que proporcionan energía a la planta de refrigeración que lo mantiene a -5° C.
Este sector dispone de nueve Deluxe Suites con sauna privado, nueve Art Suites, bar de hielo y una galería.
De esta manera, los viajeros que buscan nuevas experiencias pueden alojarse en el Ice Hotel durante todo el año.
* Gabriela Macoretta es periodista y editora en Ladevi Medios y Soluciones.
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