La última edición de la Feria Internacional de Turismo (Fitur) de Madrid, que tuvo lugar del 18 al 22 de enero en el Centro de Convenciones Ifema, se desarrolló en un contexto económico por lo menos preocupante.
La actualidad de España es crítica, y la retracción, acompañada de los recortes presupuestarios, son algunos de los efectos más inmediatos.
La economía seguirá estancada este año debido al desempeño a la baja de la mayoría de sus sectores, entre los que el turismo -quizás el único que mostró una performance positiva en 2011 con un crecimiento del 8%- representa nada menos que el 10% de lo que se genera como producto bruto.
Y la 32° edición de la Fitur se vio resentida, como no podía ser de otra manera.
El salón de Madrid ocupó 10 pabellones del Ifema pero con una disminución del 15% (unos 11 mil m²) en su superficie respecto de la edición de 2011; y 1.000 expositores menos (entre ellos, la ausencia notoria de Francia), una cifra que significó un 9% de caída respecto al año pasado.
En los días previos, Ana Larrañaga, directora de la Fitur, aducía que el déficit se debió "a los recortes de las administraciones públicas", e inmediatamente matizaba que la presencia internacional se iba a mantener -sostenida por un repunte de África (+ 24%), Europa (+ 3%) y el conjunto de las Américas- mientras que la de los grandes grupos económicos aumentaría un 5% respecto de 2011.
"Aquellos que recorrieron la feria con pensamiento crítico pudieron advertir que la caída por todo concepto ha sido superior al 9%. Hubo menos países, menos empresas, menos visitantes profesionales y menos compradores", sentenció Jordi Busquets, asesor de la Federación Empresaria Hotelero Gastronómica de la República Argentina (Fehgra) y miembro del Panel de Expertos de la OMT.
En definitiva, en 63 mil m² unos 9.500 expositores de 167 países o regiones dieron vida a una Fitur resentida en medio de un invierno boreal que aunque todavía no ha mostrado su cara más dura, se pronostica más largo y frío que de costumbre.
Prueba de fuego para la Fitur
En el contexto de la crisis que afecta a España, del 18 al 22 de enero se concretó la 32° edición de la Feria Internacional de Turismo de Madrid. El marco macroeconómico afectó el normal desempeño del evento, que vio reducido su metraje en un 15% y la presencia de los expositores en un 9%. No obstante, el conjunto de los países de América Latina supo aprovechar el salón y aglutinó el mayor movimiento de profesionales durante las primeras tres jornadas. Argentina tuvo una muy buena performance.
LA FITUR EN SU LABERINTO.
La versión 2012 de la Fitur presentó ámbitos propicios para el encuentro entre profesionales, como el Workshop, la tercera edición de Investour África y la primera de Investour América.
De acuerdo a los empresarios argentinos consultados por este medio, la feria continúa siendo un foro donde se concretan negocios, o por lo menos donde se sientan las bases para avanzar en futuras contrataciones.
Sin embargo, también es generalizada la opinión de que la muestra debiera virar definitiva y exclusivamente hacia un formato más profesional.
"Si esta feria se profesionaliza va a ser realmente exitosa. Hoy lo que el profesional necesita es encontrarse con su par para concretar un negocio, todo lo demás significa gastos superfluos", sostuvo Oscar Ghezzi, presidente de la CAT y de la Fehgra. Y añadió: "Los empresarios de América del Sur vinieron decididos a utilizar esta feria para concretar negocios y materializar lo que ya es una realidad: somos la región del futuro y tenemos la gran posibilidad de ser protagonistas en el próximo tiempo".
Jordi Busquets coincidió en que Latinoamérica "tuvo una perfomance superadora que se vio premiada por una mayor concentración de visitas y actividad en general".
LA PRESENCIA ARGENTINA.
Sin dudas para Argentina fueron días positivos los de la Feria Internacional de Turismo de Madrid.
Ya desde la jornada inaugural el stand de 900 m² montado por el Instituto Nacional de Promoción Turística (Inprotur) comenzó a moldear su alto nivel de protagonismo con la visita de los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia.
"La presencia de los príncipes acaparó la atención de todos los medios de comunicación internacionales, y eso a nivel promocional es inconmensurable", afirmó Racedo Aragón.
En un análisis de la participación nacional, Juan Carlos Vidal, gerente general de la CAT, sostuvo que "si bien la feria no está ajena al contexto del país anfitrión, es para destacar que Argentina haya mantenido su apuesta tanto institucional como empresarial, ya que el Inprotur empató el metraje del stand de 2011 y contamos con 54 prestadores que están ofreciendo sus productos, una cifra idéntica a la edición pasada".
Sobre el salón, Vidal indicó que "marca una tendencia de lo que será un año incierto".
Por su parte, Pablo Goldszier, presidente de la Asociación de Hoteles de Turismo de Argentina (AHT), afirmó: "Si bien el mercado local no está pasando por un buen momento, desde nuestra perspectiva identificamos a esta feria como promisoria ya que aquí participan empresarios de todo el mundo. La Fitur es un ámbito que genera contactos y acercamientos, y en turismo las relaciones interpersonales son necesarias".
Racedo Aragón destacó la "muy buena presencia" de las provincias en la feria, "un signo de que cada vez más están saliendo al exterior a buscar mercado".
Temas relacionados