Populares por la difusión que obtienen en la pantalla grande y cada vez más reconocidos por su presencia en recitales o eventos privados, la tendencia de los food trucks viene en ascenso y empezaron hacer ruido en la escena gastronómica.
Una iniciativa saludable
Legisladores del PRO presentaron un proyecto de ley para legalizar los food trucks en la Ciudad de Buenos Aires. El mismo fue presentado por Federico Salvai, Francisco Quintana, Paula Villalba, Agustín Forchieri e Iván Petrella y tiene como premisa legalizar la circulación en la vía pública de los food trucks.
Generalmente manejados por chefs o conocedores de la industria alimenticia, estos pequeños camiones o combis adaptadas con cocinas y todos los elementos para preparar y vender comida en forma ambulante ofrecen alimentos de buena calidad y original, bien lejos de los productos chatarra.
Sin embargo, y teniendo en cuenta que estos establecimientos "nómades" no están reconocidos por la ley, y por lo tanto no están habilitados para trabajar en las calles, la Legislatura porteña presentó un proyecto para legalizar los food trucks en la Ciudad de Buenos Aires.
EN CARRERA.
Con una iniciativa que data desde fines del año pasado, el proyecto presentado por los legisladores del PRO Federico Salvai, Francisco Quintana, Paula Villalba, Agustín Forchieri e Iván Petrella tiene como premisa legalizar la circulación en la vía pública de los food trucks.
En sus fundamentos el escrito señala que "hoy existe una tendencia gastronómica que invita a los vecinos a probar cosas nuevas". Al respecto, las páginas explican que en la Ciudad los food trucks se utilizan en fiestas, eventos particulares y ferias como la Masticar, pero están prohibidos para la vía pública por la Ley Nº 1.166, que regula la venta de alimentos en la vía pública y sólo permite la comercialización de golosinas y sándwiches envasados en origen.
"Queremos brindar las medidas necesarias para generar nuevos emprendimientos, y los food trucks lo son. Con esta iniciativa buscamos crear un modelo de negocio que favorezca tanto a los productores como a los consumidores de gastronomía", dijo Quintana.
En este sentido Francisco Cabrera, ministro de Desarrollo Económico de la Ciudad de Buenos Aires, indicó que la iniciativa "es un pedido de los vecinos porque en determinadas zonas de la Ciudad hay pocas opciones gastronómicas".
EL PROYECTO AL DESNUDO.
Si bien la ley estipula que "la circulación de los vehículos gastronómicos se limita estrictamente a los espacios autorizados", no define cuáles serán esas zonas. Sin embargo, se aclara que está prohibido la instalación de sillas y mesas junto a los camiones, como sucede actualmente en los carritos de la Costanera.
A su vez, la norma en cuestión remarca que estos vehículos gastronómicos no podrán vender ni bebidas alcohólicas ni cigarrillos; al tiempo que deberán tener opciones de comida para celíacos y de alimentos sanos bajos en sodio.
Por otra parte, el proyecto revela que los camiones tendrán una concesión de un año a través de un permiso de uso precario que podrá ser renovado ante la autoridad de aplicación, que será definida por el Poder Ejecutivo.
Vale destacar que los legisladores aclararon que los food trucks pagarán ingresos brutos como los restaurantes para "evitar la competencia desleal y que todos se encuentren en igualdad de condiciones". En este sentido cada concesionario de los food trucks deberá pagar un impuesto fijo de $1.115 por mes en concepto de canon por uso del espacio público, tal como lo hacen actualmente los carritos fijos y semifijos establecidos en distintos lugares de la city porteña.
DE VIEJA DATA.
Este proyecto del PRO se suma a otro que ya habían presentado los legisladores Inés Gorbea y Juan Nosiglia, del bloque Sumá +. "Creemos que los food trucks pueden ser un buen mecanismo para que los carros de comida sana, fresca y saludable lleguen al alcance del oficinista o el transeúnte urbano, y también para beneficiar a los emprendedores gastronómicos", había manifestado Gorbea.
En sus argumentos propusieron algunos lugares específicos como la plaza San Martín, el parque Las Heras, las barrancas de Belgrano y el Polo Científico de Palermo.
En tanto, otra opción mencionada era permitirles a estos camiones que se instalen cuando hay eventos masivos en las calles, como maratones, recitales y otras actividades culturales; como también en zonas de alta concentración de gente, como los bosques de Palermo, pero sin que afecte a los comercios gastronómicos de los alrededores.
DESDE ADENTRO
"Hace tres años conformamos la asociación y ninguno de los carros tuvo nunca una contravención ni una multa", destacó Ernesto Lanusse, presidente de la Asociación Argentina de Food Trucks, y añadió: "Nosotros separamos los residuos reciclables y nos ocupamos de tirar la basura como corresponde. Nuestro objetivo es vender alimentos sanos, elaborados en el momento y cumpliendo todas las reglas bromatológicas".
Por otra parte, comentó que en la entidad son ocho, pero hay unos 15 trabajando y el triple en el taller, quienes están adaptando los vehículos para sacarlos a la calle. En esta línea, subrayó: "Es una cifra muy inferior a la que se necesita para abrir un restorán, por lo cual muchos cocineros pueden empezar a tener su propio emprendimiento gastronómico".
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