El gobierno porteño -a través de la Agencia Gubernamental de Control (AGC)- implementó un programa de control de las actividades comerciales e industriales, llamado Auditorías Integrales Programadas (AIP). Éstas apuntan a regularizar la actividad de los hoteles, geriátricos, restaurantes, panaderías e hipermercados, brindando información -con 30 días de antelación- sobre los requerimientos que se evaluarán.
Además, el día del control el comercio recibirá la visita de tres inspectores que comprobarán, en forma simultánea, que los papeles y habilitaciones estén en regla, así como las instalaciones, seguridad e higiene.
Las inspecciones tienen como objetivo ayudar al administrado a cumplir con los parámetros establecidos, minimizar las faltas de los locales -y en consecuencia reducir el peso de los controles sobre los mismos- y evitar discrecionalidad en la definición de faltas graves, medias y leves.
A su vez, de cada operativo participarán en forma coordinada las direcciones generales de Higiene Alimentaria, Fiscalización de Obras, y Fiscalización y Control, tres áreas que antes trabajaban de manera separada.
Asimismo, los inspectores cargarán la información obtenida en tablets conectadas en tiempo real con la base de datos de la central de operaciones.
Vale mencionar que las AIP no reemplazarán a los controles tradicionales. En caso de registrarse faltas o denuncias en un negocio ya auditado, los controles habituales se desarrollarán normalmente.
También en los rubros de "mayor furtividad", como locales nocturnos, se seguirán desarrollando los controles de siempre.
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