Hacia fines de la década del 90, en Buenos Aires se detectó una caída de la rentabilidad de la actividad ovejera y una baja del stock ovino. Por tal motivo, desde 2002 comenzó a instrumentarse en la provincia la Ley Nacional 25.422, con la puesta en marcha del Programa Ovino de la Provincia de Buenos Aires.
Entre otras acciones, ofrece asistencia técnica gratuita a productores, capacitación y créditos sin interés para la compra de animales y la mejora de las instalaciones, además de promover acciones para incrementar la rentabilidad de todos los eslabones de la cadena productiva.
"En este momento el Estado aporta un fondo fiduciario de $ 80 millones para que las provincias promuevan la actividad ovina. A su vez, el 80% de los fondos se destina a créditos a productores para que compren vientres de ganado e inviertan en genética", explicó Juan Manuel Lamboglia, responsable del Área Técnica de la Unidad Ejecutora Provincial (UEP) del Programa Ovino de la Provincia de Buenos Aires.
Hasta la fecha se otorgaron créditos a 430 productores bonaerenses, lo que se tradujo en casi 100 mil ovejas, 4.500 carneros de calidad genética, 130 mil metros lineales de alambrado y 5.500 ha. de pasturas implantadas, entre otros desarrollos.
Por otra parte, el Programa Ovino de la Provincia de Buenos Aires brinda asistencia técnica gratuita a grupos de productores que conforman ocho Grupos de Extensión Ovina, con base en Bahía Blanca, San Cayetano, Rauch, Madariaga, Ayacucho, Pigüé, Villarino y Benito Juárez.
Fomento para el consumo de carne ovina
El programa fue creado en 2002, a partir de una ley provincial de adhesión a la Ley Ovina Argentina. A través de financiamiento a los productores y capacitación para todos los actores de la cadena productiva apuesta a elevar y profesionalizar el consumo de carne ovina.
USOS EN LA GASTRONOMIA.
En cuanto al consumo de carne ovina, Lamboglia remarcó que "existen nichos específicos, como hoteles y restaurantes gourmet, que incorporaron el cordero a sus cartas, pero aún no está desarrollado el consumo masivo".
Ante este escenario, relató que desde el programa están "trabajando en distintos puntos de la cadena productiva. En primer lugar, concientizando al productor, quien debe asociarse para vender su producción con otros colegas. Además, en 2009 se creó el Mercado Ovino de Buenos Aires (MOBA). La idea es que cumpla la misma función que el mercado de Liniers; de modo que en nuestra web se publican los precios de referencia de las categorías ovinas. A su vez, el productor puede identificar los frigoríficos disponibles para comercializar".
Por otro lado, se está trabajando en campañas de difusión y capacitación a responsables de hoteles y restaurantes sobre las características que posee la carne ovina y el sistema de corte más adecuado.
La convocatoria se realiza a través de la web y la cursada dura dos días. "Si bien en este momento estamos atacando el segmento masivo -a través de las carnicerías y los supermercados-, el objetivo de todas las capacitaciones es que el cordero se deje de consumir como una pieza entera, como se hace comúnmente para las Fiestas de Navidad y Año Nuevo, y logremos desestacionalizarlo. Además, nos interesa remarcar los beneficios de comer cordero: son sanos, ya que se producen de manera natural; se alimentan de leche materna y pasto; no se les aplican anabólicos; tienen bajo contenido en grasas y colesterol; aportan vitaminas y ácidos grasos; y la carne es rica, tierna y jugosa", concluyó Lamboglia.
Temas relacionados