La tendencia positiva general durante los cuatro primeros meses de 2010 se reflejó en el aumento del índice de la OMT de confianza del turismo. Así lo revela la última edición del Barómetro del Turismo Mundial, en la cual la mitad de quienes integran el Panel de Expertos consideró el periodo enero-abril como "mejor" o "mucho mejor", en abierto contraste con las opiniones del periodo septiembre-diciembre de 2009, cuando solo el 34% de los expertos compartían esa evaluación. De hecho, el análisis del primer cuatrimestre es el más positivo desde inicios de 2008, en el preludio de la crisis económica mundial.
Pero también vienen en franco ascenso las expectativas para el período mayo-agosto, clave por ser la temporada turística por excelencia en las principales regiones del mundo del hemisferio norte. El índice de confianza de la OMT incluso supera al de enero-abril de este mismo año.
“Es ilusorio asumir que todo puede volver a ser como antes”
Así lo señaló el secretario general de la OMT, Taleb Rifai, quien dijo que un mercado cambiante requerirá inevitablemente variantes en los modelos de negocio del sector y de la oferta. Pese a que continúa aumentando la confianza, advirtió que decisiones unilaterales en materia de fiscalidad podrían perjudicar a la actividad.
LUCES AMARILLAS.
Sin embargo, la OMT advirtió que sigue habiendo problemas y el sector aún tiene un largo camino por recorrer para recuperar el terreno perdido. "El aumento del desempleo se mantiene como una causa importante de preocupación y, como ya anticipó la OMT, está claro que los déficits públicos representan un claro desafío. Esto es particularmente relevante para las economías avanzadas y podría afectar a los principales mercados emisores", señaló en su informe la organización que puntualizó el riesgo que implica la eliminación gradual de las medidas de estímulo. Más seria aún es la advertencia respecto a las consecuencias que tendría su combinación con medidas de austeridad y la suba de impuestos promovidas por muchos gobiernos. "Se han convertido en los principales factores a considerar. El propio sector turístico puede enfrentarse a un aumento de los impuestos dado el incremento esperado en la tasa de salida del Reino Unido (noviembre 2010) y la intención de Alemania de introducir un nuevo impuesto aéreo como parte de sus planes de recorte presupuestario", explica el estudio, donde la OMT alerta de los posibles efectos adversos de decisiones unilaterales en materia fiscal. "Estos factores constituyen un importante riesgo de deterioro para un sector que empieza a recuperarse", afirmó Taleb Rifai, quien agregó: "Es hora de apoyar al sector turístico. Cuando muchos países sufren las restricciones del déficit público y el descenso del consumo interno, el turismo puede ofrecer puestos de trabajo claramente necesarios, así como exportaciones e ingresos fiscales. La OMT celebra los ejemplos de países como China, que ha identificado a la actividad como un pilar estratégico de su economía".
YA NADA SERA IGUAL.
Del lado del consumidor, la OMT marcó que las tendencias como las reservas a última hora, el incremento del uso de Internet para informarse y reservar, los desplazamientos a lugares más cercanos y por períodos más breves, así como la exigencia de una buena relación calidad-precio, se han acentuado durante la crisis y consolidado una vez que esta pasó. "Es ilusorio asumir que todo puede volver a ser como antes", apuntó Rifai para dejar en claro que los cambios en los modelos del negocio son "inevitables", tanto como para la oferta turística. "Necesitamos conocer mejor a nuestros consumidores, dominar las tecnologías e integrarlas cada vez más en la gestión de los destinos y las empresas. Debemos también invertir más en innovación de productos y en recursos humanos, en particular ofreciendo formación para empleos verdes y comprometiéndonos firmemente con la sostenibilidad", concluyó el secretario general.
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