El carnaval del turismo

MAPEO DEL EXITO.
El interior de la provincia de Buenos Aires fue el principal destino elegido, seguido por la región Litoral, el Norte argentino y la región Centro.
A los destinos bonaerenses viajaron 903 mil personas, concentrando el 41% de los arribos. En tanto al Litoral, epicentro de los carnavales del país, llegaron más de 550 mil personas, 25% del total.
Por ejemplo, el Partido de La Costa informó que registró un nuevo récord en materia turística, al haber alcanzado un 100% de ocupación hotelera, cifra que representa un incremento del 28% en relación al mismo periodo de 2011.
También se destacaron Tandil y Tigre en la provincia de Buenos Aires; Gualeguaychú y Colón en Entre Ríos; los Valles de Punilla, Calamuchita y Traslasierra en Córdoba; el litoral de Corrientes; Bariloche en Río Negro; las quebradas en Salta y Jujuy; y las zonas de Cacheuta y Uspallata en Mendoza.
En Buenos Aires, según la Aaavyt, la Fedecatur y la Fehgra, el promedio de ocupación hotelera rondó el 90% y se acercó al 80% en casas y departamentos.
En Entre Ríos, lo mejor pasó por Gualeguaychú, donde 30 mil espectadores asistieron al corsódromo a presenciar los carnavales. La ciudad estuvo repleta de público, con 100% de ocupación en todo tipo de alojamiento, incluso campings y balnearios. Los turistas también eligieron el resto de la provincia, registrándose niveles completos de ocupación en Colón, Villa Elisa, Concepción del Uruguay, Federación y San José.
En Corrientes, los Caminos del Carnaval fueron el principal atractivo alcanzándose ocupación plena en ciudades como Santo Tomé, Monte Caseros y Paso de la Patria.
En Córdoba, la ocupación hotelera pasó el 90% lográndose uno de los picos ocupacionales de la temporada. Lo más visitado fueron las ciudades de los Valles de Punilla, Calamuchita y Traslasierra, como Carlos Paz, Mina Clavero, General Belgrano, Cosquín y La Falda.
En el Gran Mendoza se completó el 80% de la capacidad hotelera, en tanto en la zona de montaña (Cacheuta, Potrerillos y Uspallata) y en San Rafael y Malargüe osciló entre el 75% y el 90%.
Una ciudad que revivió tras el desastre de las cenizas fue Bariloche. La ocupación hotelera superó el 90%, como en sus mejores épocas.