En el ajedrez político que enfrenta a la Ciudad de Buenos Aires con el gobierno nacional, el mes pasado la gestión macrista movió sus piezas turísticas para darle un jaque a Balcarce 50. La jugada incluía al propio jefe de Gobierno, Mauricio Macri; al presidente del Ente de Turismo porteño, Hernán Lombardi; y a las principales asociaciones y representaciones empresarias de la actividad en la Ciudad.
Tal como había anticipado días atrás el propio Lombardi en una nota a Clarín, o incluso como anunciaban el comunicado oficial y las invitaciones cursadas el mismo lunes pasado, la Fundación Proa sería sede de la firma de un acuerdo público-privado (pomposamente llamado "Carta de Intención: Acuerdo de voluntades más suma de voluntades") para poner en marcha acciones inmediatas y de mediano plazo ante los efectos del actual contexto de desaceleración de la actividad económica que afecta sensiblemente al turismo de la Ciudad (SIC). El quinto párrafo del convenio -al cual este medio tuvo acceso- rezaba: "El Ente y el sector empresarial comprometen sus esfuerzos plasmando en la firma del presente la suma de voluntades para la inmediata puesta en marcha de acciones dirigidas a mitigar los efectos de una política nacional adversa y desalentadora al crecimiento del turismo en la Ciudad de Buenos Aires".
Más allá de la época de "la 125", es difícil recordar antecedentes de un sector que en bloque cuestionara tan duramente las políticas nacionales. Por caso, el convenio achacaba a la política cambiaria de la administración nacional una pérdida de US$ 400 millones en los cinco primeros meses del año al provocar una disminución en la llegada de turistas extranjeros a la Ciudad.
Con tanto preludio, no dejó de llamar la atención que a la hora de cantar jaque fueran tan leves las alusiones de Macri al convenio y a las piezas encolumnadas detrás de ese diagnóstico. Y sí resaltara el anuncio de un programa de sorteos de noches de hotel, cenas y entradas a espectáculos para los propios porteños.
En cambio, en diálogo con este medio, su ministro Lombardi no titubeó en marcar la trascendencia de la firma de un convenio que "significa el 100% de la actividad de Buenos Aires, ya que están la hotelería, la gastronomía, las casas de tango, los organizadores de congresos, los agentes de viajes... Queremos poner el hombro para ayudar a todo el sector privado. Y lo primero es entender que la situación es complicada, es necesario que el Gobierno Nacional comprenda que con este tipo de cambio nos vemos perjudicados".
BUE: el acuerdo que no fue
El Gobierno de la Ciudad promovió, convocó y anunció la firma de una carta de intención junto a las asociaciones empresarias turísticas porteñas para, a través de un programa de acciones de promoción, "mitigar los efectos de una política nacional adversa". Sin embargo, el documento en cuestión no fue firmado por ninguna de las instituciones convocadas.
¿Y DONDE ESTAN LAS FIRMAS?
La gran sorpresa vino al comprobar que si no se cantó jaque fue porque el rey se quedó solo en su avance. Ninguna de las entidades mencionadas en el borrador de la carta de intención firmó su adhesión al convenio anunciado por el Gobierno de la Ciudad.
Incluso, los agentes de viajes a los cuales hizo referencia Lombardi ni siquiera fueron convidados al acto. "No recibí ninguna invitación. De hecho, a raíz de tu llamado revisé nuevamente por si se me había pasado. Pero no, no nos invitaron al acto ni para firmar ningún convenio", reveló el presidente de la Aviabue, Marcelo Suárez, quien dijo haber visto el video en el cual Lombardi mencionó a las agencias: "En ningún momento pienso mal, es capaz que en la vorágine de sacar las cosas sin querer se cometió alguna omisión".
Quienes sí figuran en el borrador son los hoteleros -a través de la AHT y la Ahrcc-, las casas de tango y el buró de convenciones porteño. Pero tampoco ellos suscribieron el convenio anunciado.
"No se firmó, había algunas diferencias", contó Sergio González, director ejecutivo de la AHT. Gastón Casoy, presidente de la filial porteña de esa entidad, se limitó a declarar: "Estuve en el evento, pero no firmamos nada. No puedo decirte nada más". Tampoco la Ahrcc reconoció haber suscripto el convenio: "Lo haremos, pero todavía no nos convocaron. Solo hay acuerdos verbales", dijo su titular Graciela Fresno.
Lo propio relató el vicepresidente de la Cámara de Casas de Tango, Claudio Campos: "No se firmó nada. Sí hubo una intención de que lo hiciéramos, pero nosotros pretendíamos un compromiso mayor, que no viene al caso hacer público".
La búsqueda de firmantes se agotó con el testimonio de Carlos de Elías, titular del buró de convenciones de Buenos Aires: "No hay ningún convenio, no se firmó absolutamente nada, ni hay nada que esté por salir. Aunque es cierto que circuló un documento de trabajo".
UN DESACUERDO ANUNCIADO.
El lunes 16 de julio se citó a la prensa a las 17 para el acto de firma de la carta de intención. Lo cierto es que a antes de las 17.15 el acto ya había finalizado, encabezado por Macri, Lombardi y María Eugenia Vidal, vicejefa de Gobierno. Las autoridades empresarias recién estaban llegando al lugar cuando todo terminó.
Lo llamativo es que nadie hizo alusión explícita al acuerdo en cuestión, sino que solo se refirieron escuetamente al programa "Viví la Ciudad como turista", que formaba parte del convenio. Apenas un reconocimiento de Macri al hecho de estar acompañado por las entidades, "quienes trabajan diariamente para conseguir que una mayor cantidad de turistas nos visiten año a año", y críticas a la política económica nacional: "Hoy la inflación nos juega una mala pasada. El turismo hoy enfrenta un desafío, debido a que en los últimos meses la actividad del sector ha sufrido una caída. Podemos quedarnos con eso y lamentarnos, o ser creativos. Por eso hemos elegido dar un giro y buscar alternativas que permitan que sigamos recibiendo la mayor cantidad de visitantes posibles. Y para que quienes vivimos en la Ciudad también la podamos disfrutar como turistas".
Posteriormente, en diálogo con Ladevi Ediciones, Lombardi informó que para cumplir con uno de los items previstos en el acuerdo, enfocado al fortalecimiento de la promoción del destino, la Ciudad aumentó su presupuesto en $ 10 millones: "Esto ya es un hecho; está firmado y transferido al Ente de Turismo. Pensamos en un giro estratégico para insistir con la promoción en el mercado interno, Brasil -donde aún creemos que hay una gran oportunidad-, Chile, Uruguay, Colombia y México".
LE FALTO MADURACION.
Es claro que cuando se habló de "giro estratégico" y "alternativas" para recuperar visitantes se hacía alusión a mucho más que a un programa de sorteos. Es que el convenio anunciado, pero no firmado, no solo incluía una mirada lapidaria sobre las políticas nacionales, sino también un plan de acciones para el segundo semestre y un compromiso de trabajo conjunto en promoción, concientización, articulación y calidad e innovación de productos.
De hecho, la sensación que queda es que el marcado tono político de los cinco primeros párrafos de un convenio de tres carrillas fueron los que ahuyentaron las firmas, aun siendo que por lo bajo muchas de las entidades comparten la mirada.
"Claro que apoyamos las acciones encaradas y coincidimos con el diagnóstico. Me parece que ya quedó claro en la nota de Clarín, pero para eso no era necesario firmar ningún convenio", analizó el vicepresidente de la Cámara de casas de tango.
Tampoco parece haber colaborado el apuro para llegar al acto del lunes pasado con los cinco juegos del acuerdo firmados. "Cuando sale un documento de trabajo con tan poco plazo para estar terminado y acordado creo que se comete un error. Lleva su tiempo reunir el sentir de todos y expresar la voluntad del sector", analizó De Elías, quien recordó que el buró "no se mete en política, nuestro foco exclusivo es traer eventos a la Ciudad".
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